tag:blogger.com,1999:blog-29450732185306676052024-03-13T10:46:06.988-07:00Todo sobre la DepresionJuan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.comBlogger70125tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-42818423813812910512020-08-24T12:56:00.002-07:002020-08-24T12:56:22.954-07:00Coronavirus, ansiedad y depresión: 8 testimonios del impacto de la pandemia<p> Revista Semana - 6/21/2020</p><p style="text-align: center;">__________________________________________________________</p><p style="text-align: justify;">Para muchos expertos la próxima epidemia puede llegar por cuenta de las secuelas de la covid-19 en la salud mental debido al encierro, la incertidumbre y el miedo. Tras cien días de aislamiento, SEMANA recopiló historias de su efecto psicológico en los colombianos.</p><p style="text-align: justify;">Coronavirus, ansiedad y depresión: el impacto de la salud mental en la pandemia Según el Estudio Nacional de Salud Mental hecho en 2015, alrededor del 40 por ciento de la población ya tenía algún síntoma mental, antes de la cuarentena.</p><p style="text-align: justify;">Tres meses después de la llegada de la pandemia, el país enfrenta otra crisis silenciosa: la de salud mental. Uno tras otro, los estudios reportan un aumento de síntomas como depresión, ansiedad, insomnio y abuso de sustancias psicoactivas. No solo por la amenaza del virus, sino por el aislamiento social, la pérdida de la estabilidad económica y la incertidumbre, la inseparable compañera en este tiempo.</p><p style="text-align: justify;">Según el Estudio Nacional de Salud Mental hecho en 2015, alrededor del 40 por ciento de la población ya tenía algún síntoma mental, una cifra alta para cualquier país, pero no extraña para Colombia, dadas las condiciones de violencia. Eso no significa que las personas tuvieran trastornos mentales, sino algún síntoma de ellos: tristeza, angustia, problemas de sueño, entre otros.</p><p style="text-align: justify;">Tras 15 días de encierro, un estudio hecho por Profamilia con una muestra de 3.500 colombianos reportó que la nueva vida empeoró esos índices. “Más del 60 por ciento había tenido problemas de ansiedad y sentía que perdía el control de su vida”, dice Juan Carlos Rivillas, director de investigación de la entidad. Incluso los que han logrado adaptarse a las medidas preventivas reportaron problemas de sueño, ansiedad y depresión. De esos, un grupo conformado en su mayoría por mujeres amas de casa menores de 39 años reportaron ansiedad, depresión, ira y desmotivación. “Sufren, pero son las que más cumplen las medidas de la cuarentena”, explica.</p><p style="text-align: justify;">Este estrés tiene causas muy variadas y, sobre todo, simultáneas: la gente siente la amenaza física a la salud y la estrechez financiera, pero también el distanciamiento social “que influye en que no podemos compartir esas angustias con los demás”, dice el psiquiatra y psicoanalista Ariel Alarcón. A pesar de las soluciones tecnológicas para conectar a la gente, el experto cree que no son suficientes. “Somos mamíferos que necesitamos vivazir en manada para regularnos emocionalmente, sentirnos protegidos y seguros, y esos códigos no son verbales”, agrega.</p><p style="text-align: justify;">No poder reunirse genera ansiedad y trauma psicológico por la prolongada exposición a la amenaza. “Si fuera rápido pasa y ya, pero ya llevamos más de tres meses”. De ahí que los expertos en el mundo digan que la próxima pandemia, cuando la de covid-19 se resuelva, será la de salud mental.</p><p style="text-align: justify;">Las teleconsultas de los psiquiatras han aumentado y según Nubia Bautista, funcionaria del Ministerio de Salud, hubo un incremento del 30 por ciento frente al año pasado en las líneas de atención en los territorios. En la destinada a la salud mental ya han recibido 4.600 solicitudes por motivo de la pandemia, de las cuales el 60 por ciento es de mujeres de entre 20 y 54 años. Consultan primordialmente por ansiedad y depresión. “Los más vulnerables tienen mayores privaciones económicas y sociales”, dice. Estos problemas vienen unidos a un aumento de violencia intrafamiliar contra niños y mujeres.</p><p style="text-align: justify;">Cuatro grupos han resultado más afectados, según un estudio hecho por expertos italianos y franceses. Encabezan la lista las personas que han estado directamente en contacto con el virus, como los que tuvieron que pasar 15 días en una unidad de cuidados intensivos, pero también los médicos y el personal de salud, que tienen una de las profesiones más estresantes incluso en tiempos normales. Ejercerla en medio de una pandemia ha resultado en una carga adicional.</p><p style="text-align: justify;">María, una enfermera de un hospital en Medellín, no descansa ni al dormir. Cuando logra conciliar el sueño tiene pesadillas con esta enfermedad, que ya ha matado en Colombia a más de 1.726 personas y en el mundo a más de 433.000. Pero también sufre de insomnio por la incertidumbre de cuándo terminará la crisis o ante la temible llegada del pico de la epidemia. “Me pregunto qué pasará cuando no seamos capaces de hacer más. Qué vamos a hacer cuando no podamos atender más gente”.</p><p style="text-align: justify;">Muchos de ellos han sucumbido a la covid-19 por la constante exposición al virus en las unidades de cuidados intensivos (ucis), como confirma el intensivista José Buelvas. “El miedo es que en cualquier momento podríamos estar del otro lado. Hoy tengo con respiradores a colegas que trabajaron conmigo en la unidad de cuidados intensivos hasta hace unos días. Lo dieron todo para sacar a sus pacientes y hoy están intubados y tengo que atenderlos yo”.</p><p style="text-align: justify;">Los segundos más afectados, según el estudio, son las personas que ya tenían un diagnóstico en salud mental o que biológicamente tienen más propensión a sufrir estos síntomas. Y por último, el estudio considera a quienes siguen a diario las noticias de la covid-19 por todos los canales mediáticos, que han visto sus trastornos mentales exacerbados. El resto de la población, como muestran los estudios, también presenta un aumento de algún síntoma mental. “Todos estamos estresados de alguna manera”, dice Hernando Santamaría, psiquiatra e investigador de la Universidad Javeriana.</p><p style="text-align: justify;">Lo anterior cabe en lo que se espera en situaciones traumáticas como desastres naturales, tema estudiado ampliamente desde la perspectiva de la salud mental. Un estudio con 230 cuidadores de la salud durante la pandemia de SARS en 2003 mostró que 89 por ciento de los que tenían gran riesgo de contagiarse presentaban síntomas mentales negativos. Otro mostró que el miedo relacionado con el contagio del SARS se correlacionaba con los síntomas del síndrome de estrés postraumático.</p><p style="text-align: justify;">El efecto ha aparecido en todo el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, la Fundación Kaiser señala en un estudio que la mitad de la gente siente que su salud mental está alterada. Y así como ha pasado en Colombia, las líneas de atención están saturadas por el estrés emocional de la gente. Algunos estudios muestran que en tiempos de turbulencia económica aumentan los suicidios y el consumo de sustancias psicoactivas. Uno de 2007 sobre la salud mental y la gran depresión de 1929 encontró que por cada punto de incremento en la tasa de desempleo aumentaba en 1,6 por ciento la tasa de suicidios.</p><p style="text-align: justify;">Muchos sienten los síntomas mentales de la pandemia, pero este efecto podría ser transitorio para la mayoría. Eso cree Santamaría, quien predice que subirán 20 por ciento los síntomas, pero que la proporción del trastorno mental como tal será apenas de 3 por ciento, algo no despreciable. Para él la pandemia no es estática y si en los primeros días hubo más angustia, incertidumbre y más dificultades para comprender lo que pasa, el tiempo que ha transcurrido ha ayudado a la gente a aceptar los cambios. Por eso no hay que desestimar la capacidad de las personas para adaptarse. “Cuando las cosas están peor la gente se inventa más recursos para resolver problemas, otros para ayudarse y otros para generar nuevos cambios. Se adaptan angustiados, pero se adaptan”.</p><p style="text-align: justify;">Según lo que sucede en emergencias y desastres, Nubia Bautista cree que 5 por ciento de la población quedará afectada permanentemente. “Redundará en muertes por suicido y en mayor prevalencia de problemas mentales y consumo de sustancias psicoactivas”, dice. Sin embargo, aclara que esta no es una emergencia común y nadie sabe hasta cuándo se va a prolongar.</p><p style="text-align: justify;">Eso mismo piensan otros especialistas, para quienes la pandemia representa un trauma sin precedentes en la historia reciente. Los terremotos y los tsunamis son localizados y la gente sabe que puede escapar si tiene la posibilidad de hacerlo. Y las guerras también son crisis largas, pero el enemigo se reconoce, mientras que con la pandemia cualquier ser humano, hasta un familiar, es una amenaza. Así “no se sabe cómo se vivirá”, dice Alarcón. Sugiere que solo se parece a la experiencia de los secuestrados, aislados de todo contacto social. Eso le da pie para decir que va a haber mucha ansiedad social y miedo a salir por temor a contagiarse o a volver a hacerlo. “Cualquier situación social o de aislamiento podría desencadenar síntomas de estrés postraumático”, dice.</p><p style="text-align: justify;">Preocupa la perspectiva de que no se resuelva y que los problemas se vuelvan crónicos. Además, a pesar de los esfuerzos del Gobierno muchos temen que el país, con la escasez de psiquiatras y psicólogos, no se encuentre preparado para atender una crisis de esta magnitud. “Estos profesionales fueron excluidos de los paquetes de ayuda del Ministerio de Salud porque no los consideran profesionales de primera línea”, dice Alarcón. Si las cosas siguen así, mucha gente quedará sin atención.</p><p style="text-align: justify;">Ante esa realidad solo sirve en este momento poner en práctica estrategias preventivas. De todas –meditar, comer bien, hacer ejercicio y tener rutinas–, la más importante parece ser la conciencia empática, que Alarcón define como entender el sufrimiento del otro en lugar de causárselo. “Es la capacidad de darse cuenta de las emociones propias y de las del otro y establecer un diálogo que satisfagan a ambos”. </p><p style="text-align: justify;">________________________________________</p><p style="text-align: justify;">“Cansado del hp zoom”</p><p style="text-align: justify;">Alejandro Gaviria, 53 años. Académico. Bogotá</p><p style="text-align: justify;">“Hace un mes largo, después de una audiencia virtual en el Congreso (mi quinta reunión del día), subí una foto a Instagram. Aparecía malencarado, mirando hacia la pantalla y con una expresión a mitad de camino entre el desespero y la resignación, iba acompañada de una breve leyenda, ‘cansado del hpta Zoom’. Recibí cientos de mensajes, la mayoría de jóvenes agobiados por el encierro, la soledad y las viejas y nuevas responsabilidades. Me di cuenta, entonces, de que la paciencia colectiva estaba agotándose, que un encierro de muchas semanas nos afecta a todos de muchas maneras.</p><p style="text-align: justify;">No me puedo quejar. He vivido el encierro sin penurias. Trabajo muchas horas, eso sí. La vida laboral y la vida doméstica, que antes tenían fronteras definidas, están ahora mezcladas de día y de noche. Uno ya no sabe cuándo está trabajando y cuándo descansando, que es otra forma de decir que uno nunca está descansando. Todos los días son iguales: de la pantalla a la cama y viceversa. En mi caso, pasear el perro se ha convertido en una especie de terapia diaria.</p><p style="text-align: justify;">Casi todos quienes hemos sufrido una enfermedad seria nos convertimos en hipocondriacos. Tememos lo peor. Sabemos, por experiencia propia, que la salud es un equilibrio precario. Pasé los primeros días del encierro con una ansiedad permanente. Temía contagiarme. Leí obsesivamente los artículos médicos sobre los factores de riesgo. Conocía los síntomas uno a uno con obsesión clínica. Pero todo eso ha ido pasando. Salvo por un ganglio inflamado que me hizo temer una recaída del cáncer, no he vuelto a sentir ansiedad. Puede ser simplemente una forma de adaptación.</p><p style="text-align: justify;">Desde hace años sufro de un insomnio crónico que tiene sus picos agudos. Los primeros días del encierro dormí mejor, paradójicamente. No tenía que madrugar y eso me ayudó. Pero he vuelto a dormir regular. Trato de hacer ejercicio, pero no es suficiente. La sobredosis de pantalla y los cientos de mensajes sin responder, creo, me han vuelto a quitar el sueño. Tengo varios amigos psiquiatras. Me gusta hablar con ellos. Sus advertencias sobre los problemas de salud mental derivados del encierro no pueden ignorarse. La vida social es parte esencial de la vida. Si la perdemos, vamos perdiéndolo todo, poco a poco”.</p><p style="text-align: justify;">_________________________________________</p><p style="text-align: justify;">“Ya no quiero más de esto”</p><p style="text-align: justify;">Alexander, 40 años. Periodista. Bogotá.</p><p style="text-align: justify;">“Un domingo me levanté con dolor de estómago y tuve que ir al hospital. Después de mucha incertidumbre me mandaron a cirugía por una peritonitis. Mientras me operaban, me hicieron la prueba de covid y di positivo, entonces terminé en una uci especial. Cuando desperté tenía sondas y tubos en la boca. El dolor era inimaginable y quería gritar, pero no podía hablar. Era como una película de terror. Enojado, miraba al pedacito de ventana que tenía y me preguntaba por qué estaba ahí. Hoy veo que era el precio a pagar por vivir, porque la lógica era que hubiera muerto. Recuerdo un día que me dio un dolor terrible en la parte baja del estómago. Gritaba ‘¡ayuda!, ¡no puedo más!’, pero los médicos y enfermeras tenían tanta gente que solo podían pasar cada tres o cuatro horas. Alcancé a pensar locuras: veía el cable de llamar al enfermero y pensaba ‘me quiero ahorcar, ya no quiero más de esto’. Pero todo fue pasando y ahora, por fin, estoy en otro lugar del hospital, en donde las cosas siguen difíciles, pero son a otro precio”.</p><p style="text-align: justify;">__________________________________________</p><p style="text-align: justify;">“He llorado a Diario”</p><p style="text-align: justify;">Fernanda, 27 años. literata. Bogotá.</p><p style="text-align: justify;">“He sufrido de ataques de pánico desde hace años. En enero mis niveles de ansiedad empezaron a subir con el brote en China y desde que llegó acá he tenido tres ataques de pánico. Uno fue tras una noticia falsa que decía que una mujer con covid se había desmayado cerca del almacén de mis papás. Me dio una sensación de ahogo, no podía respirar, sentía la tráquea cerrarse. Llamé a mi mamá y le pedí que cerrara la puerta, pero ella dice que le gritaba y decía cosas sin sentido. El segundo pasó a los dos días en un supermercado cuando alguien me tocó el hombro. Tuve que salir a llorar y a tratar de respirar. El tercero fue el peor. En el edificio decidieron limpiar los tanques y no avisaron. Cuando fui a lavarme las manos, no había agua. Ahí perdí el sentido: bajé a la recepción a preguntar qué pasaba y me dijeron ‘ya volverá’. Yo solo quería lavarme las manos, pero no podía. Después de eso lloro a diario. No salí a la calle hasta un mes y medio después. La primera vez que lo hice, regresé a casa temblando</p><p style="text-align: justify;">__________________________________________</p><p style="text-align: justify;">“El miedo me acompaña”</p><p style="text-align: justify;">José Buelvas, 43 años. Médico. Barranquilla.</p><p style="text-align: justify;">“Todos los días estamos viendo pacientes con covid, tenemos que cumplir protocolos estrictos y está la angustia de no cometer una falla que pueda afectar a terceros. Pero también está el miedo a contagiarnos. Sabemos que estamos expuestos al virus más que nadie y que en cualquier momento podríamos estar del otro lado. Pensar que puedo terminar ahí genera mucho miedo; pero no hay tiempo de analizar todo porque hay mucho en juego. Nos protegemos como podemos y entramos a las salas a dar la batalla. En mi caso, el miedo se hizo más evidente por amenazas que recibí. Mi hija está sufriendo mucho; entró en estado de pánico. Yo trato de darle tranquilidad, pero no es fácil cuando la vida nos cambió de un día para otro. Ahora tenemos que movilizarnos con escolta y esperar a que toda esta pesadilla pase. La gente debe entender que los médicos no somos sus enemigos. No estamos en un proceso mecánico en el que no nos importan los pacientes. Tampoco nos lucramos de esta tragedia como muchos piensan. Somos seres humanos y la sociedad no puede sumarnos otro miedo más a todos los que ya tenemos”.</p><p style="text-align: justify;">_____________________________________</p><p style="text-align: justify;">“Así no vale la pena vivir”</p><p style="text-align: justify;">Leonardo, 45 aÑos. Ingeniero. Bogotá.</p><p style="text-align: justify;">“La primera sensación fue de angustia y estrés por el trabajo. Tanto, que un día me metí debajo de las cobijas por dos horas y no salí aunque el celular y el computador no dejaban de sonar. Luego vino la preocupación de no volver a ver a mis papás vivos. Ellos tienen más de 80 años, comorbilidades y no los veo hace meses porque están en Cali y yo en Bogotá. La comida y la bebida han sido mis escapes. Los primeros días tomaba una cerveza, pero desde hace algunas semanas tengo una botella de whisky a diario al lado del computador. El trago me ayuda a dormir, me hace sentir eufórico, pero al día siguiente la carga emocional y física es muy fuerte. Lo que menos me preocupa es que me dé covid. Mi mayor angustia es la ‘nueva normalidad’. Cuando alguien habla de eso no le veo sentido. A mí no me interesa vivir así. Creo que una sociedad así no tiene futuro y eso me lleva a pensamientos existencialistas. Veo mucha desesperanza y creo que el costo mental será altísimo. Hoy le temo al fin de semana porque no hablo con nadie y me siento más solo que nunca”.</p><p style="text-align: justify;">_______________________________________</p><p style="text-align: justify;">“Me daba miedo salir”</p><p style="text-align: justify;">Gonzalo, 40 años. Taxista. Bucaramanga.</p><p style="text-align: justify;">“Antes de la cuarentena trabajaba con aplicaciones de carro, pero como las bloquearon empecé a manejar taxi. Eso me hacía vivir muy estresado, porque a veces tocaba hacer colectivo y siempre tenía miedo de que los policías me sacaran un comparendo. Además, las personas en el taxi solo hablaban del virus y todo eso se fue acumulando hasta que el cuerpo reaccionó de forma brusca. Me daba miedo salir, sentía palpitaciones, sudaba, tenía una presión en el pecho y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. “Fui a la clínica, me hicieron varios exámenes, descartaron una enfermedad cardiaca, pero me dijeron que era una crisis de ansiedad. Duré una semana incapacitado. Me recetaron medicamentos, pero la verdad decidí no tomarlos. Como siempre he sido muy deportista, empecé a hacer ejercicio y a llevar una vida más tranquila. También llamé a la Línea Amiga del Hospital Psiquiátrico San Camilo, me atendió una psicóloga, me dijo que hiciera ejercicios de respiración y activación para tratar el estrés. Antes no podía dormir, me tocaba con pastillas o gotas de valeriana. Ahora duermo más tranquilo, los síntomas han desaparecido poco a poco”.</p><p style="text-align: justify;">_______________________________________</p><p style="text-align: justify;">"Me sentía atrapado en un círculo vicioso"</p><p style="text-align: justify;">Santiago, 25 años. Periodista. Bogotá. </p><p style="text-align: justify;">"Desde hace tiempo tengo cuadros de depresión. Subo y bajo con facilidad. Antes de la cuarentena tuve uno. No tenía trabajo y mientras el mundo parecía tan feliz afuera, yo en cambio, estaba en mi casa encerrado. Fueron tantos días que ni siquiera recuerdo el número. Tal vez ocho o quince. Pero luego encontré trabajo y mi estado de ánimo se niveló. Lo curioso es que en la cuarentena he sentido más ansiedad que depresión. Al principio todo el tiempo me preguntaba hasta cuándo duraría la cuarentena. Estaba encerrado en mi casa, ese lugar que debería hacerme sentir seguro, pero para mí no lo era. Y eso se mezclaba con el miedo de volver salir. Me sentía atrapado en un círculo vicioso. Debido a eso empecé a tomar más alcohol de lo normal. Cada semana me compraba una botella de whisky y con los días el número empezó a subir. A veces era una, luego dos, hasta que en un punto me prendía a diario. Salía a fumar al balcón y se me iban las luces. Estaba en una crisis extraña, Entre beber, fumar marihuana y tomar fluoxetina (un antidepresivo suave) me daba la sensación de que todo el tiempo estaba flotando. Empecé a mezclar todo y fue un grave error. Hoy sigo tomando con frecuencia pero le he bajado. Ya no me siento en ese círculo vicioso porque salgo más de la cuenta. Además empecé a hacer fotos y a escribir para canalizar esa ansiedad. Ya siento que lo pude controlar".</p><p style="text-align: justify;">_____________________________________</p><p style="text-align: justify;">Cómo prevenir</p><p style="text-align: justify;">Según los psicólogos, en el transcurso de la pandemia casi todos experimentarán una alteración en su salud mental. La mayoría, sin embargo, serán pasajeras. Aquí algunos consejos para evitar secuelas a largo plazo.</p><p style="text-align: justify;">- Hable de cómo se siente: ayudará a liberar la tensión y a ponerse en el lugar del otro.</p><p style="text-align: justify;">- Mantenga una rutina: ocupará su mente y le hará sentir que tiene control de su vida.</p><p style="text-align: justify;">- Fortalezca su red de apoyo: las llamadas constantes con amigos y familia reducirán el impacto de la soledad.</p><p style="text-align: justify;">- Coma sanamente: estudios han vinculado la comida chatarra con más riesgo de depresión.</p><p style="text-align: justify;">- Haga ejercicio: libera endorfinas, ayuda a la concentración y mejora el humor y la memoria.</p><p style="text-align: justify;">- Evite los excesos: comer y beber de más solo dan un alivio pasajero. A largo plazo pueden generar hábitos difíciles de dejar.</p><p style="text-align: justify;">- Descanse: el encierro cambió la forma de trabajar, pero es importante encontrar espacios para desconectarse.</p><p style="text-align: justify;">- Busque ayuda: si presenta síntomas permanentes como insomnio o falta de apetito o motivación es tiempo de consultar a un experto.</p>Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-74096732293308307722019-11-07T08:24:00.000-08:002019-11-07T08:25:07.269-08:00Depresión, el trastorno que está consumiendo las vidas de bogotanosPor: Redacción Bogotá - Diario El Tiempo. 06 de noviembre 2019 , 10:46 p.m.<br />
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<i>“La ciudad me agobia. Me levanto de buen ánimo, con muchos proyectos en la cabeza, pero luego ver que el tráfico consume lo mejor de mi día, que me hace pelear con mi pareja, que acaba mi energía, me siento triste y ese sentimiento es cada día más intenso”.</i></div>
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<i>“Me siento frustrado, triste. Estoy harto del sistema educativo. Estudio Derecho, pero las dificultades son muy grandes. Por más que estudio, no logro sacar una nota excelente en los exámenes. La presión es muy grande, siento que los otros son mejores que yo”.</i></div>
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<i>“Todo el tiempo estoy proyectando cosas para mi vida, planeando, escribiendo listas de cosas que hacer. La ansiedad me consume. Lo más triste es que la adrenalina me hace sentir bien mientras concreto las cosas, pero luego de que las logro, eso no me produce felicidad; es como un estado sin sentimientos, plano”.</i></div>
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<i>“Mis papás son muy exitosos, pero solo se la pasan trabajando, incluso los fines de semana, salen temprano y llegan tarde. La única distracción que tengo en la casa son los juegos de video. Lo tengo todo, pero me siento solo. No sé qué hacer. Tengo episodios de pánico inexplicables”.</i></div>
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Y así son incontables las manifestaciones que EL TIEMPO encontró en redes sociales, en institutos de terapia psicológica, en páginas universitarias de personas que contando sus casos piden a gritos que alguien las escuche porque la depresión está consumiendo sus vidas.</div>
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Según cifras de la Secretaría de Salud solicitadas por este diario, solo durante el año 2018 fueron diagnosticados en Bogotá 92.035 casos de depresión, y en lo que ha corrido de este año hasta el mes de agosto, ya van 34.909.</div>
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<img alt="Casos de depresión por localidades" src="https://www.eltiempo.com/files/article_content/files/crop/uploads/2019/11/06/5dc365cfe42e8.r_1573098352275.0-0-1108-831.jpeg" /><br />
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Los expertos de la entidad explican que la depresión clínica es un trastorno del estado anímico, en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida cotidiana durante semanas, y en los peores casos durante años.</div>
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Y ya hay estudios que apuntan a que el caos de la ciudad es un detonante para que más personas terminen padeciendo esta enfermedad. Un estudio de la Universidad de los Andes realizado en 11 ciudades de América Latina reveló que los trancones están asociados a síntomas depresivos. En Bogotá, por ejemplo, 36 % de los encuestados presentaron alteraciones y efectos negativos en su salud mental.</div>
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Otros estudios dan cuenta de que los discursos negativos, cada vez más recurrentes en el ámbito social urbano, también están relacionados con este trastorno.</div>
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Este año, el Servicio de Atención Psicológica (SAP) de la Universidad Nacional detectó que las narraciones de personas con síntomas depresivos se caracterizan por el uso de términos negativos, pesimistas y destructivos para referirse a sí mismos, lo que genera una identidad basada en conceptos desfavorables.</div>
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<i>“Las personas deprimidas se narran y se construyen con palabras como culpa, tristeza, odio, rabia, ansiedad, soledad; a diferencia de las personas que no están en una etapa de depresión, quienes expresan un lenguaje más amplio y se refieren a sí mismas con términos positivos o neutrales”</i>, explicó la psicóloga Zaseth Cristina Arias, estudiante de la maestría en Psicología Clínica de la Unal, quien relacionó las narrativas de los pacientes con problemas psicológicos asociados con la depresión.</div>
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La situación es alarmante en varias localidades, pero las que más casos registran son Kennedy, Usaquén y Teusaquillo. Según el análisis de la SDS, son varias las causas de esta situación. Entre los factores genéticos está la presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar, factores fisiológicos relacionados con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de uniones neuronales, así como por enfermedades relacionadas con alteraciones endocrinas y factores ambientales como el estrés y la ansiedad en los ámbitos laborales y familiares.</div>
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Lo más alarmante es que los casos críticos no tratados terminan en muchas ocasiones en suicidios consumados. Según cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre el 2016 y el 2018 se han registrado en Bogotá 1.090 de estos hechos: 136 en Kennedy, 120 en Suba, 111 en Ciudad Bolívar, agrupan el 33,7 por ciento de los casos que se reportaron en ese lapso.</div>
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<b>¿Qué está haciendo el Distrito?</b></div>
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Cuando se le preguntó al Distrito qué estaba haciendo para atender esta problemática de manera asertiva, respondió que todos los enfermos tienen derecho a la Ruta Integral de Atención para Problemas y Trastornos Mentales y Epilepsia, una estrategia de carácter preventivo y de atención integral que busca garantizar los servicios a los ciudadanos.</div>
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La intención es reducir la morbilidad y la mortalidad por dichas causas.</div>
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Esta ruta comprende el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y la paliación, a través de servicios ambulatorios, internación parcial, urgencias y hospitalización, y según afirmaron, a cargo están especialistas en psiquiatría, psicología, psicología clínica y de la salud, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional, terapia de lenguaje y fisioterapia.</div>
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También, aseguran, hay gestores que visitan los hogares para identificar riesgos en salud mental. Se realiza la valoración por medicina general y se define si el usuario requiere de la atención especializada con profesionales en trabajo social, terapia ocupacional, psicología o psiquiatría.</div>
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Con esta estrategia se ha logrado 117.839 personas tamizadas en los hogares, 12.218 personas inscritas en la ruta y 2.620 personas con atención integral. A su vez, mediante el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Conducta Suicida (Sisvecos) de la Secretaría de Salud, durante 2018 se identificaron 12.640 casos de conducta suicida. Se canalizaron 524 casos para continuar con seguimiento en el hogar y 5.823 casos se encaminaron a los servicios de salud. La estrategia ha funcionado, pero hace falta que toda la sociedad en su conjunto atienda esta situación como lo que es: un problema de salud pública.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-76593583578629042362019-10-08T15:59:00.001-07:002019-10-08T16:02:20.388-07:00La Depresión según la OMS<div style="text-align: justify;">
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<span style="text-align: justify;">Por: Organización Mundial de la Salud - Tomado de la Web de la OMS</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">| 22 de marzo de 2018</span></div>
<span style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: georgia, utopia, "palatino linotype", palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: center;">_______________________________________________</span><br />
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<b>Datos y cifras</b></div>
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<ul>
<li>La depresión es un trastorno mental frecuente. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.</li>
<li>La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.</li>
<li>La depresión afecta más a la mujer que al hombre.</li>
<li>En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio.</li>
<li>Hay tratamientos eficaces para la depresión.</li>
</ul>
<br />
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<b>Generalidades</b></div>
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La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas. La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.</div>
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Aunque hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en muchos países) no recibe esos tratamientos. Entre los obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de personal sanitario capacitados, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta. Otra barrera para la atención eficaz es la evaluación errónea. En países de todo tipo de ingresos, las personas con depresión a menudo no son correctamente diagnosticadas, mientras que otras que en realidad no la padecen son a menudo diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos.</div>
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La carga mundial de depresión y de otros trastornos mentales está en aumento. En una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud adoptada en mayo de 2013 se abogó por una respuesta integral y coordinada de los países al problema de los trastornos mentales.</div>
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<b>Tipos y síntomas</b></div>
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Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves.</div>
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Una distinción fundamental es la establecida entre la depresión en personas con y sin antecedentes de episodios maníacos. Ambos tipos de depresión pueden ser crónicos y recidivantes, especialmente cuando no se tratan.</div>
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<i>Trastorno depresivo recurrente</i>: como su nombre indica, se caracteriza por repetidos episodios de depresión. Durante estos episodios, hay estado de ánimo deprimido, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y reducción de la energía que produce una disminución de la actividad, todo ello durante un mínimo de dos semanas. Muchas personas con depresión también padecen síntomas de ansiedad, alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración e incluso síntomas sin explicación médica.</div>
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Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Las personas con episodios depresivos leves tendrán alguna dificultad para seguir con sus actividades laborales y sociales habituales, aunque probablemente no las suspendan completamente. En cambio, durante un episodio depresivo grave es muy improbable que el paciente pueda mantener sus actividades sociales, laborales o domésticas si no es con grandes limitaciones.</div>
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<i>Trastorno afectivo bipolar</i>: este tipo de depresión consiste característicamente en episodios maníacos y depresivos separados por intervalos con un estado de ánimo normal. Los episodios maníacos cursan con estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, logorrea, autoestima excesiva y disminución de la necesidad de dormir.</div>
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<b>Factores contribuyentes y prevención</b></div>
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La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, traumatismos psicológicos) tienen más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.</div>
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Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.</div>
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Está demostrado que los programas de prevención reducen la depresión. Entre las estrategias comunitarias eficaces para prevenirla se encuentran los programas escolares para promover un modelo de pensamiento positivo entre los niños y adolescentes. Las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir los síntomas depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio para las personas mayores también pueden ser eficaces para prevenir la depresión.</div>
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<b>Diagnóstico y tratamiento</b></div>
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Hay tratamientos eficaces para la depresión moderada y grave. Los profesionales sanitarios pueden ofrecer tratamientos psicológicos, como la activación conductual, la terapia cognitiva conductual y la psicoterapia interpersonal, o medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los antidepresivos tricíclicos. Los profesionales sanitarios deben tener presentes los posibles efectos adversos de los antidepresivos, las posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención (por disponibilidad de conocimientos técnicos o del tratamiento en cuestión) y las preferencias individuales. Entre los diferentes tratamientos psicológicos a tener en cuenta se encuentran los tratamientos psicológicos cara a cara, individuales o en grupo, dispensados por profesionales o por terapeutas legos supervisados.</div>
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Los tratamientos psicosociales también son eficaces en los casos de depresión leve.</div>
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Los antidepresivos pueden ser eficaces en la depresión moderada a grave, pero no son el tratamiento de elección en los casos leves, y no se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera línea en adolescentes, en los que hay que utilizarlos con cautela.</div>
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<b>Respuesta de la OMS</b></div>
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La OMS, entre otras organizaciones, ha elaborado manuales sobre intervenciones psicológicas breves para tratar la depresión, que pueden ser utilizados por trabajadores no profesionales. Un ejemplo de ello es Enfrentando problemas plus (EP+), un manual que explica la utilización de la activación de la conducta, el entrenamiento en relajación, el tratamiento para la resolución de problemas y el fortalecimiento del apoyo social. Además, el manual Terapia de grupo interpersonal (TGI) para la depresión explica la manera de tratar este trastorno. Por último, el manual Pensamiento saludable se refiere a la utilización de la terapia cognitivo-conductual para tratar la depresión perinatal.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-34873769955964841842019-08-05T10:00:00.004-07:002019-08-05T10:00:28.103-07:00Humor Depresivo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
<img alt="Resultado de imagen para chistes sobre depresión" height="400" src="https://i.pinimg.com/originals/67/9e/75/679e75b5902a929fb0b1bc8674e9410e.jpg" width="400" /></div>
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Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-54294127636831267992017-12-27T11:42:00.001-08:002017-12-27T12:09:23.848-08:00Estadísticas: Las 10 entradas más visitadas en 2 años<br />
Por Juan Carlos Alonso, Administrador de este Blog<br />
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En enero de 2018, 2 años después de haber comenzado este Blog de <i>Todo sobre Depresión</i> ofrezco a nuestros visitantes unas estadísticas acerca de las páginas más vistas en este período de tiempo:<br />
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1. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/la-terapia-psicoanalitica-para-el.html" target="_blank">La Terapia Psicoanalítica para el tratamiento de la depresión</a> 4925<br />
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2. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/12/terapia-ocupacional-y-depresion.html" target="_blank">Terapia Ocupacional y depresión: Reconstruyendo vidas</a> 2839<br />
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3. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/08/medicacion-para-la-ansiedad-lo-que.html" target="_blank">Medicación para la ansiedad: lo que usted necesita saber</a> <span style="white-space: pre;"> </span> 2424<br />
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4. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/guia-de-medicamentos-en-la-bipolaridad.html" target="_blank">Guía de Medicamentos en la Bipolaridad </a> <span style="white-space: pre;"> </span> 2297<br />
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5. <span id="goog_314366988"></span><a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/terapia-de-conducta-en-la-depresion.html" target="_blank">Terapia de Conducta en la Depresión</a> <span id="goog_314366989"></span> 1652<br />
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6. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/01/inventario-de-depresion-de-beck_15.html" target="_blank">Inventario de Depresión de Beck</a> 1314<br />
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7. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/psicoterapia-interpersonal-y-otras.html" target="_blank">Psicoterapia Interpersonal y otras terapias en la Depresión</a> <span style="white-space: pre;"> </span> 1217<br />
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8. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/04/enfoque-junguiano-de-la-depresion_23.html" target="_blank">Enfoque junguiano de la depresión</a> <span style="white-space: pre;"> </span> 1194<br />
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9. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/generalidades-sobre-la-depresion.html" target="_blank">Generalidades sobre la Depresión<span style="white-space: pre;"> </span></a> 1184<br />
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10. <a href="https://todoendepresion.blogspot.com.co/2015/02/como-experimentan-la-depresion-mujeres.html" target="_blank">¿Cómo experimentan la depresión distintas poblaciones? </a> <span style="white-space: pre;"> </span> 1149Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-30317435426611742852017-05-28T15:33:00.004-07:002017-12-27T11:08:43.874-08:00"Depresión: hablemos", dice la OMS, mientras la depresión encabeza la lista de causas de enfermedad<span style="text-align: justify;">Por: Organización Mundial de la Salud OMS </span><span style="text-align: justify;">| 4 de abril de 2017</span><br />
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<div style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: georgia, utopia, "palatino linotype", palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">
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Ginebra/Washington, 30 de marzo de 2017 (OMS/OPS)- Se estima que cerca de 50 millones de personas en la Región de las Américas viven con depresión, casi un 17% más que en 2005<br />
<br />
La depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015. La falta de apoyo a las personas con trastornos mentales, junto con el miedo al estigma, impiden que muchos accedan al tratamiento que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.<br />
<br />
Las nuevas estimaciones se han publicado como anticipo previo al Día Mundial de la Salud el 7 de abril, el punto más alto de la campaña anual de la OMS "Depresión: hablemos". El objetivo general de la campaña es que cada vez más personas con depresión, en todo el mundo, busquen y obtengan ayuda.<br />
<br />
La doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, dijo: "Estas nuevas cifras son un llamado de atención a todos los países para que reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia que merece".<br />
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En las Américas, cerca de 50 millones de personas vivían con depresión en 2015, alrededor del 5% de la población. "La depresión nos afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida, y reducir su sentido de la autoestima", señaló la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne. Sin embargo, dijo, "incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado”.<br />
<br />
Una de las barreras para buscar tratamiento son los prejuicios y la discriminación. "El continuo estigma asociado con la enfermedad mental fue la razón por la que decidimos nombrar nuestra campaña Depresión: hablemos", sostuvo el director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, Shekhar Saxena.<br />
<br />
<b>Necesidad urgente de mayores inversiones</b><br />
<br />
Un aumento en la inversión también es necesario. En muchos países, no hay, o hay muy poco, apoyo disponible para las personas con trastornos de salud mental. Incluso en los países de ingresos altos, casi el 50% de las personas con depresión no reciben tratamiento. En promedio, sólo el 3% de los presupuestos de salud de los países se invierte en salud mental, variando de menos del 1% en los países de bajos ingresos al 5% en los países de altos ingresos.<br />
<br />
La inversión en salud mental beneficia el desarrollo económico. Cada dólar invertido en la ampliación del tratamiento para la depresión y la ansiedad conduce a un retorno de 4 dólares en mejor salud y habilidad para trabajar. El tratamiento por lo general implica una psicoterapia o medicación antidepresiva o una combinación de los dos. Ambos enfoques pueden ser proporcionados por trabajadores de salud no especializados, siguiendo un curso corto de capacitación y utilizando la Guía de Intervención de mhGAP de la OMS. Más de 90 países -23 de ellos de las Américas-, de todos los niveles de ingresos, han introducido o ampliado programas que proporcionan tratamiento para la depresión y otros trastornos mentales usando esta guía.<br />
<br />
La falta de acción es costosa. Según un estudio dirigido por la OMS, que calculó los costos de tratamiento y los resultados de salud en 36 países de ingresos bajos, medios y altos durante los 15 años que van de 2016 a 2030, bajos niveles de reconocimiento y acceso a la atención de la depresión y otros trastornos mentales comunes, como la ansiedad, resultan en una pérdida económica global de un billón de dólares cada año. Las pérdidas son incurridas por los hogares, los empleadores y los gobiernos. Los hogares pierden financieramente cuando la gente no puede trabajar. Los empleadores sufren cuando los empleados se vuelven menos productivos y son incapaces de trabajar. Los gobiernos tienen que pagar mayores gastos de salud y bienestar.<br />
<br />
En las Américas, casi 7 de cada 10 personas con depresión no reciben el tratamiento que necesitan. "Debemos actuar ahora para cerrar la brecha que separa a las personas con trastornos mentales de los servicios de salud que necesitan", abogó la jefa de la Unidad de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OPS/OMS, Dévora Kestel.<br />
<br />
<b>Riesgos para la salud </b><br />
<br />
La OMS ha identificado fuertes vínculos entre la depresión y otros trastornos y enfermedades no transmisibles. La depresión aumenta el riesgo de trastornos por uso de sustancias y enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón; lo contrario también es cierto, lo que significa que las personas con estas otras condiciones tienen un mayor riesgo de depresión.<br />
<br />
La depresión también es un factor de riesgo importante para el suicidio, que reclama cientos de miles de vidas cada año.<br />
<br />
El doctor Saxena señaló: "una mejor comprensión de la depresión y cómo se puede tratar, aunque esencial, es sólo el comienzo. Lo que tiene que seguir a continuación es la ampliación sostenida de los servicios de salud mental accesibles a todos, incluso a las poblaciones más remotas del mundo".<br />
<br />
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más.<br />
<br />
Además, las personas con depresión normalmente padecen varios de los siguientes: pérdida de energía; cambio en el apetito; dormir más o menos; ansiedad; concentración reducida; indecisión; inquietud; sentimientos de inutilidad, culpa o desesperanza; y pensamientos de automutilación o suicidio.<br />
<br />
.<br />
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Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-53849439857867457142017-05-28T15:09:00.003-07:002017-12-27T11:09:00.887-08:00Entre deprimidos y felices<span style="text-align: justify;">Por: Editorial - Tomado de </span><a href="http://www.eltiempo.com/opinion/editorial/entre-deprimidos-y-felices-6-de-marzo-de-2017-64546" target="_blank"><span style="text-align: justify;">El</span><span style="text-align: justify;"> </span></a><span style="text-align: justify;"><a href="http://www.eltiempo.com/opinion/editorial/entre-deprimidos-y-felices-6-de-marzo-de-2017-64546" target="_blank">Tiempo</a> </span><span style="text-align: justify;">| 6 de marzo de 2017</span><br />
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<div style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: georgia, utopia, "palatino linotype", palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">
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Ya es hora de levantar el velo a la depresión y ubicarla en su verdadera dimensión.</div>
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La depresión es hoy la enfermedad mental más común, tanto que su incidencia creciente –tiene a 322 millones de personas enfermas en el mundo– ha desplazado a otros trastornos más publicitados, como la ansiedad y el estrés; condiciones que, sumadas a las pérdidas ocasionadas por este mal, en términos de recursos y vida saludable, tienen en alerta a las autoridades sanitarias del planeta.</div>
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<br /></div>
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No en vano, los investigadores la califican de pandemia silenciosa y otros, más coloquiales, la llaman la ‘gripa psicológica’, dada su cotidiana presencia en todos los niveles de la sociedad. En Colombia, por ejemplo –según la Organización Mundial de la Salud, que acaba de publicar un inquietante informe al respecto–, 4,7 por ciento de la población convive con este diagnóstico. Unas décimas por encima del promedio mundial (4,4 por ciento), con lo cual nadie puede quedar tranquilo.<br />
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<br /></div>
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Esto, en razón a que estudios locales y voces autorizadas, como la de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (Apal), aseguran que bajo este promedio se esconde una realidad mucho más dramática, sobre todo en niños, ancianos y mujeres, en los que estas cifras pueden alcanzar rangos de entre el 13 y el 19 por ciento, con el agravante de que solo uno de cada diez de estos enfermos recibe el tratamiento que requiere.</div>
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<br /></div>
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Y aunque resultaría fácil buscar los responsables en el sistema de salud, que, dicho sea de paso, sí presenta evidentes grietas en la forma de atender a esta población, lo cierto es que la marcada estigmatización que padecen estos enfermos, en un país que se jacta de estar en el podio de los más felices, pesa más en el momento de atacar de frente tan grave problema. Todo porque las víctimas prefieren callar y padecer en solitario esta tragedia, que muchos les minimizan al considerarla un mero quiebre de la voluntad.</div>
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<br /></div>
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Ya es hora de levantarle el velo a la depresión, limpiarla de eufemismos y ubicarla en su verdadera dimensión. Solo así se podrán frenar sus crecientes daños, que, de cualquier manera, ya nos afectan a todos.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-80764885774183690262017-05-28T15:02:00.004-07:002017-12-27T11:09:12.486-08:00Test: ¿ha pensado si sufre de depresión, la epidemia universal?<span style="text-align: justify;">Por: Salud - Tomado de </span><span style="text-align: justify;">El</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Tiempo </span><span style="text-align: justify;">| 7 de mayo de 2017</span><br />
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<div style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: georgia, utopia, "palatino linotype", palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">
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Este trastorno causa 800.000 muertes al año y la OMS le dedica el Día Mundial de la Salud al tema.</div>
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Se podría decir que la depresión es una enfermedad universal. Y no sería una exageración, porque a diferencia de tantos males que afectan a la humanidad, esta ataca sin distingo a personas de todas las edades, todas las condiciones sociales y todos los países.</div>
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<br /></div>
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La cifra es fría. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que son más de 322 millones de personas en todo el planeta (el por 4,4 ciento de la población) quienes sufren de este trastorno mental que tiende a refugiarse en el silencio y el desconocimiento. Justamente por eso, el ente que dicta los lineamientos sanitarios aprovechó su jornada anual, este viernes 7 de abril, para difundir las aristas de este mal. </div>
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<br /></div>
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Para no ir muy lejos, hace apenas dos meses, en febrero pasado, la misma OMS reveló las estadísticas más actualizadas sobre el alcance de la depresión en el mundo. Y ahí Colombia se ubica por encima del promedio global, con un 4,7 por ciento de su población afectada. Son unos 2,4 millones de colombianos los afectados, que equivale a todos los habitantes de Cali, la tercera capital del país.<br />
<br />
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Y aunque en el informe de la OMS otros de la región como Brasil, Cuba, Paraguay, Chile y Uruguay estuvieron peor posicionados que Colombia –con prevalencias por encima de los cinco puntos–, no deja de preocupar la expansión incesante de la depresión, considerada, desde ya, como la enfermedad más frecuente del mundo para el 2020, por encima de otras como las cardiovasculares y el cáncer.</div>
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<br /></div>
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Esa expectativa es exacerbada, por ejemplo, por factores como la falta de atención. Se calcula que más de la mitad de los afectados en el mundo y más del 90 por ciento en muchos países no reciben los tratamientos necesarios, cosa que impulsa a que cada año cerca 788.000 personas mueran por esta causa, la mayoría por suicidio.</div>
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<br /></div>
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El psiquiatra Jorge Téllez, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría Biológica, asevera, justamente, que comportamientos suicidas se pueden explicar porque la depresión, una enfermedad crónica e invalidante, “limita la autoestima, altera las relaciones interpersonales, disminuye las funciones cognitivas y los desempeños laboral y académico”.</div>
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Hay que sumar como detonantes la falta de personal médico capacitado –que lleva a evaluaciones clínicas inexactas o erróneas– y la estigmatización que tienen los trastornos mentales.</div>
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El relator especial de la ONU sobre el derecho a la salud, Dainius Püras, afirmó esta semana, de cara al día mundial de la salud, que hay “crecientes pruebas” que sugieren un vínculo entre la depresión y adversidades en la infancia temprana, desigualdades, inseguridad y violencia y su efecto desproporcionado en personas vulnerables como las afectadas por la pobreza y la exclusión social.</div>
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<b>En ancianos, un problema mayor</b></div>
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Los adultos mayores conforman el grupo más afectado por la depresión. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), este trastorno alcanza una prevalencia que bordea el 10 por ciento de esta población; “casi el doble del promedio nacional que es de 4,7 por ciento”, dice Rodrigo Córdoba, presidente de la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría.</div>
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<br /></div>
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Pero estos promedios palidecen, según Marcela Álzate, presidenta de la ACP, con el 37 por ciento de prevalencia de depresión en personas mayores que han estado en unidades de cuidado crítico. “Es como decir que más de la tercera parte de los ancianos que tienen enfermedades graves padecen depresión, con el agravante de que la mayoría de las veces no se les ha atendido de manera integral”, asegura la especialista.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A esto se suma un problema mayor y es que los síntomas depresivos en estas edades configuran, en sí mismos, factores de riesgo para la aparición de cuadros demenciales. Esto bajo la hipótesis, dice Córdoba, de que el daño en las arterias cerebrales –común en estas edades– favorece la aparición de cuadros cognitivos y depresivos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Otro aspecto que torna difícil la aproximación a este mal en los ancianos son los antecedentes de patologías mentales diferentes, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia, porque frente a un diagnóstico de depresión, puede confundirse un primer episodio con la agudización de un problema que ya existía.</div>
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También son factores de riesgo en estas edades las enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiovasculares y el cáncer, las cuales, se ha comprobado, profundizan el aislamiento, la soledad y la escasa interacción social de los mayores y producen desenlaces emocionales encabezados por la depresión. “Esto es dramático y silencioso, sobre todo, en las mujeres, porque parece que en ellas existe una predisposición mayor para adquirir este mal”, dice Córdoba.</div>
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<b>Amenaza en los niños</b></div>
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Aunque en Colombia no existen cifras oficiales, en las consultas de psiquiatría pediátrica se ha evidenciado un incremento de depresión en niños. La mitad de ellos padece este cuadro. Esta situación, sumada a la dificultades técnicas para hacer un diagnóstico correcto de esta patología en niños, oculta un problema que puede tener desenlaces graves. Es urgente ubicar la depresión infantil en el lugar adecuado desde el punto de vista sanitario y social. La genética y la herencia determinan la predisposición a esta patología, que puede ser detonada por factores ambientales y sociales.</div>
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Las teorías planteadas por la psicoendocrinología relacionan de manera causal la depresión en la infancia con factores como: embarazo no deseado, maternidad temprana, carencias económicas y maltrato de las madres. De igual forma la ausencia del padre, la inclusión en una escuela desarticulada de procesos de construcción de valores y que replica las amenazas del hogar. Si a esto se agrega el abandono en la infancia, el maltrato y las carencias en estas edades, es fácil entender el desborde de la depresión. El sistema de salud debe incluirla en sus modelos de atención. </div>
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Por: Olga Albornoz Salas. Psiquiatra de niños.</div>
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<b>Una tristeza que no se va</b></div>
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La depresión es una grave enfermedad que afecta física y mentalmente el modo de sentir y pensar, al punto que convoca deseos de alejamiento y de abandono y empuja a quienes la padecen a una descomunal falta de interés y de gusto por las cosas más elementales.</div>
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Es una inmensa tristeza o melancolía que no se va y que, al contrario, se afianza con los días. Con ella están sensaciones de inutilidad y desesperanza que invitan, perversamente, a los afectados a darse por vencidos, con el agravante de que se desencadenan tensiones personales que refuerzan una trágica espiral de angustia y desespero.</div>
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Pero esto no es todo, porque a esta comparsa se pueden sumar síntomas como insomnio, pérdida del apetito o ganas irrefrenables de comer, irritabilidad, culpa, cansancio e incapacidad para concentrarse; los mismos que muchas veces desvían la atención del cuadro depresivo y terminan por orientar malos diagnósticos y tratamientos.</div>
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<b>Puede ser tratada</b></div>
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Según la Asociación Colombiana de Psiquiatría; Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU., a pesar de ser una patología deletérea en toda su dimensión, es posible tratarla de manera efectiva. Todo empieza con un diagnóstico temprano y acertado de un especialista. En la intervención terapéutica se encuentran los medicamentos y la psicoterapia, por separado o combinados, según la severidad de los síntomas, los antecedentes de la enfermedad y la preferencia de los pacientes.</div>
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Lamentablemente, muchas personas no buscan tratamientos por temor a ser señalados como dementes o faltos de carácter o por considerar que es un cuadro pasajero que puede ser abordado con fuerza de voluntad y de manera autónoma. Ideas erróneas que agravan la situación.</div>
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Los medicamentos buscan restablecer el equilibrio de sustancias que favorecen el ánimo en el cerebro. Son los antidepresivos que no generan dependencia, de los que existen diferentes tipos y que requieren de un tiempo, medido en semanas, para que produzcan efectos. De ahí que requieren disciplina de los pacientes a la hora de consumirlos y control regular del médico para ajustar la dosis cuando se deba.</div>
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En la psicoterapia existen diferentes tipos que se pueden brindar de manera individual, familiar o grupal, según las condiciones de cada paciente.</div>
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Las estadísticas muestran que si los abordajes terapéuticos son oportunos y adecuados, ocho de cada diez pacientes obtienen mejoría clínica evidente.</div>
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<b>Test para saber si los signos lo acechan</b></div>
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Si sospecha que usted o alguien cercano padece de depresión, aplique y conteste el siguiente cuestionario que le ayudará a identificarla. Hágalo honestamente y lea dos veces cada pregunta.</div>
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¿Está confundido, porque no sabe si está triste o enfermo de depresión?</div>
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¿Se siente triste, ansioso, o tiene un sentimiento de vacío permanente?</div>
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¿Tiene sentimientos de culpa, no le encuentra sentido a su vida, o está desesperado?</div>
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¿Tiene problemas para concentrarse, memorizar o tomar decisiones?</div>
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¿Se siente muy cansado, débil o sin energía?</div>
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¿Tiene problemas para dormir, padece de insomnio o se da cuenta de que está durmiendo demasiado?</div>
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¿Ha perdido el apetito y el interés en comer, o por el contrario encuentra que está comiendo todo el tiempo?</div>
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¿Se siente irritado o desesperado?</div>
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¿Tiene dolores y sufrimientos que no se alivian por más que lo ha intentado?</div>
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¿Ha perdido interés en actividades que antes disfrutaba, incluyendo el sexo?</div>
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¿Tiene sentimientos como desespero, abandono, pesimismo o desesperanza?</div>
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¿Tiene pensamientos suicidas o de muerte?</div>
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<b>Resultados:</b></div>
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Consulte de manera inmediata con un especialista si:</div>
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Ha tenido cinco o más de estos síntomas por más de dos semanas o si dos de ellos le están afectando su vida.</div>
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Nota: tenga en cuenta que esto es una guía, no una herramienta de diagnóstico certero.</div>
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Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-87100398774815307082017-05-28T14:43:00.001-07:002017-12-27T11:09:24.452-08:00Guía para estar a kilómetros de la depresión<span style="text-align: justify;">Por: Salud - Tomado de </span><a href="http://www.eltiempo.com/vida/salud/cifras-sobre-depresion-en-colombia-y-en-el-mundo-segun-la-oms-61454" style="text-align: justify;" target="_blank">El </a><span style="text-align: justify;"><a href="http://www.eltiempo.com/vida/salud/guia-para-superar-la-depresion-91510" target="_blank">Tiempo</a></span><span style="text-align: justify;"><a href="http://www.eltiempo.com/vida/salud/guia-para-superar-la-depresion-91510" target="_blank"> </a>| 23 de mayo de 2017</span><br />
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<div style="text-align: center;">
<div style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: georgia, utopia, "palatino linotype", palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">
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Un nuevo libro que orienta y ayuda a quienes padecen esta enfermedad. Entrevista con la autora</div>
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Luego de superar un episodio agudo de depresión mientras estudiaba en Estados Unidos, Alexandra González, maestra en artes y traductora, escribió el libro <i>El mundo de la gratitud</i>. Su testimonio será pieza central del Congreso Internacional ‘Reposando en el nido del águila’, que se realizará en Bogotá este sábado. Entrevista.</div>
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<b>¿Cuándo se dio cuenta de que tenía depresión?</b></div>
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Vi que mis niveles de sensibilidad eran cada vez mayores, lloraba por todo, me angustiaba, empecé a tener una visión fatalista del mundo y, en consecuencia, empecé a padecer insomnio e inapetencia.</div>
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<b>¿Cómo era esa lucha interna para superar la depresión?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Era una situación paradójica. Quería salir de esa situación de pesadumbre, pues en mi interior creía en la felicidad y la esperanza. Pero querer no era suficiente, seguía teniendo los mismos hábitos de soledad y aislamientos, lloraba constantemente, desesperanzada y sin pedir ayuda.<br />
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<a name='more'></a><br /></div>
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<b>En su caso, la depresión iba acompañada de soledad... </b></div>
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¡Es un peligro! Pues es sentirse erróneamente incomprendida. Es hacer un megaenfoque en uno mismo y sus ‘magnos’ problemas, ignorando que el mundo es más grande que uno mismo. De hecho, al socializar, ayudar a otros y compartir con ellos es que vienen las salidas, las ideas, los descubrimientos y la satisfacción que da el vivir lejos de una vida egoísta.</div>
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<b>Cuando estudiaba en Estados Unidos, se agudizó la depresión en su vida</b>. </div>
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Fue un momento de quiebre, precedido de un afán por salir de mi país, pues estaba cansada de todo y de todos. Estuve en un lugar rural en Montana, en donde sufrí afrentas por ser latina, lo cual despertó en mí sentimientos como tristeza y ansiedad. Además, no entendía qué me decían en inglés, y me frustré.</div>
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Mi propósito era mejorar mi inglés. Al comienzo fue difícil y frustrante. Estudiaba con norteamericanos, y no tuve oportunidad de tener amigos de otras culturas. Así, mis niveles de estrés subieron y solo quería ser excelente académicamente para demostrar que todos somos inteligentes y capaces, y que el intelecto va más allá de ser latino o de primer mundo.</div>
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<br /></div>
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<b>¿Cuál fue el punto de quiebre de esta afección ? </b></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando algo que había iniciado en el área emocional afectó mi área espiritual y física. De la angustia, preocupación, soledad y frustración pasé al insomnio, inapetencia y a tener delirios. Llegué a estar internada en clínica con unos dolores de cabeza que se alcanzaron a diagnosticar como amnesia y esquizofrenia depresiva.</div>
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<b>¿Por qué escribió el libro?</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Me di cuenta de que siendo agradecida mantengo la depresión a kilómetros. Ser agradecido trae felicidad y plenitud. Alguien depresivo ve lo negativo, se queja, no ve soluciones y está del lado del pesimismo. El agradecido ve salidas, aprecia lo que tiene y está preparado para ser promovido. Así que empecé a hacer listados de gratitud que redundaron en el libro, fruto del trabajo en equipo y anhelo por ayudar a otros.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-23661324510875707792017-05-28T14:34:00.000-07:002017-12-27T11:09:42.707-08:00Depresión en Colombia es más alta que el promedio en el mundo<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="text-align: justify;">Por: Salud - Tomado de </span><a href="http://www.eltiempo.com/vida/salud/cifras-sobre-depresion-en-colombia-y-en-el-mundo-segun-la-oms-61454" style="text-align: justify;" target="_blank">El Tiempo</a><span style="text-align: justify;"> | 24 de febrero de 2017</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<div style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
_______________________________________________</div>
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<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><br /></span>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la depresión, un mal que afecta al 4,4 por ciento de la población del planeta,<span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ubica a Colombia por encima del promedio mundial, lo que genera preocupación entre las autoridades en este tema.</span></span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Según la OMS, este trastorno mental afecta al 4,7 por ciento de los colombianos, un porcentaje que, según algunos estudios desarrollados en el país, podría llegar hasta los 19 puntos.</span></div>
</div>
<div id="videoread" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div id="sas_intextContainer_6461114" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div id="sas_relDiv_6461114" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 0px; margin: 0px auto 5px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; width: 580px; z-index: 0;">
<div id="sas_absDiv_6461114" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 1px; margin: 0px; opacity: 0; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px; position: absolute; vertical-align: baseline; width: 580px; z-index: 0;">
<div class="" id="sas_player_6461114" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; width: 580px;">
<div class="sas-container sas-linear" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; left: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: absolute !important; top: 0px; vertical-align: baseline; width: 580px; z-index: 101;">
<div class="sas-reset" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; width: 580px;">
<div class="sas-screen sas-floating sas-stretch" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; left: -9999px; margin: 0px; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px; position: absolute; top: -9999px; vertical-align: baseline; width: 580px; z-index: 1;">
<div class="sas-reset" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline; width: 580px;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><video playsinline="playsinline" preload="true" src="http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/cifras-sobre-depresion-en-colombia-y-en-el-mundo-segun-la-oms/no" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 406px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 580px;" webkit-playsinline="webkit-playsinline"></video></span></div>
</div>
<div class="sas-ctrl-loader sas-enable" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; height: 36px; left: 50%; margin: -18px 0px 0px -18px; outline: 0px; padding: 0px; position: absolute; top: 50%; vertical-align: baseline; width: 36px; z-index: 3;">
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; display: inline-block; height: 36px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: middle; width: 36px;">
<div style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); text-align: start;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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</div>
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</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Aunque la investigación no profundiza en los resultados puntuales sobre el país –se trata de un informe global basado en cifras del 2015–, sí permite contrastar cómo estamos respecto al resto del mundo, <span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">donde unas 322 millones de personas viven con depresión, entre quienes las mujeres, los jóvenes y los ancianos son los más propensos.</span></span></div>
</div>
<div id="pauta_inReadB" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div class=" no-tag-publicidad " data-cb-ad-id=" no-tag-publicidad " data-cb-campaign-id="campa_ no-tag-publicidad " data-cb-creative-id="creat_ no-tag-publicidad " id="pauta_smart_9345" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div id="sas_9345" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">En el contexto regional, a Colombia no le fue tan mal en el informe de la OMS. <span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">En América Latina, Brasil es el país con mayor prevalencia de depresión, con 5,8 por ciento, seguido de Cuba (5,5) y Paraguay (5,2). Chile y Uruguay tienen el 5 por ciento</span>; Perú, 4,8, mientras que Argentina, Costa Rica y República Dominicana muestran, igual que Colombia, un 4,7 por ciento.</span><br />
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"></span><br />
<a name='more'></a><span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><br /></span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">La depresión, conocida también como trastorno depresivo mayor o depresión unipolar, es una enfermedad mental capaz de causar numerosos síntomas psicológicos y físicos. Su síntoma más conocido es una tristeza profunda y prolongada.</span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">El documento de la OMS, revelado en Ginebra (Suiza), también estableció que la depresión es 1,5 veces más común entre las mujeres que en los hombres.</span> Y tres grupos de edad son particularmente vulnerables: jóvenes, mujeres embarazadas y en estado de posparto –a un 15 por ciento se le diagnosticaría depresión en el futuro– y los ancianos, especialmente los jubilados.</span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">De hecho, el Estudio Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (Sabe 2015), revelado por el Ministerio de Salud el año pasado, confirmó que<span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> cuatro de cada 10 personas mayores de 60 años habían tenido algún síntoma depresivo, fundamentalmente por falta de recursos económicos.</span></span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">El documento de la OMS evidenció también que la depresión no deja de expandirse. En la última década, del 2005 al 2015 aumentó en 18,4 por ciento su alcance, y, según Dinesh Bhugra, presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría –que representa a más de 200.000 profesionales de esta disciplina–, para el 2020 esta enfermedad será la más frecuente en el mundo, por encima de las cardiovasculares y el cáncer.</span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Al año, apunta el informe, la depresión cobra la vida de 788.000 personas, sobre todo por suicidio. <span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Y si bien la propia OMS recalca que hay tratamientos eficaces para combatirla, reconoce que más de la mitad de los afectados en el mundo (y más del 90 por ciento en muchos países) no los reciben.</span></span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">El documento de la OMS también resaltó los obstáculos para acceder a los tratamientos. Entre otros, la falta de recursos y de personal médico capacitado, la estigmatización que tienen los trastornos mentales y una evaluación clínica inexacta o errónea.</span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">La estadística en Colombia respalda la afirmación de la OMS. La Asociación Colombiana de Psiquiatría indica que solo uno de cada 10 colombianos con depresión recibe tratamiento adecuado, y la más reciente Encuesta Nacional de Salud Mental (2015) señala que solo el 38,5 por ciento de los adultos entre 18 y 44 años que solicitaron algún tipo de atención en salud mental la recibieron.</span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Las pérdidas no son solo en vidas. Económicamente, por motivos como la caída en la productividad, la apatía o la falta de energía, cuesta mundialmente más de 1 billón de dólares, calculó la OMS.</span> “La depresión es lo que contribuye en mayor parte a años vividos con discapacidad. Por lo que es una causa principal de discapacidad en el mundo actualmente”, dijo el médico Dan Chisholm, del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.</span></div>
</div>
<div class="intertitulo" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><i>La depresión, un grave problema de salud pública</i></span></div>
</div>
<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Aunque el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica a Colombia con unas cifras por encima de los promedios mundiales, lo cierto es que de acuerdo con autoridades locales expertas en el tema, la depresión en el país podría ser sensiblemente superior a los datos de la agencia internacional, aunque hay que decir que no hay claridad en las cifras de Colombia.</span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Rodrigo Córdoba, presidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (Apal), advierte que Colombia cuenta con cuatro estudios oficiales de salud mental (1993, 1999, 2004 y 2013), los cuales muestran que las cifras de este trastorno se ubican en todos los grupos de edad entre el 12 y el 19 por ciento.</span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Sin embargo,<span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> la Encuesta Nacional de Salud Mental hecha en el 2015 ubica la depresión mayor en general en un 4,3 por ciento en toda la población, siendo 5,4 por ciento en mujeres y 3,2 por ciento en hombres.</span></span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Más allá de las cifras, Marcela Alzate, presidenta de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, asegura que estos porcentajes son más elevados en los adolescentes, y significativamente más altos en la tercera edad, con una afectación en mujeres en una relación de 2 a 1 con respecto a los hombres.</span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Córdoba considera que la mayoría de los casos pasan sin tratamiento porque casi todos los pacientes normalizan la enfermedad, es decir, piensan que es parte normal de la vida. Además, el psiquiatra asegura que algunas personas somatizan el trastorno y lo relacionan con problemas físicos como consecuencia de dolores y otras enfermedades por las cuales consultan sin encontrar diagnóstico.</span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="-webkit-font-smoothing: antialiased; background-color: rgba(255, 255, 255, 0); border: 0px; box-sizing: border-box; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Pero también porque socialmente se ‘psicologiza’ este mal a partir de explicaciones relacionadas con reacciones normales frente a situaciones de la vida cotidiana y no piensan que es una enfermedad.</span></div>
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<div style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 25px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<span style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">No obstante, los dos especialistas insisten en que quizás una de las principales dificultades para categorizar este problema en su verdadera dimensión radica en que la sociedad estigmatiza las enfermedades mentales, al punto de que quienes las padecen se consideran vergonzantes. Aquí, dice Alzate, “el equilibrio emocional también se rompe”</span><span style="background-color: white; color: #393939; font-family: "roboto_slabregular"; font-size: 16px; line-height: 1.5;">.</span></div>
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Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-34200930210808005612017-01-10T17:14:00.000-08:002017-12-27T11:09:59.173-08:00Rachel Kelly: Lo que aprendí de la depresión y lo que algunos doctores no te dicen<div style="text-align: justify;">
Por: María Fernanda - Tomado de <a href="https://www.psyciencia.com/2016/14/rachel-kelly-lo-que-aprendi-de-la-depresion-y-lo-que-algunos-doctores-no-te-dicen/" target="_blank">PSYCIENCIA </a>| 14 de enero de 2016</div>
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Recuerdo la primera vez que hablé con una persona diagnosticada con depresión sobre su trastorno. Nunca antes había visto un pastillero. El suyo tenía marcados los siete días de la semana en las tapas y era lo suficientemente grande para que entraran las cuatro o cinco pastillas diarias que consumía.</div>
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No conversamos mucho (quizás los hechos de que yo fuera adolescente y que nos conocíamos hacía muy poco tiempo pudieron haber influido), pero fue suficiente para dejarme pensando en las cosas que me contó. Me resultó muy intrigante escuchar (por primera vez) que un trastorno de salud mental pudiera tener tantas repercusiones en la salud física, y que fueran así de terribles. Hoy pienso en todas los otras cosas que esta persona pudo haber pasado, que eran inimaginables para mí en ese momento: cómo pudo haber afectado a su trabajo, o a sus relaciones familiares y con otras personas, por ejemplo.</div>
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Rachel Kelly, es una ex periodista del London Times y autora del libro <i>Black Rainbow: How Words Healed Me, My Journey Through Depression</i> (Quercus USA) (Arcoiris Negro: Cómo me curaron las palabras, Mi viaje a través de la depresión). Ella, al igual que muchos, antes de padecer depresión tenía una visión limitada de lo que este trastorno significa y trae aparejado. A lo largo de los años fue descubriendo por medio de la experiencia varios aspectos de la depresión que no solo eran nuevos para ella, sino que además son asuntos poco hablados tanto en el consultorio médico como entre pares.<br />
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Rachel escribió un artículo muy interesante titulado “Lo que aprendí de la depresión y lo que algunos doctores no te dicen,” en el cual comparte enseñanzas que le ha dejado la experiencia de atravesar por la depresión, con un claro objetivo en la mira: “solo con una discusión más abierta y realista de esta enfermedad podemos reducir el estigma y explorar nuevas curas.”</div>
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Comparto con ustedes una traducción de su artículo.</div>
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Antes de sufrir depresión clínica, pensaba que “estar deprimida” significaba un descenso lento en el letargo y el bajo estado de ánimo. La depresión puede de hecho presentarse de esta manera. Pero mi experiencia fue distinta.</div>
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Lo primero que descubrí es que la depresión puede golpear repentinamente. A las 6 p.m. una tarde hace 12 años, yo era una madre de 38 años de edad que recientemente había dado a luz a gemelos. También era una ex periodista del <i>London Times</i>, dando una ruidosa fiesta en el vecindario. Estaba intentando tenerlo todo. Pocas horas después, era suicida.</div>
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Puedo recordar el momento en que supe que había perdido mi batalla contra un enemigo terrorífico. Nuestra casa en la pequeña Notting Hill, Londres Oeste, estaba llena con familiares, amigos y vecinos para nuestra fiesta anual de Navidad: habían periodistas, abogados y escritores, así como políticos conservadores, incluyendo varios que podrían postularse para dirigir el país. También estaban los colegas de mi esposo Sebastian, que en ese momento era un banquero junior en Goldman Sachs.</div>
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Yo estaba tratando de ser la anfitriona consumada, haciendo que extraños se conozcan como si estuviera coreografeando un baile elaborado. Pero mi error fue pausar brevemente para respirar en la cocina en medio de las copas sucias y las bandejas vacías. En ese momento, sentía como si una trampa se hubiera abierto, y yo estuviera cayendo. Se sintió como si yo estuviera en un avión que estaba a punto de estrellarse.</div>
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Esta es la segunda cosa que aprendí sobre la depresión: puede presentarse con síntomas físicos alarmantes. Los míos incluyeron náuseas – me sentía como si estuviera a punto de vomitar y no podía comer. Y pensé que estaba teniendo un ataque cardíaco – mi corazón latía salvajemente.</div>
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El síntoma más desagradable fue una activa sensación de miedo porque un desastre estaba por ocurrir. Algo terrible iba a pasar y yo no podía hacer nada para detenerlo.</div>
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Un psiquiatra me dio pastillas para dormir, las que me ayudaron a descansar. Pero cuando me despertaba, todos los síntomas volvían. Pronto estaba tomando antidepresivos para tratar mi ansiedad, beta bloqueadores para frenar mi corazón acelerado, otras drogas para reducir las náuseas, y pastillas para dormir a la noche.</div>
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El Dr. John Horder, un ex presidente del Britain’s Royal College of General Practitioners (Colegio Real Británico de Médicos Generales), una vez vinculó los efectos físicos de la depresión a dolores coronarios. Dijo que si tuviera que elegir entre sufrir cólicos renales, un ataque cardíaco, o un episodio de depresión severa, el evitaría la depresión.</div>
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Un tercer aspecto que descubrí de la depresión, que los psiquiatras naturalmente no tienden a compartir, es el tiempo que puede tomar que los antidepresivos surtan sus efectos. Correctamente, los doctores intentan darnos la esperanza de que nos recuperaremos rápidamente. La Asociación Americana de Psiquiatría es cuidadosa con sus palabras en su sitio web. “Los antidepresivos pueden producir alguna mejora dentro de la primera o segunda semana de uso.” Prestá atención al “pueden.”</div>
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Los medicamentos parecían no hacer diferencia alguna, al menos no las primeras seis semanas. El problema fue que esas seis semanas fueron las más largas de mi vida. Durante ese tiempo me sentí suicida y mi único consuelo vino de la oración y la poesía, que me proveían lo que Robert Frost llamó “una estancia momentánea contra la confusión.”</div>
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No estoy segura sobre a qué otra cosa podés acudir cuando soñás con terminar tu vida y los fármacos no parecen estar funcionando. Mi linea favorita de Corintios dice “Mi fuerza se perfecciona en la debilidad.” De alguna manera le dio sentido al horror. Emergería más fuerte. Repetiría la frase, como un mantra. Fue la primera muestra de voluntad positiva.</div>
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Lo cuarto que aprendí, y de nuevo es algo que los psiquiatras bastante naturalmente no tienden a enfatizar, son los desagradables efectos secundarios que vienen con los antidepresivos. A través de los años, tomé diferentes tipos de antidepresivos, incluyendo los clásicos tricíclicos o TCAS, así como las generaciones más nuevas de píldoras, conocidas como ISRS, o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Todos ellos tuvieron efectos secundarios.</div>
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Estos incluyeron el aumento de peso: yo mido 1,52 m., y normalmente peso alrededor de 50 kgs. Los medicamentos me hicieron subir cerca de 8 kgs. También me hicieron sentir náuseas. Algunos hicieron que mi lengua se sintiera entumecida, un desierto detrás de mis dientes. Mis labios se partieron. A veces sentía como si estuviera vestida con plomo. Si, los medicamentos funcionaron en el sentido de que la sensación de estrellarse disminuyó, pero ahora yo era como un insecto atrapado en ámbar. Como para una vida romántica…</div>
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La quinta cosa que descubrí, y es otro aspecto de la enfermedad que los psiquiatras tienden a callar, es lo difícil que puede ser dejar los antidepresivos. Después de mi segundo episodio depresivo, me tomó cerca de 18 meses, y durante ese tiempo no pensé en otra cosa.</div>
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Lo que aprendí es que los antidepresivos son medicamentos serios para una enfermedad seria, e idealmente deberían ser usados por periodos cortos. No deberían ser comercializados para las caídas de la vida, lo que Freud llamó nuestra “infelicidad humana ordinaria.” Los doctores deben dejar esto más claro.</div>
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La sexta cosa que aprendí fue que necesitaba cambiar radicalmente mi vida para reducir mis chances de enfermarme de nuevo. La terapia me enseñó que tenía que reevaluar lo que entendía como definición de éxito. Tenía que enfrentar la verdad incómoda de que tratar de “tenerlo todo” – ser esposa, madre, mujer de carrera y anfitriona – lleva a la “crisis”.</div>
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Mi descenso a la depresión es una historia con moraleja para cualquiera que trata de hacer malabares con las múltiples demandas del trabajo, la familia y sus propias necesidades de estatus y aprobación por encima de su propio bienestar emocional y salud.</div>
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Ahora, trato y llevo una vida lo suficientemente buena. Tengo cuidado con mi perfeccionismo implacable, y he intentado desarrollar una voz interna más compasiva, menos juzgadora de mí misma y de otros.</div>
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Mi propia caja de herramientas de estrategias para vencer lo que Winston Churchill llamó el “Perro Negro” ejerce los poderes curativos de la poesía, la que conocí por primera vez cuando estaba agudamente enferma. Es gratis, no tiene efectos secundarios, me arraiga en el presente, hace que deje de preocuparme por el futuro o de arrepentirme del pasado, y me da un relato positivo dentro de la cabeza.</div>
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El ejercicio es crucial, y también lo es la dieta. Ahora soy partidaria de las vitaminas B (buenas fuentes incluyen atún, lentejas, huevos, legumbres, verduras de hojas verdes), una deficiencia de ellas puede llevar a la “depresión profunda.” Aprender a practicar mindfulness también ayuda a bajar los niveles de estrés – enfocarse sin juzgar en lo que se está experimentando en el momento.</div>
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Mi otra estrategia es involucrarme en acciones nobles, lo que George Eliot llamó “actos ahistóricos” de bondad. Siempre me siento mejor después de uno de los taller de poesía que dirijo en nuestra prisión local o después de ser voluntaria para organizaciones benéficas de salud mental.</div>
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Desde que escribí lo que me pasó, me dí cuenta de que no estoy sola. Recibí respuestas de cientos de otros cuyas experiencias de depresión fueron similares.</div>
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Mi esperanza en compartir lo que aprendí es que todos podamos ser más abiertos sobre las diferentes formas en que la depresión puede afectar a las personas. Es una enfermedad que puede golpear repentinamente, con síntomas físicos horribles, y el tratamiento con medicación no siempre está exento de efectos secundarios o problemas.</div>
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Por otra parte, una vida privilegiada no significa una salud privilegiada, y pueden haber altos costos por las múltiples demandas que muchas mujeres en particular afrontan ahora. Solo con una discusión más abierta y realista de esta enfermedad podemos reducir el estigma y explorar nuevas curas – como dejar de lado las fiestas de Navidad.</div>
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Podés visitar el sitio web de Rachel: www.blackrainbow.org.uk, o seguirla en twitter @RachelKellyNet.</div>
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Fuente: Medicaldaily</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-48369465076502920942017-01-10T13:50:00.006-08:002017-12-27T11:10:11.477-08:00Charla con el autor del atlas de la depresión<div style="text-align: justify;">
Por: Sofía Beuchat - El Mercurio (Chile) | Tomado del diario El Tiempo | 26 de Junio de 2016</div>
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<i>Andrew Solomon escribió el mejor tratado sobre este mal, que afecta al 15% de los adultos del mundo.</i></div>
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“Yacía en mi cama helado, llorando por el hecho de estar demasiado asustado para ducharme, y sabiendo, al mismo tiempo, que no hay nada que temer de una ducha. Pasaba revista a los pasos que debía dar: mueves las piernas y apoyas los pies en el suelo, te pones de pie, te diriges al cuarto de baño, abres la puerta, caminas hasta el borde de la tina, abres la llave, te metes bajo el agua, te frotas con jabón, te sales, te secas, vuelves a la cama. Doce pasos que para mí resultaban abrumadores. En ocasiones rompía a llorar, no solo por lo que no podía hacer, sino por el hecho de que no poder hacerlo me parecía decididamente estúpido (...)”.</div>
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Crisis. Así se llama el capítulo más personal de ‘El demonio de la depresión’ (Debate, 2015), libro en el que un atribulado, erudito y muy informado profesor de la Escuela de Psiquiatría de la Universidad de Cornell llamado Andrew Solomon (52 años) demuestra, a partir de su propia experiencia, que estar deprimido no es sentirse triste o pesimista, sino un estado en el que simplemente vivir duele. Y las tareas más sencillas –ducharse, comer, conversar– parecen titánicas.<br />
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Le pasó a él poco antes de cumplir 41. Se desmoronó. No durmió y al día siguiente no pudo levantarse. Se quedó tendido en la cama, sin poder hablar ni moverse. “Comencé a llorar, pero sin lágrimas, y el llanto era una suerte de estremecimiento incoherente. Alrededor de las tres de la tarde logré levantarme e ir al baño. Regresé a la cama temblando”, apunta.</div>
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La depresión, insiste, no es pena, no es preocupación, no es ‘andar bajoneado’. Es, más bien, una profunda pérdida de vitalidad. “La depresión mayor altera el sueño, los apetitos y la energía, aumenta la sensibilidad al rechazo y puede acompañarse de una pérdida de la confianza en sí mismo y del amor propio. (...) Se trata de una fuerte sensación paralizante, cargada de un sentimiento de inminencia: los depresivos utilizan todo el tiempo la expresión ‘estar al borde de un abismo’ para indicar el paso del dolor a la locura (...)”, dice en este completísimo volumen de casi 700 páginas que su editorial define como “un atlas de la enfermedad”. Tomó cinco años escribirlo y ha sido traducido a 24 idiomas.</div>
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Este trabajo ha convertido a Solomon en conferencista y referente académico: junto con su labor como profesor en Cornell, es miembro del directorio del Centro de la Depresión de la Universidad de Michigan y ha sido premiado por su contribución a la salud mental por varias instituciones, entre ellas la Universidad de Yale y la Sociedad de Biología Psiquiátrica de Estados Unidos. Pero Solomon no es psiquiatra ni psicólogo, sino escritor: estudió inglés en Yale y luego obtuvo un máster en lengua inglesa en Cambridge. Comenzó su vida profesional como corresponsal de guerra y hoy está en librerías con ‘Lejos del árbol’ (2015), un libro en el que aborda relaciones entre padres e hijos marcadas por la dificultad.</div>
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La primera edición de ‘El demonio de la depresión’, del 2001, obtuvo el National Book Award y fue finalista al Premio Pulitzer. Además, fue seleccionado como uno de los cien mejores de la década por la revista ‘Time’. La crítica alabó la profundidad y la valentía con las que revela su propia experiencia, así como su extensa investigación, que incluye historias humanas, entrevistas con médicos, científicos y farmacológicos, y hasta políticos y filósofos. Este año, una segunda edición llegó a librerías con nuevos capítulos e información actualizada sobre medicamentos y terapias, más un seguimiento de las personas que habían dado su testimonio.</div>
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“Cuando comencé a recuperarme de mi primera crisis depresiva, el libro que yo necesitaba leer no existía. Había libros médicos, testimoniales, científicos, históricos, pero nada que reuniera todo eso”, cuenta desde su casa en Nueva York.</div>
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“Más que buscar respuestas para mí mismo, quería encontrarlas para ayudar a otros. El libro no hará que nadie deje de estar deprimido, pero al menos lo hará sentir un poco menos superado por lo que le sucede”.</div>
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“Y es que a pesar de todo lo que se ha escrito sobre depresión, la gente sigue pensando que es solo tristeza o una pena profunda y larga, pero no una enfermedad que puede ser invalidante”.</div>
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“Esto obedece a muchas razones. La primera es la pobreza de lenguaje: usamos la misma palabra para referirnos a un niño que está triste porque cancelaron su partido de fútbol en el colegio que para hablar de alguien que está a punto de suicidarse. Pero más allá de esto está la idea subyacente de que las enfermedades psiquiátricas en su conjunto son algo que la gente puede superar por sí misma, como si no fueran realmente enfermedades”.</div>
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<b>¿A qué atribuye eso?</b></div>
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Es así porque aún sabemos poco sobre su bioquímica y origen. Pero también porque todos han pasado por momentos en los que sienten lo mismo que una persona deprimida; se han sentido mal consigo mismos por algunas horas, pero luego logran recomponerse. Otras personas pasan por estas sensaciones día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Y las personas que sí han logrado recomponerse no entienden qué tan profunda y física es la experiencia de la depresión; no dimensionan cómo, para los afectados, es realmente imposible salir adelante por sí mismos.</div>
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<b>La mayoría recae</b></h4>
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A nivel internacional, la depresión es un problema extendido: la Organización Mundial de la Salud estima que la sufren más de 350 millones de personas. La tasa mundial de adultos con depresión es de alrededor del 15 por ciento. Las mujeres son las más afectadas: una de cada cuatro tendrá al menos un episodio de depresión en su vida, mientras que entre los hombres la cifra es uno de cada nueve.</div>
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En Colombia, la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015, elaborada por la Universidad Javeriana y el Ministerio de Salud, reveló que el 10 por ciento de los adultos del país están afectados por problemas mentales de distinto orden, y que uno de cada cuatro de estos adultos sufre de depresión.</div>
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Según la OMS, el 75 por ciento de los pacientes que han tenido depresión volverán a tenerla a lo largo de su vida. Por eso, para Solomon, la depresión debiera ser considerada una enfermedad crónica y recibir tratamiento permanente, tal como la diabetes.</div>
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“La depresión –explica– es una batalla extenuante. Una vez que la reconoces, requiere control de por vida. Hay gente que se deprime una vez, se recupera y nunca más vuelve a enfrentar esta enfermedad. Pero la mayoría de las personas que se deprimen una vez vuelven a deprimirse, y quienes lo hacen dos o tres veces más tienen muchas probabilidades de repetir el problema, a menos que reciban un tratamiento exitoso que les permita romper ese ciclo”.</div>
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Él mismo, apenas empieza a sentir que se acerca un nuevo período depresivo, comienza a prepararse: cancela compromisos que puedan ser muy agotadores o estresantes y se preocupa de regular su sueño, hacer deporte y cuidar su alimentación, lo cual, según sus hallazgos y experiencia personal, atenúa bastante el golpe depresivo. Y sigue siempre con su terapeuta y sus antidepresivos, además de preocuparse por mantener contacto con la gente que quiere.</div>
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Muchas personas que sufren depresiones severas no logran el éxito en sus trabajos, formar pareja o construir una familia, pues pasan mucho tiempo sin poder producir o relacionarse con los demás. Pero este conjunto de aparentemente simples acciones, asegura Solomon, es lo que le ha permitido construir, pese a los bajones cíclicos que lo aquejan, una carrera profesional exitosa. Además, ha podido asumir un no poco desgastante rol como activista por la diversidad sexual y tener una familia: Solomon está casado con John Habich, con quien tiene un hijo adoptado. También tiene un hijo biológico con una compañera de universidad y es padre de dos niños de madres lesbianas.</div>
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“Uno no escucha a una persona que tuvo un ataque al corazón decir que dejó los medicamentos por un rato; sabe que si lo hace podría volver a tener otro ataque. Pero sí oyes todo el tiempo a personas que cuentan que estuvieron deprimidas y decidieron controlar el tema por sí mismas, o que dejaron los fármacos porque ya se sentían mejor, y luego tienen grandes recaídas. No hay que exponerse continuamente a esto; mientras más depresiones tengas, más difíciles serán de tratar. La gente cree que es fuerte al dejar a su terapeuta o sus medicamentos, pero no están siendo fuertes o valientes, lo que son es unos necios”.</div>
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<b>Mucha gente se resiste a tomar medicamentos o está en contra de ellos por otro tipo de razones...</b></div>
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Yo no quiero obligar a nadie a tomarlos. Mi experiencia es que son extremadamente poderosos y efectivos y que pueden hacer una diferencia. La gente que ha decidido no ingerirlos ha tomado una decisión, y es su responsabilidad. Pero muchas veces esta decisión viene de un miedo que me parece irracional; es una ansiedad basada en prejuicios. Actúan como si tomar un medicamento fuera como perder la virginidad; un paso adelante sin retorno. Yo pienso que es mejor probar y ver.</div>
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<b>Se ha dicho que usted propone una fórmula basada en ‘amor y pastillas’...</b></div>
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Esa es una visión muy reduccionista. Lo que yo digo es que, en mi caso, fue útil tener un buen terapeuta, fue útil tomar medicamentos y fue bueno haber tenido la fortuna de contar con una familia y un grupo de amigos que me dieron mucho apoyo. El amor es un sostén fuerte, y cuando no lo tienes, salir de una depresión es más difícil.</div>
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Pero no siempre es fácil estar cerca de un depresivo. El enfermo muchas veces se retrae a tal punto que construye a su alrededor una barrera impenetrable, infranqueable...</div>
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Los depresivos suelen sentir que la interacción con otros es demasiado desgastante. Pero lo peor que los demás pueden hacer es dejar que se aíslen, porque en soledad es cuando estas personas más se hunden. Si el depresivo no quiere conversar, simplemente hay que sentarse a su lado en silencio. A veces ni siquiera toleran eso; entonces hay que instalarse afuera, al lado de la puerta. No puedes irte, tienes que mantenerte involucrado y asegurarte de que el enfermo sienta –sepa– que es amado, con depresión o sin ella.</div>
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<b>¿Cuál es límite?</b></div>
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No se trata de hacer que alguien baile con una pierna rota. Pero tampoco puedes dejar que la otra persona se desvanezca en su depresión. Con suavidad, hay que sugerirles que hagan cosas simples, empujarlos siempre un poco más allá, pero de manera amorosa, no exigente.</div>
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<b>¿Pastillas o ayuda psicológica?</b></div>
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La intensidad con la que algunas personas viven la depresión las lleva a pensar que se trata de algo meramente fisiológico; un problema químico en su cerebro, del que la persona no es en absoluto responsable. Pero esta visión, según Solomon, no solo es incompleta sino además peligrosa. Hace que muchos pacientes piensen que un medicamento pondrá todo en su lugar. Y no es así.</div>
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Solomon afirma que todas las experiencias humanas pueden explicarse químicamente, pero esto no significa que deban tratarse solo químicamente o solo con una terapia psicológica.</div>
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“La gente dice: ‘me deprimí porque me pasó algo terrible, entonces no creo que tenga que tomar este fármaco’. O al contrario, que la depresión simplemente llegó, no sabemos de dónde, entonces es algo químico y lo único que hay que hacer es tomar una pastilla. La verdad es que ambos tipos de tratamiento pueden ser efectivos, sin importar cuál sea el origen de la depresión, y que causa y tratamiento son variables independientes”.</div>
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Si bien Solomon explora en profundidad todos los tratamientos disponibles, incluidos los alternativos, no intenta develar cuál es el mejor: la enfermedad, explica, es multicausal, y lo que a una persona le sirve, a otra no. Sin embargo, propone un camino que llama ‘forge meaning, construct identity’ (crea significado, construye identidad). En términos simples, esto implica aceptar la depresión como algo propio de la persona afectada, y luego buscarle un sentido.</div>
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<b>En su caso personal, ¿qué sentido encontró a todo su sufrimiento?</b></div>
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La depresión me ayudó a ser más sensible, a entender mejor a los otros. Comprendo ahora que el funcionamiento normal de la mente puede ser interrumpido por una enfermedad que te puede hacer actuar de maneras en las que quisieras no actuar, y eso me hace perdonar las alteraciones en los demás. Me ayuda a entender que los cambios de humor en mis hijos no están necesariamente bajo su control y que su conducta debe ser entendida en un contexto. Agradezco cada día en el que me levanto y me siento bien, porque sé cuán doloroso puede ser existir. Esto me hace vivir la vida más intensamente. Lo más importante es que he ganado mucha intimidad conmigo mismo. Me conozco mucho mejor que si nada de esto me hubiera pasado.</div>
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Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-68666972114023028482017-01-10T13:23:00.001-08:002017-12-27T11:10:27.398-08:00Introducción a mi ansiedad<b>Por Airita</b><br />
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<i>El siguiente documento corresponde a otro comentario que hizo una visitante de nuestro Blog. Al igual que el anterior de María, me tomo la licencia de publicarlo como entrada. Son testimonios que al compartirse, ayudan a otras personas que padecen molestias semejantes, en este caso de ansiedad y depresión, a saber que no son los únicos que las sufren. Airita creó un Blog para contar su caso: <a href="http://airita-23.blogspot.com.es/" target="_blank">Delirios de Ansiedad.</a></i></div>
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<span style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;">Hola!! Soy una persona a la que han diagnosticado de trastorno por angustia y depresion... he creado un blog en el que pretendo desahogarme y avanzar poco a poco. </span><span style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif; font-size: 14px; text-align: justify;">Si quereis verlo os dejo el enlace (Se menciona arriba)</span><br />
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">No es la primera vez que tengo ansiedad, hace unos 10 años ya tuve que padecer de este mal una temporada, en aquel caso si conocía la razón, así que un poco de psicología y un mucho de coraje me ayudaron a tomar la única decisión posible para alejarme de la fuente del mal, y así hice.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Años más tarde, en el verano de 2014 empezó el caos, una serie de catastróficas desdichas me avocaron al limite del precipicio… no se si decir que caí, porque a fin de cuentas aquí sigo, lo que sí digo es que al menos estuve pasando mucho tiempo en la cuerda floja.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"></span></span><br />
<a name='more'></a><span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Una bonita tarde de verano en las fiestas de mi pueblo se desencadenó lo que para mi en aquél momento era el principio del fin, un desmayo, no fui yo la que lo padeció, pero es seguro que eso hizo una gran herida en mi cabeza, aunque hay que decir que aquel desmayo no fue importante y la persona en cuestión, casi 3 años después está bien.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Una semana más tarde, otra bonita y maravillosa tarde de fiestas de mi pueblo, con todos mis amigos, un segundo desmayo, de un amigo en este caso, de verdad pensamos que había muerto en el acto, por suerte no fue más que un susto, grande, pero susto, y en ese momento, sin yo saberlo, tuve mi primer ataque de ansiedad tal y como hoy los concibo.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Esto fue un viernes por la tarde, esa madrugada, cuando me acosté, tuve mi segundo ataque de ansiedad, recuerdo que pensaba que tenia frío, no era consciente de que en realidad estaba en pánico.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">El sábado fue mejor, lo pasé bien con mis amigos, me reí, bebí, bailé… todo perfecto, lo que se espera un buen sábado en las fiestas de tu pueblo.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Ese domingo me desperté algo rara, no se que me pasó, pero si se que no me quise quedar aquella noche de domingo en el pueblo, el último día de las fiestas, que siempre lo pasaba el que mejor, pero mi cabeza me decía que me fuera y eso hice, irme, cosa que agradezco enormemente, ya que esa misma noche un señor falleció en mi pueblo de un infarto, he de decir que no conocía a ese señor, ni siquiera era del pueblo, pero tantas heridas en la cabeza en tan pocos días…</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">El lunes me enteré de esta noticia, no estaba mal, ni nerviosa ni nada, continué mi día a día normal, el martes ídem de ídem, hasta que llegó la noche.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Después de hacer el amor con mi novio, cuando íbamos a dormir se apoderó de mí una enorme oscuridad que me paralizó completamente, solo podía temblar y pedir agua y agua, allí se desató la peor de las pesadillas.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">El miércoles recuerdo pasarlo todo el día muy nerviosa, pensando fatalidades, temblando, sin querer estar sola y por fin fui al hospital, con 120 pulsaciones estando en reposo, sin apenas poder hablar ya que la tiritera me lo impedía, con un dolor corporal desesperante y me dijeron tranquila es ansiedad…</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">¿Tranquila? No podía estar tranquila, lo primero que hice según salí del hospital fue pedir a mi novio que me llevara a casa de mis padres, que estaban en el otro pueblo. Eso hizo, nunca sabré si fue lo correcto o no, sólo se que no podía hacer otra cosa.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Desde ese mismo instante, un 16 de julio aproximadamente fui incapaz de quedarme sola un solo segundo de mi tiempo, no dormía apenas, me daba miedo salir a la puerta de mi casa, no paraba de llorar, no era capaz de ir a hacer pis si no me acompañaba alguien, incluso llegue a estar una semana entera sin ducharme porque no me atrevía a meterme sola en la ducha. Dos meses de agonía, ansiolítico tras ansiolítico y visitas regulares al hospital, cada rato pensaba que me estaba muriendo o dando un infarto o que estaba por venir.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Entre medias hubo mini avances, pero no duraban más de media hora.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Por fin, a finales de agosto me recibió el psiquiatra, me evalúo y obviamente me puso tratamiento (digo obviamente porque debe ser el procedimiento habitual)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Ahí empezó a encenderse la luz, no automáticamente claro, pero se empezó a abrir el cielo. Poco a poco la medicación hizo efecto y mis ganas también tuvieron algo que ver, claro está, que por mucha pastilla si tu no pones de tu parte no hay nada que hacer.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">En resumen para no alargarme, conseguí dejar las pastillas en agosto de 2016, tras dos años completos en tratamiento, no fue fácil pero lo logré, siempre, insisto, siempre con la supervisión médica correspondiente y siguiendo las pautas marcadas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Todo agosto fue bien, septiembre mejor, octubre maravilloso, noviembre empezó bien… pero la oscuridad volvió, no tengo esta vez una razón o tal vez una excusa en la que ampararme para justificarlo, pero volvió, la ansiedad volvió, no tan agresiva pero si limitando ciertas áreas de mi vida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Decidí ponerme manos a la obra sin perder mucho tiempo, porque después de haber estado muy hundida, garantizo que la última cosa que quieres es pasar de nuevo por lo mismo, busqué ayuda profesional.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Estas mismas navidades he empezado a ver a una psicóloga para realizar una terapia cognitivo-conductual, hoy ha sido la segunda sesión que hemos tenido.</span></span></div>
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<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Esta vez la cosa parece un poco más fea pero sin embargo en vez de verlo negro, lo veo gris, digo que parece más </span></span><span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">fea pero sin embargo en vez de verlo negro, lo veo gris, digo que parece más fea ya que además de ansiedad o trastorno por angustia como lo llamó el psiquiatra, tengo depresión.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Ciertamente hay días en los que no hago nada, nada, solo jugar al móvil, ver tele y fumar, además de autocompadecerme, porque creo que lo hago, y estar de mal humor, pero por lo menos tengo ganas de ponerme bien.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Esta vez no estoy medicada, solo ansiolíticos, no antidepresivos, ya que por una lado lo prefiero y por otro, el psiquiatra y la psicóloga tampoco lo consideran vital, por lo tanto seguir.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Miedos tengo miles, o millones no lo se, a veces respirar me duele y levantarme de la cama me supone un ejercicio de lo más complicado, lo que si se es que cuanto antes me ponga a arreglarme mejor será y más estable.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Estoy contenta por que me han dejado claro que esto es como todo, una enfermedad que hay que pasar, hay que entenderla, controlarla, superarla o vivir con ella, pero en cualquier caso hacer que forme parte de ti y te permita seguir con tu vida, vivir de otro modo, no sobrevivir que es lo que llevo haciendo desde verano de 2014.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Tengo claro que quiero vivir, y voy comprendiendo que hasta en lo peor de lo peor hay algo bueno, y si no se encuentra, se busca, porque haberlo, hailo.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Seguiré escribiendo avances o retrocesos, seguro que avances, y pautas… Siempre me ha gustado mucho escribir, aunque soy más de poesía, pero escribir libera o al menos a mí, por eso lo hago de esta manera, no hablo con nadie pero tampoco me lo quedo dentro.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222; font-family: "georgia" , "utopia" , "palatino linotype" , "palatino" , serif;"><span style="font-size: 14px;">Tal vez con los días vaya entrando en detalles de todo lo acontecido desde julio de 2014 hasta hoy, lo mismo consigo entender más a fondo que fue lo que hundió y que fue lo que me levantó, lo primero para evítarlo y lo segundo para buscarlo y no solo volver a levantarme, si no jamás volver a caerme.</span></span></div>
<br style="background-color: #fff9ee; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14px; text-align: justify;" />Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-16431298158344485612016-12-26T11:55:00.001-08:002017-12-27T11:10:40.871-08:00La tristeza con manos de hierro<b>Por María</b><br />
<div style="text-align: center;">
___________________________________________</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>El siguiente documento es la transcripción del comentario que hizo una visitante de nuestro Blog y que me tomo la libertad de publicarlo como una entrada más, debido a ser un testimonio tan sumamente honesto, aleccionador y representativo de lo que experimenta una persona afectada por la depresión.</i></div>
<div style="text-align: center;">
____________________________________________ </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hola a todos. Me llamo María, pero podría llamarme Ana, Pedro o Rosa. Da igual. Lo que voy a contar nos puede pasar a cualquiera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo depresión y también sufro de ansiedad desde hace unos 3 años.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Yo llevaba una vida normal. Tengo una carrera, tengo un buen puesto de trabajo que aún conservo, tengo al hombre de mi vida… Tenía problemas, como todo el mundo, y quiero pensar que esos problemas fueron los que desencadenaron el infierno que vino después. Tuve que hacer frente a unas deudas de mi familia, la presión en el trabajo aumentó y cuando me di cuenta tenía un yugo que pesaba demasiado sobre mi cuello y me derrumbé. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Empezaron las visitas al psiquiatra, los tratamientos y mis sesiones con psicólogos. </div>
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He de decir que yo he tenido la suerte de contar con el apoyo incondicional de mi pareja, a la que adoro, que me ha soportado en los peores momentos de la enfermedad, que han sido muchos.</div>
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Pero supongo que todo esto que he contado ya os lo sabéis.<br />
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Los que estáis enfermos de lo mismo que yo, supongo que queréis, como yo siempre he querido, encontrar a alguien que me diga :”pues esto me pasó a mí también, tranquila”.</div>
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Veréis, yo he querido morirme mil veces, porque en mi cabeza sentía tal desesperación, que pensaba que solo desapareciendo podría encontrar algo de paz. Soy adicta a las benzodiacepinas, porque lo único parecido a la muerte era dormir. </div>
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Lloraba y lloraba porque no encontraba salida ni solución a ese infierno que se había montado en mi cabeza sin mi permiso. </div>
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Perdí todas mis aficiones, nada me distraía, nada conseguía sacarme de la cama. </div>
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En esos momentos, cualquier palabra de aliento te suena a chiste, porque piensas que nadie sabe lo que estás pasando.</div>
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Tienes días mejores, en los que tu familia, en mi caso mi pareja, respiraba aliviado, y tienes días horribles, en los que, como en mi caso, amenazas con quitarte de en medio en un intento desesperado porque alguien, quien sea, haga algo, lo que sea, para sacarte de ese maldito pozo en el te has caído.</div>
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En estos 3 años he tenido 3 recaídas. Ahora estoy en una de ellas, y vuelvo a sentir el infierno bajo mis pies.</div>
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<br /></div>
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Pero aquí sigo, muchos días porque soy una cobarde que no es capaz de quitarse de en medio, otros porque tengo la esperanza de mejorar, y otros porque muy de vez en cuando, se me pasa por la cabeza que todo esto pasará y conseguiré ser feliz.</div>
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<br /></div>
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Así que si pensáis que estáis solos, que esto solo os pasa a vosotros, no, no es así.</div>
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Pedid ayuda. Psiquiatras, psicólogos, puede que no encontréis el que mejor vaya con vosotros a la primera de cambio, pero seguro que hay alguien ahí fuera que os ayudará.</div>
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Un abrazo a todos.</div>
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<i>Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve <br />a brillar entre las nubes.</i></div>
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Khalil Gibran </div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-34379309356981069922016-10-15T15:04:00.001-07:002017-12-27T11:10:55.039-08:00Ahora con un nuevo examen será más fácil tratar los problemas psiquiátricos<div style="text-align: justify;">
Por: Redacción de El País | 15 de mayo de 2016</div>
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El ensayo y error es algo que ha quedado atrás para tratar los problemas psiquiátricos. Ahora, a través de una sencilla e indolora prueba de saliva los médicos podrán determinar cuál es el tratamiento indicado para cada uno de los pacientes, minimizando efectos secundarios y mejorando la probabilidad de respuesta al medicamento.</div>
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Se trata de un test farmacogenético diseñado en España que llega a Colombia gracias a la alianza hecha entre el laboratorio creador de la prueba y la empresa Tecnoquímicas. Este hecho beneficiará a pacientes con patologías como depresión, trastornos de ansiedad, enfermedad bipolar, psicosis, trastorno obsesivo compulsivos o estrés postraumático. Su ventaja: es personalizado.</div>
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“Todos tienen genes diferentes, hay quienes se engordan cuando comen mucho y hay quienes no, lo mismo es con los medicamentos, no todos funcionan para todos”, asegura Jordi Espadaler, doctor en biología molecular y coautor de la prueba.<br />
<br />
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“Las enfermedades mentales, como la depresión, se consideran una de las principales causas de discapacidad a nivel global y contribuyen de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad, por esto es necesario apoyar el tratamiento oportuno y certero”, asegura Juan Pablo Albanés, medico epidemiólogo y asesor científico de Tecnoquímicas.</div>
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Por esta razón, y después de años de investigación, nace la prueba; donde el paciente recibe un kit con un tubo para depositar su saliva, que al cerrarlo, expulsa un líquido que conservará la muestra, mientras es llevada a los laboratorios de Barcelona. </div>
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Allá, se extrae el ADN presente en la saliva y es analizada por los especialistas quienes generan un reporte con recomendaciones prácticas en cuanto a dosis, riesgos de efectos adversos y respuesta al fármaco, para cada uno de los 51 medicamentos incluidos en el test. </div>
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Alrededor de tres semanas después de tomada la muestra, el médico psiquiatra recibirá el informe través de un portal web.</div>
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“La información genética de la prueba tiene una precisión del 99,99%. De igual forma, el test se hace dos veces para evitar cualquier error y si se presenta una diferencia entre las dos pruebas se vuelve a repetir”, dice Espadaler.</div>
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Los resultados son entregados de forma digital. La lectura es sencilla, “no es necesario ser especialista en genética”, dice el coautor, pues en color verde aparecen los medicamentos que tienen mayor probabilidad de respuesta; en rojo los que le podrían causar algún problema, y en amarillo los que pueden requerir ajuste de dosis.</div>
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En Cali la prueba ya está disponible, y en las últimas semanas, el laboratorio ha hecho actividades científicas con especialistas en psiquiatría del Centro Médico Imbanaco y de la Fundación Valle del Lili, entre otros, quienes ya han utilizado la prueba.</div>
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César González, médico psiquiatra del Centro Médico Imbanaco, ya ha hecho el test con algunos de sus pacientes y asegura que han tenido gran efectividad. “El beneficio de este examen se ve en el hecho de diseñar al paciente un tratamiento más personalizado y esto traerá una mejoría más pronta y con menores molestias, evitando así el sufrimiento personal del afectado y disminuyendo su incapacidad debido a la enfermedad, lo que permite su recuperación psicosocial”, agrega González.</div>
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La prueba solo puede solicitarse con el consentimiento del médico tratante. “Quienes deseen hacérsela deberán consultarlo con su especialista, ya que esta solo se hace si el médico lo indica. Además, los resultados solo se le entregan a él para que los socialice con su paciente. No es una prueba que se encuentra en una droguería, o que cualquiera pueda pedir por internet”, manifiesta José Felipe Martínez, gerente de Comunicaciones de Tecnoquímicas.</div>
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De igual forma, Espadaler asegura que el paciente debe cumplir con cierto perfil para que este test pueda ser sugerido por su especialista. “Estamos hablando de un paciente con una enfermedad siquiátrica moderada o severa que ya haya fallado en un tratamiento recomendado por el psiquiatra, pues a partir de una o dos fallas con los medicamentos ensayados es cuando el test ha demostrado ser más útil”. </div>
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El especialista manifiesta que la idea principal con este novedoso examen es que se reduzca el llamado ‘ensayo y error’ en este tipo de pacientes, ya que lo ideal es no dejar avanzar tanto tiempo y así acortar el sufrimiento para la persona y su familia y evitar una enfermedad crónica.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-69959372067446433812016-10-15T14:50:00.000-07:002017-12-27T11:11:06.726-08:00Medicamentos a la medida<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: start;">
Por: Revista <a href="http://www.semana.com/" target="_blank">Semana </a>| 17:13 | 4 de mayo de 2016</div>
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Una prueba de saliva es todo lo que se necesita para saber cuál tratamiento va a ser más efectivo para una persona con una condición psiquiátrica como la depresión.</div>
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<br />
Hasta hace poco los pacientes psiquiátricos debía recurrir al ensayo y error para encontrar el mejor tratamiento para su enfermedad. Pero ahora con un simple examen de saliva, un psiquiatra podrá saber en poco tiempo cuál es el tratamiento más eficaz para su paciente.<br />
<br />
La prueba, conocida como Genetest, fue diseñada por un grupo de investigadores para darle solución a uno de los problemas más recurrentes entre las personas con patologías mentales como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar o ansiedad. Si bien algunos de ellos se adaptan sin mayores problemas a los tratamientos disponibles para otros es difícil encontrar la droga más adecuada pues, así como un traje no le queda bueno a todo el mundo, no todos los medicamentos son efectivos para cualquier paciente.<br />
<br />
<a name='more'></a><br /><br />
<br />
Según Jordi Espadaler Mazo, doctor en biología molecular y coautor de la prueba, hay pacientes típicos pero otros son refractarios. A estos últimos no les hacen efecto ciertas drogas o necesitan dosis diferentes a las recomendadas por la industria farmacéutica que fabrica el producto. Estas diferencias se deben a que entre una persona y otra hay variaciones genéticas.<br />
<br />
Antes el médico debía probar uno y otro medicamento para ver si obtenía mejores resultados. Los pacientes por su parte buscaban otros médicos hasta que alguno daba con el correcto, en un peregrinar que podía durar 3 años. “Era un proceso de prueba y error”, dice Espadaler. El agravante era que mientras se encontraba “a estos pacientes se les detenía la vida”, porque estas enfermedades pueden llegar a inhabilitar la vida laboral y social del paciente. <br />
<br />
La prueba desarrollada por Genetest es un método más científico de llegar a este medicamento ideal. Se usa la saliva porque es el vehículo más fácil que tienen los siquiatras para obtener el ADN del paciente. La prueba tiene capacidad para analizar por lo menos 30 genes involucrados en el metabolismo de las medicaciones psiquiátricas. Estos se contrastan con 51 productos aprobados para tratar diferentes condiciones en el campo de la salud mental entre los que se encuentran antidepresivos, antipsicóticos, anticonvulsivantes, estabilizadores del ánimo.<br />
<br />
La muestra se envía a España donde se hace el análisis. Al cabo de una semana el médico tiene a disposición los resultados por vía digital. La lectura de este reporte es sencilla: Los medicamentos que aparecen en verde son los medicamentos más indicados para el paciente y los que aparecen en rojo son los que deben evitar. Un paciente, por ejemplo, puede resultar ser un metabolizador lento de una droga y esta información le ayuda al médico a ajustar la dosis o a escoger otra droga que tenga mayor eficacia según ese perfil genético. <br />
<br />
Hasta el momento se han hecho varios estudios que prueban la eficacia de la droga. En uno de ellos participaron más de 500 pacientes con diagnóstico de depresión de tres centros clínicos de Madrid (España). El trabajo pudo establecer que la prueba farmacogenética aumentó significativamente la tasa de respuesta durante el tiempo del estudio, que fue de 3 meses. “Al usar esta información se mejoran los síntomas pero también se reduce la intensidad de los efectos adversos“, señala Espalader.<br />
<br />
Este es uno de los primeros ejemplos de medicina personalizada que se da en un campo diferente al de la oncología, señala el experto. Las ventajas de la farmacogenética son grandes pues el tiempo que se gana en conocer el medicamento más efectivo ayuda a que el paciente reciba mejoría más pronto y por lo tanto no interrumpa su vida laboral. “El sistema de salud también se beneficia porque no pierde recursos económicos atendiendo este paciente sin resultados”, dice Espadaler.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-71785031676024062812016-10-15T14:41:00.001-07:002017-12-27T11:11:21.749-08:00Fundamentos y aplicaciones clínicas de la estimulación magnética transcraneal en Neuropsiquiatría<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por Malavera, Silva, García, Rueda y Carrillo * | Tomado de la Revista Colombiana de Psiquiatría | Vol. 43, no.1, Bogotá, Ene/Mar. 2014</div>
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<br /></div>
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El siguiente documento es sólo el aparte del artículo referido al Trastorno Depresivo Mayor. El artículo completo se puede encontrar en <a href="http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-74502014000100006" target="_blank">Scielo</a>, con los respectivos pie de páginas, bibliografía y comentarios sobre las aplicaciones clínicas de la EMT en la Esquizofrenia, la Enfermedad de Parkinson, la Rehabilitación en el accidente cerebrovascular, la Epilepsia y el dolor neuropático.</div>
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_______________________________________________ </div>
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<br /></div>
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<b>Introducción</b><o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica
de neuroestimulación y neuromodulación cerebral segura, no invasiva e indolora
que se ha postulado como una herramienta terapéutica que podría facilitar la
reorganización funcional cerebral y la recuperación clínica de pacientes con
trastoros del sistema nervioso. La EMT utiliza el principio de inducción
electromagnética descrito por Michael Faraday en 1831, el cual postula que un
campo magnético variable en el tiempo puede inducir voltaje en un conductor
cercano, de modo que un pulso de corriente fluyendo a través de una bobina de
hilo conductor genera un campo magnético. La frecuencia de cambio de este campo
magnético determina la inducción de una corriente secundaria en cualquier
conductor cercano, como las neuronas corticales. La EMT fue introducida en 1985
por Barker et al (Universidad de Sheffield), quienes demostraron que colocar
una bobina generadora de corriente eléctrica sobre la cabeza de un ser humano
evocaba una respuesta motora de algunos músculos de la mano, y de esa manera se
podía evaluar la integridad de las vías motoras centrales.<o:p></o:p><br />
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Desde su desarrollo, se ha utilizado en la investigación de
diferentes afecciones cerebrales con potenciales usos terapéuticos. Al
contrario que otras técnicas de estimulación cortical, la EMT se puede usar
para el estudio de sujetos normales y sujetos con condiciones
neuropsiquiátricas, con la ventaja de ser un método no invasivo con buen perfil
de seguridad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Aspectos técnicos de la EMT</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El equipo de EMT consiste en una fuente de energía que descarga
en un capacitador (dispositivo pasivo capaz de almacenar energía) y genera
pulsos cortos de corriente eléctrica dirigida a una bobina productora de un
campo magnético pulsátil. El monitor posee accesorios auxiliares para controlar
temperatura, intensidad y frecuencia del pulso.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La bobina de estimulación consiste en un material de hilo de
cobre completamente aislado recubierto con un molde de plástico. Con la bobina
activa, el campo magnético penetra fácilmente piel, cráneo y meninges e induce
una corriente eléctrica secundaria en el tejido cerebral, orientada en un plano
paralelo a la superficie cortical cuando se sitúa la bobina tangencialmente al
cráneo, de tal manera que la estimulación se hace sobre los elementos
neuronales de la corteza que tienen orientación horizontal y no transversal. Su
acción neuromoduladora es, en su gran mayoría, transináptica e indirecta, y
actúa cerca del cono axónico de las células piramidales corticales y las
regiones de las neuronas que presentan umbrales de despolarización más bajos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El foco del campo magnético depende de la forma de la bobina
de estimulación. Existen cuatro tipos de bobina: forma de ocho o mariposa,
circular, doble cono y bobina H. La bobina más usada en los estudios de
investigación es la forma de ocho, que consta de dos alas unidas y permite una
estimulación más focal y superficial. La bobina circular produce una
estimulación más profunda pero menos focal, mientras que la bobina de doble
cono induce un campo eléctrico menos focal pero más fuerte, que logra la
estimulación directa de regiones cerebrales profundas, y la bobina H, diseñada
para reducir el campo eléctrico en la superficie cortical y aumentarlo hacia la
profundidad. La intensidad de la corriente eléctrica producida en la
bobina es de 5-10 kA; la intensidad del campo magnético inducido es de 1-2 T,
el área cortical que se puede estimular es de aproximadamente 3 cm2 y 2 cm de
profundidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La EMT se puede aplicar como un pulso simple, un estímulo
cada 3 s o más; como pares de estímulos separados por un lapso, conocido como
pulso apareado, y en pulsos únicos repetidos, conocida como EMT-repetitiva
(EMTr). Existen dos tipos de protocolos de EMTr usados hasta la fecha. El
protocolo convencional hace referencia a la aplicación de pulsos únicos
repetidos regularmente a una frecuencia alta (> 1 Hz) o baja (< 1 Hz). La
EMT de alta frecuencia aumenta el flujo sanguíneo en el área estimulada incrementando
la actividad cerebral (estimulación neuronal), mientras que la de baja
frecuencia disminuye la actividad cerebral (inhibición neuronal). Por otro
lado, la EMTr en patrón se refiere a la aplicación repetida de descargas cortas
de estimulación a una frecuencia alta separadas por pausas cortas sin
estimulación. Dentro de este, el protocolo más usado es la estimulación theta
burst, compuesto de series de impulsos de alta frecuencia (tres pulsos a 50 Hz)
repetidos a intervalos de 200 ms (5 Hz en el ritmo theta del
electroencefalograma [EEG]), que pueden ser aplicados en trenes continuos
(pulsos theta burst ininterrumpidos en corto tiempo) o intermitentes (trenes de
2 s de theta burst repetidos cada 10 s).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Mecanismos de acción</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los mecanismos fundamentales aún no están completamente
dilucidados. El campo magnético generado puede tener suficientes magnitud y
densidad para despolarizar las neuronas del tracto corticoespinal directamente
a través del cono axonal o indirectamente por medio de interneuronas. La EMTr
puede inducir cambios en los sistemas de neurotransmisión, serotonina,
dopamina, receptores de NMDA, taurina, aspartato y serina, y puede regular la
expresión de algunos genes como c-fos y c-jung, importantes para la plasticidad
sináptica. Además, Li et al observaron mediante imágenes de resonancia
magnética transcraneal que, al utilizar EMT de 1 Hz sobre la corteza prefrontal
dorsolateral (DLPFC) izquierda, se producía un aumento inmediato en el flujo
sanguíneo local y en corteza prefrontal medial bilateral, corteza orbital
derecha, hipocampo izquierdo, núcleo mediodorsal del tálamo, putamen, ínsula y
giro temporal bilateral. Estos datos indican que la EMT, además de producir
cambios en la corteza cerebral estimulada, influye en la actividad de otras
regiones corticales y subcorticales a través de diversos circuitos y conexiones
cerebrales.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Varios mecanismos de la EMTr pueden intervenir en la
regulación funcional como la plasticidad sináptica (el más explorado), cambios
en la excitabilidad de las redes neuronales, activación de asas de
retroalimentación y la metaplasticidad, entendida como la plasticidad de la
plasticidad sináptica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los cambios inducidos por la plasticidad sináptica pueden
ser fortalecidos o debilitados por la potenciación y depresión neuronal a largo
plazo (PLP y DLP), los cuales se asocian a los efectos duraderos de la EMTr. Se
han descrito varios protocolos de estimulación que pueden inducir plasticidad
sináptica en la forma de PLP y DLP, como la plasticidad dependiente del tiempo
de espiga y dependiente de la actividad neuronal que hace referencia a la
potenciación por estimulación repetida de la neurona presináptica a frecuencias
altas (> 10 Hz), mientras que a bajas frecuencias (1-3 Hz) resulta en depresión
neuronal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Efectos secundarios</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno de los efectos secundarios descritos con la EMT es las
convulsiones, con un riesgo < 1/1.000. En general, se ha reportado con
estímulos simples sobre áreas corticales lesionadas, infartos y otras
alteraciones estructurales. Asimismo se han presentado crisis convulsivas al
realizar estimulación de un foco epileptogénico demostrado en el EEG y
convulsiones en pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM) que recibían
antidepresivos tricíclicos y neurolépticos. Otro de los efectos no deseados es
la cefalea, la cual se presenta en un 3-10% por incremento de tensión en
músculos craneales. Se han reportado algunos efectos transitorios en el umbral
auditivo del 10% de los pacientes, por lo que se recomienda la utilización de
tapones auditivos durante el procedimiento6.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Aplicaciones clínicas de la EMT</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los efectos de la EMT se han estudiado en diversas enfermedades
del sistema nervioso. (A continuación se transcribe lo relacionado con el TDM. Los demás trastornos se pueden leer en el vínculo de Scielo referenciado al comienzo).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Trastorno depresivo mayor</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El TDM es una enfermedad mental prevalente que compromete
significativamente la calidad de vida. Se han evidenciado datos de inadecuada
respuesta al tratamiento con farmacoterapia y psicoterapia hasta en el 50% de
los pacientes, y de nula mejoría en un 10-20% a pesar de tratamientos múltiples
y a menudo agresivos. Estos sujetos podrían ser candidatos a procedimientos de
neuromodulación no invasiva como la EMT.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mayoría de estudios clínicos con EMTr para el tratamiento
del TDM han evidenciado disminución de las puntuaciones en la escala de
depresión de Hamilton aplicando estimulación de alta frecuencia sobre la CPDL
izquierda y de baja frecuencia sobre la CPDL derecha. Algunos estudios han
estimulado la CPDL derecha o las dos cortezas de manera simultánea. La eficacia
demostrada de la EMTr es mayor que con placebo (el 37 frente al 20%) y puede
deberse a la inhibición sobre la CPDL derecha o estimulación sobre la
izquierda, aunque algunos pacientes pueden tener respuesta paradójica. El
mecanismo de acción sobre la depresión se desconoce; sin embargo, se propone
que modula la actividad cortical y circuitos neuronales asociados con el control
del estado de ánimo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Slotema et al publicaron un metanálisis (2010) que incluyó
40 estudios de EMTr en sujetos con TDM, 34 estudios compararon la EMTr frente a
placebo y 6 frente a terapia electroconvulsiva (TEC). En el primer grupo se
incluyó a 1.347 pacientes, de los que 715 recibieron EMTr activa y 632, EMTr
placebo durante 1-5 semanas a una frecuencia de 0,3-10 Hz e intensidad entre el
80 y el 120% de EMTr sobre la CPDL izquierda (30 estudios), CPDL derecha (3
estudios) y CPF bilateral (7 estudios). En general se encontró que la EMTr
disminuía de manera significativa los síntomas depresivos en comparación con el
tratamiento placebo (tamaño del efecto, 0,55; p < 0,001). El segundo grupo
incluyó a 215 sujetos, 113 tratados con EMTr y 102 con TEC. Los resultados
fueron más favorables con la TEC que con la EMTr (tamaño del efecto, -0,47; p =
0,004). Los autores concluyen que la EMTr no puede reemplazar la TEC, dado que
los pacientes mejoraron significativamente con esta última terapia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por otro lado, Berlim et al realizaron un metanálisis de
siete estudios clínicos aleatorizados, 150 sujetos recibieron EMTr de alta frecuencia
(media de edad, 48,9 ± 10,9 años; el 60% mujeres; duración del actual episodio
depresivo mayor-EDM, 9,54 ± 4 meses) y 144 sujetos recibieron TEC (media de
edad, 51,3 ± 12,8 años; el 70,8% mujeres; EDM, 7,24 ± 2,8 meses). El número
promedio de sesiones de EMTr de alta frecuencia y de TEC fue 15,2 ± 4,1 y 8,2 ±
1,9 respectivamente. En total, 38 (el 33,6% de 113) y 53 (el 52% de 102)
sujetos que recibieron respectivamente EMTr de alta frecuencia o TEC
presentaron remisión al final del estudio. Los resultados mostraron que la TEC
es significativamente más efectiva que la EMTr de alta frecuencia en obtener
remisión y reducción de los síntomas depresivos (odds ratio [OR] agrupada =
0,46; intervalo de confianza del 95% [IC95%], 0,22-0,96) (NNT= 6; IC95%, 3,2-18,9).
En adición, aproximadamente 5 de 10 sujetos con TDM presentaron remisión
después de 8 sesiones de TEC comparado con 3 de 10 sujetos que recibieron 15
sesiones de EMTr de alta frecuencia. Los autores concluyen que la TEC parece
tener más efectividad que la EMTr de alta frecuencia al menos a corto plazo
para tratar el TDM resistente a los medicamentos a pesar que la EMTr sea una
técnica de mayor seguridad. Sin embargo, aún se requiere de un tamaño de
muestra más grande, periodos de seguimiento más largos y protocolos de
tratamiento más intensivos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En relación con la duración del tratamiento, un estudio
observacional de 73 pacientes con TDM que no respondieron a EMTr diaria en 4-6
semanas, fueron tratados 6 semanas adicionales, y se encontró una respuesta
superior al 26% (mejoría en la escala de depresión ≥ 50%). También se puede
aplicar los tratamientos espaciados en el tiempo; en un estudio clínico que
incluyó a 77 pacientes con TDM, se realizó EMTr 3 días a la semana durante 6
semanas (18 sesiones), comparada con 5 días a la semana durante 4 semanas (20
sesiones), y se obtuvo mejoría en ambos grupos. Fitzgerald et al proponen que
los estudios realizados con EMTr deberían durar como mínimo de 3 a 4 semanas
antes de determinar la eficacia. Se ha señalado que en los pacientes con TDM
que responden inicialmente a la EMTr puede disminuirse las sesiones
gradualmente; por ejemplo, los tratamientos diarios pueden disminuirse a 3
sesiones en una semana, 2 en la segunda y 1 en la tercera semana. Después se
realiza una sesión por semana por varias semanas (p. ej., 4 semanas), 2
sesiones por mes durante 2 meses y después a una por mes. La frecuencia de
sesiones se puede aumentar o disminuir según la evolución clínica del paciente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Existen varios parámetros que modifican la respuesta a la
EMTr, tales como la intensidad del estímulo (80-110% del UM), el número total
de estimulaciones (120-2.000) y de sesiones (5-20). En estudios recientes se
demostró que pulsos de mayor intensidad, mayor número de estimulaciones o
cursos de tratamientos más prolongados, ausencia de psicosis, menor edad y
previa respuesta a la estimulación predicen una buena respuesta. Mientras que
factores como mayor resistencia a los medicamentos, larga duración del episodio
depresivo, edad avanzada y síntomas psicóticos son predictores negativos. Los
pacientes con tratamiento antidepresivo coadyuvante tienen mayor respuesta a la
terapia de EMTr, al contrario que los pacientes que toman benzodiacepinas o
anticonvulsivos. Los estudios de imagen muestran que los pacientes con
respuesta inicial a la terapia de estimulación tienen actividad basal en región
frontal inferior, al contrario que los que no responden. El metabolismo
cerebral basal se encontró reducido en la región cerebelar, temporal, cingulado
anterior y occipital, en correlación con mejoría después de 2 semanas de EMTr (20
Hz) sobre la CPDL izquierda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La EMTr en sujetos con TDM tiene similares
contraindicaciones que en población general. Se ha encontrado que es seguro
aplicar EMTr < 1 Hz en sujetos con TDM y antecedente personal o familiar de
convulsiones. Sin embargo, en pacientes con alto riesgo de convulsiones se
debe considerar la estimulación solo si el beneficio supera el riesgo. Las
características psicóticas (ideas delirantes y alucinaciones) no son
contraindicación para tratar el TDM con EMTr, pero la mayoría de los estudios
clínicos aleatorizados los excluyen para disminuir la posibilidad de complicaciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En conclusión, la EMTr en pacientes con TDM que no responden
al tratamiento farmacológico es eficaz y segura. Actualmente está aprobada en
Estados Unidos por la <i>Food and Drug Administration</i> (FDA) desde el año 2008 y se
encuentra como opción en las guías de tratamiento de la <i>Asociación Americana de
Psiquiatría</i> y la <i>Red Canadiense de Tratamientos del estado de ánimo y ansiedad</i>.
El protocolo propuesto para el TDM es estimular la CPDL izquierda diariamente
(lunes-viernes) durante 4-6 semanas usando 10 Hz, 3.000 pulsos por sesión con
un 100-120% del UM, que ha obtenido una eficacia demostrada mayor que con
placebo (el 37 frente al 20%).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Conclusiones</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La EMT es una técnica que permite la modulación de redes
neuronales en sujetos normales y con distintos trastornos neuropsiquiátricos.
La EMT tiene gran potencial y se puede utilizar con fines terapéuticos en
enfermedades neurológicas y psiquiátricas, tanto en niños como en adultos. En
población adulta, la EMTr es una técnica aprobada por la FDA para el TDM
resistente a los medicamentos con un adecuado perfil de seguridad y con efectos
secundarios leves y transitorios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
________________________</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
* Mayra Malavera, Médico, Grupo de Ciencias Neurovasculares, Fundación
Cardiovascular de Colombia, Floridablanca, Colombia.<br />
Federico Silva, Médico Neurólogo y Epidemiólogo Clínico, Director Neurociencias,
Director de la Unidad de Estudios Clínicos, Director Grupo Ciencias
Neurovasculares, Fundación Cardiovascular de Colombia, Floridablanca, Colombia<br />
<span lang="EN-US">Ronald García, PhD en
Neurociencias, Martinos Center for Biomedical Imaging, Massachusetts General
Hospital, Harvard Medical School, Boston, Massachusetts, Estados Unidos. </span>Escuela de Medicina, Universidad de Santander, Bucaramanga,
Colombia<br />
Ligia Rueda, Médico psiquiatra, Fundación Cardiovascular de Colombia,
Floridablanca, Colombia<br />
Sandra Carrillo, Médico neurólogo, Especialista en Neurofisiología,
Fundación Cardiovascular de Colombia, Floridablanca, Colombia</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-43191933881290499062016-10-15T13:40:00.004-07:002017-12-27T11:11:40.535-08:00Cómo es vivir con alguien que sufre depresiónPor: Revista <a href="http://www.semana.com/" target="_blank">Semana </a>| 20:08 | 13 de octubre de 2016<br />
_______________________________________________<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cuando un ser querido sufre de depresión, la dinámica familiar se trastoca. Es muy difícil escuchar a esa persona decir que se quiere morir. La tristeza, la frustración y el miedo afecta también a quien cuida al individuo. ¿Cómo llevar la depresión de un ser querido?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Se acaba la risa, la alegría, todo es una desgracia. Es un torbellino que no tiene fin, una nube gris de la que no te puedes escapar", refiere Samuel*, recordando el inicio del período de depresión por el que pasó su esposa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un grave accidente automovilístico desató el trastorno. Estuvo hospitalizada y, tras un largo período de convalecencia, no pudo regresar a trabajar debido a las heridas que sufrió.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Piensas que la persona que tienes a tu lado se está volviendo loca. Es muy difícil, especialmente al principio, cuando no sabes qué está pasando", afirma Samuel.<br />
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando una persona recibe un diagnóstico de depresión, la atención de quienes tiene a su alrededor se concentra en ese individuo, comprensiblemente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero los familiares o amigos que conviven y cuidan a los que sufren esa enfermedad mental, pasan por momentos muy difíciles y también están en riesgo de desarrollar un cuadro depresivo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Los días siguen pasando</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La dinámica familiar empieza a girar en torno a la enfermedad del ser querido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero mientras eso pasa, la vida continúa. Las cuentas por pagar siguen llegando, hay que mantener el hogar, cocinar, trabajar, ocuparse de otros miembros de la familia, en especial si hay niños.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Samuel cuenta que salía de su casa todas las mañanas para llevar a la escuela a los dos hijos de la pareja -de 4 y 5 años- antes de ir a su oficina.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"No había opción, tenía que seguir trabajando y tratando de darle a los niños un poco de rutina y normalidad. Cuando regresábamos, al final de la tarde, me bajaba del carro primero y le decía a ellos que esperaran a que viniera a buscarlos".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y continúa: "Abría la puerta y revisaba la casa. Me daba miedo entrar y encontrar a mi esposa ahorcada. Tenía que estar seguro de que mis hijos no fueran a presenciar algo tan traumático".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Terror, dolor e impotencia</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Quienes han pasado por esa situación, coinciden en señalar que es muy difícil manejar la intensidad de los sentimientos que se generan.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Todos los días, mi esposa me decía que se quería morir. Estaba aterrorizado. Estás cansado, frustrado, angustiado, triste. No tienes fuerza, no ves cómo vas a salir del hueco en el que estás", señala Samuel.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algo similar vivió Rebeca*, la madre de un adolescente de 14 años.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La voz todavía se le quiebra cuando habla de uno de los peores momentos de la crisis por la que atravesó su hijo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Mamá, déjame morir, déjame morir", le decía el chico en una de las tres ocasiones en las que intentó quitarse la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Sientes pavor, dolor, miedo, es una situación extremadamente estresante. Ves a tu hijo sufrir y no sabes qué hacer. Sentía que a mi corazón y a mi vida le habían quitado un pedazo", dice Rebeca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Tipos de depresión</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Grave. Afecta el día a día del individuo, a quien se le dificultan acciones tan básicas como comer, bañarse y dormir. Es común experimentar varios episodios. Puede ser necesaria la internación en un hospital.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Medianamente severa. El efecto que tiene la condición en la vida de las personas que la padecen es limitado. Pueden tener dificultad para concentrarse en el trabajo, para motivarse o hacer las cosas que generalmente se disfrutan.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desorden bipolar. El cambio de humor de quienes sufren de esta condición es extremo. Se pueden sentir eufóricos e indestructibles, y enseguida, desespero, letargo y pensamientos suicidas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Depresión postnatal. Es lo que experimentan algunas madres después de dar a luz. La ansiedad, el cansancio, la incapacidad de cuidar del bebé y la falta de confianza pueden ser sensaciones sobrecogedoras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fuente: Fundación Salud Mental</i></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-weight: bold;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Cómo llevar la depresión de un ser querido</b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1.- Mantenerse saludable. Se debe llevar una alimentación adecuada y hacer las comidas en horarios regulares. Descansar suficiente y hacer algún tipo de actividad física también es importante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2.- Compartir lo que se siente con alguien de confianza. Es fundamental poder apoyarse en un familiar o un amigo, particularmente si se está atravesando un momento difícil. Si no es posible encontrarse en persona, un correo electrónico, un texto, un videochat o una conversación por teléfono es igualmente útil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3.- Practicar alguna técnica de relajación. Además de relajarse permite que la persona que cuida a quien sufre de depresión, se dedique a sí mismo por un tiempo. Algunas alternativas son: yoga, meditación y atención plena. Incluso unos pocos minutos, serán de gran ayuda.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
4.- Organizarse. Es útil realizar un cronograma con las actividades que hay que hacer y apuntar información importante como la dosis de medicación que tiene que tomar el paciente y teléfonos de emergencia. También es importante preparar un plan en caso de improvistos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fuente: Mind, ONG británica dedicada a la salud mental.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
*Nombres ficticios para preservar la identidad de los entrevistados.</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-84223171090000867632016-08-09T11:35:00.000-07:002017-12-27T11:11:52.653-08:00Encuentran genes relacionados con la depresiónPor: Nature | 7:46 p.m. | 15 de julio de 2015<br />
_______________________________________________<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Un gen tendría que ver con fabricación de estructuras generadoras de energía llamadas mitocondrias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) encontró que dos secuencias genéticas están vinculadas a la depresión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según la publicación en la revista Nature, el investigador líder del proyecto Jonathan Flint fue el más sorprendido con este descubrimiento, porque él mismo reconoció que sería difícil encontrar las secuencias genéticas relacionadas con la depresión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En su trabajo Flint analizó a 5.303 personas con depresión. Junto a Kenneth Kendler, psiquiatra de la Universidad de Virginia Commonwealth en Richmond, trabajaron con mujeres de la China, debido a su gran población y a que se cree que el tema no está muy bien diagnosticada allí.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La investigación consistió en analizar el ADN de 5.303 mujeres chinas, el 85 por ciento de ellas tenían una forma grave de la enfermedad llamada la melancolía.<br />
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El análisis del ADN arrojó dos secuencias genéticas que parecían estar vinculadas a la depresión, situados en el cromosoma 10: Sirt 1 (Sirtuina) y LHPP Fosfolisina Fosfohistidina). El primero implicado en la fabricación de pequeñas estructuras generadoras de energía llamadas mitocondrias. Se ha visto que los pacientes con depresión tienen más ADN mitocondrial.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las correlaciones fueron confirmadas en otro conjunto de más de 3.000 hombres y mujeres deprimidas y más de 3.000 controles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La conexión mitocondrial concuerda con trabajos previos, incluidos algunos de LAB3 de Flint, que habían vinculado alteraciones mitocondriales a la depresión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Flint y su grupo se preguntan si limitar el análisis a las personas con depresión particularmente severa podría cambiar las cosas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La esperanza es que a medida que se encuentran más enlaces genéticos, se tengan no solo mejores diagnósticos sino también soluciones farmacológicas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El éxito de Flint puede dinamizar esa búsqueda, dice Patrick Sullivan, especialista en genética psiquiátrica en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. “Hemos tenido que aprender a no escuchar mucho que nuestros críticos”, agrega: “si nos escuchamos a la gente diciendo que lo que estamos haciendo es estúpido, habríamos detenido hace años”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula en el mundo hay más de 350 millones de personas con depresión. Como consecuencia de esta situación, cada año se suicidan cerca de un millón de personas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nature</div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-27357658131771730742015-12-12T13:18:00.003-08:002017-12-27T11:12:10.586-08:00Terapia Ocupacional y depresión: Reconstruyendo vidas<div style="text-align: justify;">
Por Ashley Opp. Tomado de <a href="http://www.aota.org/about-occupational-therapy" target="_blank">AOTA</a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
_________________________________________________________</div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: right;">
Traducido del inglés por Juan Carlos Alonso</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
La proliferación de los comerciales para diversos medicamentos antidepresivos ha convencido a muchos estadounidenses que la gestión de la depresión es tan simple como tomar una pastilla. Aunque la medicación puede ser un componente importante del tratamiento de la depresión, los profesionales de terapia ocupacional pueden ayudar a las personas con depresión a reestructurar sus vidas diarias, encontrar sentido a las ocupaciones diarias, y redefinir su sentido de identidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>¿Qué es la depresión?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Desde la perspectiva de la terapia ocupacional, las personas con depresión típicamente no tienen la energía o el manejo para participar en las cosas que son importantes para ellos", dice Lisa Mahaffey, MS, OTR / L, una terapeuta ocupacional del Hospital Linden Oaks en Naperville, Illinois. Los síntomas, dice, dependen de la edad de uno. Los niños con depresión tienden a conectarse con la ira y se centran en su incapacidad para hacer las cosas. Otros signos de depresión incluyen aferrarse a los padres, el miedo a la muerte de los padres, y la negativa a ir al colegio. Los adolescentes con depresión suelen ser socialmente evitativos, muy irritables o enojados, y, a veces expresan pensamientos suicidas a amigos o familiares. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2003), el suicidio es la tercera causa de muerte en los adolescentes.<br />
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los adultos tienen síntomas más variados en la depresión. Al igual que los adolescentes, dejan de participar en sus roles de ocio, familia y mantenimiento del hogar. Esta falta de energía también puede afectar su trabajo, si es que están trabajando. Los adultos con depresión tienen dificultades para levantarse de la cama, vestirse, cuidar de sí mismos personalmente, resolver problemas, participar en actividades, o salir con los amigos. "Pueden ser señalados de tristes, irritables y faltos de atención a los detalles, tales como echar a perder las tareas de administración de dinero, o no recordar citas o fechas importantes", dice Mahaffey.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Para la población de adultos mayores, la depresión se manifiesta más como síntomas físicos. "Estos síntomas somáticos incluyen dolores de cabeza, dolores de estómago, o quejas del intestino y la vejiga, que después de muchas evaluaciones se determina que están vinculados a la depresión y a la ansiedad", dice Mahaffey. Algunos adultos mayores están demasiado ansiosos para salir de la casa, lo que puede ser un síntoma de la depresión. Un adulto mayor se puede romper la muñeca o la cadera y, a diferencia de personas más jóvenes, ser incapaz de adaptarse o ver la fractura como una interrupción temporal en su vida. En cambio, la reacción es desanimarse y estar cada vez más temerosos de las caídas. Este miedo lleva a la inactividad, a bajar la resistencia y la flexibilidad, y a un mayor aislamiento, que, paradójicamente conduce a un aumento del riesgo de caídas adicionales y a mayores grados de depresión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Los adultos mayores que están deprimidos, a menudo experimentan una culminación de pérdidas, no sólo de seres queridos, sino a veces de salud. La depresión se correlaciona con la pérdida de independencia, y las tasas de depresión se disparan cuando la gente es internada en instituciones, en particular hogares de ancianos y hospitales. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (2007), las personas de 65 años de edad y mayores representan sólo el 12% de la población estadounidense, pero representaron el 16% de los suicidios en el año 2004.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>¿Qué causa la depresión?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Las causas de la depresión varían. Para algunas personas, la depresión es causada exclusivamente por la disminución de neurotransmisores en el cerebro, y puede ser genética. Para otros, "la causa pueden ser los eventos la vida -la imposibilidad de obtener la satisfacción de sus relaciones, o experiencias de vida que no pudieron ofrecerles los conocimientos necesarios para gestionar y hacer frente a sus responsabilidades", dice Mahaffey. "Sin embargo, se puede argumentar que, aunque algunas formas de depresión se pueden remontar a acontecimientos de la vida de una persona, los patrones de pensamiento de las personas con depresión afectan la capacidad del cerebro para producir neurotransmisores. Hay una conexión mente-cuerpo, lo que podría ser la razón por la cual la gente responde muy bien a los medicamentos antidepresivos que aumentan los neurotransmisores, lo que les permite participar en otras formas de terapia y de desarrollo de habilidades. "Estos a su vez pueden reducir la necesidad de medicamentos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>¿Cómo puede ayudar la Terapia Ocupacional?</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Los terapeutas ocupacionales pueden examinar los roles de vida que son importantes para los pacientes con depresión y ayudar a adaptar sus responsabilidades para darles la oportunidad de participar y ganar un sentido de logro. "Por lo general exploro sobre las funciones importantes para un paciente -trabajador, estudiante, miembro de la familia, amigo, aficionado- y hablamos de cómo todos esos papeles tienen una serie de responsabilidades que, cuando los desempeñaba, tenían un resultado que era deseable y gratificante", explica Mahaffey.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Los profesionales determinan luego lo que interfiere con la capacidad de una persona para cumplir con esas responsabilidades, tales como trabajar hasta tarde todos los días, o desarrollar tareas abrumadoras de trabajo. "A veces hay que descomponer las tareas. Por ejemplo, podría tener una madre que necesite identificar algunas comidas simples y hacer una lista de compras que le permitan tener sus niños alimentados mientras ella trabaja su depresión ", dice Mahaffey.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
La autoestima y la identidad también juegan un papel importante en el manejo de la depresión. "Miro la autoestima desde la perspectiva de cómo las elecciones que hacemos en nuestras vidas impactan nuestra forma de pensar, y por lo tanto, cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos", dice Mahaffey. Los médicos pueden hablar con los pacientes acerca de la estructuración del día y la sustitución de malos hábitos por otros mejores. Por ejemplo, ¿qué pueden hacer las personas con depresión para llenar y estructurar todo ese tiempo que previamente lo pasaba solo, tal vez en cama o enfrente de la televisión?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a las personas con depresión a examinar cómo equilibrar el ocio, el trabajo y las relaciones interpersonales. "Nos fijamos en la estructura diaria e incluimos ciertas ocupaciones y estrategias para asegurar que los pacientes sigan ciertas pautas, de manera que cumplan las responsabilidades de funciones que tengan sentido para ellos", dice Mahaffey.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>Un ejemplo de caso</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
En un caso atípico, un hombre de 45 años de edad, muy inteligente, había comenzado un negocio exitoso. Tenía una hija y un buen matrimonio. "Él entró en el hospital deprimido y con ideas suicidas y no podía entender la causa, ya que su vida iba tan bien", dice Mahaffey. Ella le hizo una Entrevista sobre la Historia Ocupacional de Rendimiento (Keilhofner, et al., 1997) y una lista de comprobación de intereses. "Juntos, nos enteramos de que en toda la primera parte de su vida se había fijado metas, y siempre trabajó duro para cumplirlas. Había llegado a un punto de su vida en que había cumplido cada meta que se había propuesto, y ya no podía obtener más significados en ese momento", dice Mahaffey. El paciente identificó la pintura al óleo como un interés del pasado, pero al cual había renunciado. Todavía tenía los materiales, por lo que, con el estímulo de Mahaffey, se puso el objetivo de sacarlos y pintar algo para su casa. Un año y medio más tarde, tuvo la inauguración de una galería.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque el caso de este paciente es inusual, demuestra lo estrechamente ligada que está la ocupación de actividades que la gente tiene, a su sentido de propósito e identidad, y aquí es en donde prospera la terapia ocupacional. Como Mahaffey dice, "La terapia ocupacional está en una muy buena posición para ayudar a las personas a desarrollar sus identidades profesionales y a comenzar a conseguir satisfacción con lo que hacen."</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>Encontrar un Profesional de Terapia Ocupacional</i> </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Los médicos y otros profesionales del campo médico pueden informar sobre los profesionales de terapia ocupacional. Aunque la mayoría de los profesionales de terapia ocupacional que se especializan en el trabajo de la depresión están en el ámbito hospitalario, si está viendo a un psiquiatra puede solicitar una remisión a un terapeuta ocupacional.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<b>References</b></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
Centers for Disease Control and Prevention. (2003). Suicide among youth . Retrieved September 20, 2007, from http://www.cdc.gov/healthmarketing/entertainment_education/tips/suicide.htm</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
Keilhofner, T., Mallinson, T., Crawford, C., Novak, M., Rigby, M., Henry, A., & Walens, D. (1997 ). A user’s guide to the Occupational Performance History Interview-II (OPHI-II) (version 2.0). Chicago: Model of Human Occupation Clearinghouse, Department of Occupational Therapy, College of Applied Health Sciences, University of Illinois at Chicago.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
National Institute of Mental Health. (2007). Older adults: Depression and suicide facts . Retrieved September 18, 2007, from http://www.nimh.nih.gov/health/publications/older-adults-depression-and-suicide-facts.shtml</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-4193676412211305872015-08-22T17:41:00.000-07:002017-12-27T11:12:28.034-08:00Medicación para la ansiedad: lo que usted necesita saber acerca de estos medicamentos <div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt;">Por Melinda Smith, M.A., Lawrence Robinson, and Jeanne Segal,
Ph.D - Última actualización: Agosto de 2015. - Tomado de <a href="http://www.helpguide.org/articles/anxiety/anxiety-attacks-and-anxiety-disorders.htm">Helpguide.com</a> <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt;">______________________________________________<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<i style="background-color: rgba(255, 255, 255, 0); text-align: right;"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt;">
Traducido del inglés por Juan Carlos Alonso</span></i><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los medicamentos pueden aliviar
algunos de los síntomas de la ansiedad, pero no curan el problema de fondo y
por lo general no es una solución a largo plazo. Estos medicamentos vienen también
con efectos secundarios y preocupaciones de seguridad, tales como el riesgo de
adicción. Con el fin de decidir si la medicación es la adecuada para usted, es
importante sopesar los beneficios de los medicamentos contra los inconvenientes.
Una vez que usted haya investigado sus opciones, incluyendo otras terapias y
cambios de estilo de vida que pueden ayudar, se puede tomar una decisión
informada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>Comprender la medicación para la ansiedad
<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Esta información no pretende ser un sustituto del acompañamiento
médico. Si usted está tomando un medicamento para la ansiedad, ¡no cambie su
dosis sin consultar a su médico!<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se utilizan muchos tipos
diferentes de medicamentos en el tratamiento de los trastornos de ansiedad,
incluidos los medicamentos tradicionales como las benzodiazepinas, y opciones
nuevas como los antidepresivos y los betabloqueantes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estos medicamentos pueden ser muy
efectivos, pero no deben ser considerados una cura. Tales ansiolíticos pueden
proporcionar un alivio temporal, pero no tratan la causa subyacente al
trastorno de ansiedad. Una vez que usted deja de tomar el medicamento, los
síntomas de la ansiedad a menudo regresan con toda su fuerza.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es importante también ser
conscientes de los riesgos de la medicación para la ansiedad. Tales medicamentos
pueden causar una amplia gama de efectos secundarios desagradables y a veces
peligrosos. Muchos de estos medicamentos son también creadores de hábito y
físicamente adictivos, por lo que es difícil dejar de tomarlos una vez que haya
comenzado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>El tema de fondo<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si usted tiene una ansiedad que
es lo suficientemente grave como para interferir con su capacidad de funcionar,
la medicación puede ser adecuada para usted. Sin embargo, muchas personas
utilizan ansiolíticos cuando funcionarían igual de bien o mejor estrategias como
la terapia, el ejercicio, o la autoayuda, sin los efectos secundarios y riesgos
que acompañan los primeros.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las estrategias de terapia y
autoayuda pueden ayudarle a llegar al tema de fondo subyacente a sus problemas
y desarrollar las herramientas para vencer la ansiedad para siempre. Así, aunque
el tratamiento farmacológico puede ser beneficioso, no es de ninguna manera es
la única respuesta. Hay otros métodos de tratamiento eficaces que se pueden
tomar, además de los medicamentos o en lugar de ellos. Usted debe evaluar sus
opciones y decidir qué es lo mejor para usted.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>Medicación para la ansiedad
(tranquilizantes / benzodiazepinas)<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los medicamentos anti-ansiedad,
también conocidos como tranquilizantes, son drogas que alivian la ansiedad porque
desaceleran el sistema nervioso central. Sus efectos relajantes y calmantes se han
hecho muy populares: son el tipo de los medicamentos más ampliamente prescritos
para la ansiedad. También se prescriben como pastillas para dormir y relajantes
musculares.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las benzodiazepinas son la clase
más común de los ansiolíticos. Ellos incluyen:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l2 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span lang="PT-BR" style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span lang="PT-BR" style="text-indent: -18pt;">Xanax
(alprazolam)</span></li>
<li><span lang="PT-BR" style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span lang="PT-BR" style="text-indent: -18pt;">Klonopin
(clonazepam)</span></li>
<li><span lang="PT-BR" style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span lang="PT-BR" style="text-indent: -18pt;">Valium
(diazepam)</span></li>
<li><span lang="PT-BR" style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span lang="PT-BR" style="text-indent: -18pt;">Ativan
(lorazepam)</span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las benzodiazepinas actúan
típicamente rápido, trayendo alivio entre treinta minutos a una hora luego de
tomados. Debido a la rapidez con que trabajan, estos medicamentos son muy
eficaces cuando se toman durante un ataque de pánico o un episodio de ansiedad
abrumadora. Pero a pesar de sus potentes efectos contra la ansiedad, tienen sus
inconvenientes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Efectos secundarios de los medicamentos anti-ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La medicación contra la ansiedad
como las benzodiazepinas actúan reduciendo la actividad cerebral. Si bien esto
alivia temporalmente la ansiedad, también puede dar lugar a efectos secundarios
no deseados.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuanto mayor sea la dosis, más
pronunciados suelen llegar a ser estos efectos secundarios. Sin embargo,
algunas personas se sienten soñolientas, brumosas, y descoordinadas, incluso en
dosis bajas de benzodiacepinas, lo que les puede causar problemas en el
trabajo, la escuela o en actividades cotidianas como conducir. Algunos incluso
sienten una resaca al día siguiente de tomar los medicamentos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Debido a que las benzodiazepinas
se metabolizan lentamente, el medicamento se puede acumular en el cuerpo cuando
se utiliza durante períodos de tiempo más largos. El resultado es la sedación
excesiva. Las personas que están sobre sedadas pueden parecer como si
estuvieran borrachas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 448.9pt;" valign="top" width="599"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Efectos
secundarios más comunes de las benzodiazepinas o tranquilizantes<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Somnolencia<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Falta de energía<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Torpeza<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Reflejos lentos<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Dificultad para hablar<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Confusión y desorientación<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Depresión<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Mareos, aturdimiento<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Deterioro del pensamiento y el juicio<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Pérdida de memoria, falta de memoria<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Náuseas, malestar estomacal<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Visión borrosa o doble<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las benzodiazepinas también están
asociadas con la depresión. Los usuarios a largo plazo de las benzodiazepinas están
a menudo deprimidos, y con dosis más altas se cree que aumenta el riesgo de
síntomas depresivos y pensamientos y sentimientos suicidas. Por otra parte, las
benzodiazepinas pueden causar embotamiento emocional o atontamiento. El
medicamento alivia la ansiedad, pero también bloquea los sentimientos de placer
o dolor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Efectos paradójicos de la medicación anti-ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A pesar de sus propiedades
sedantes, algunas personas que toman ansiolíticos experimentan una excitación
paradójica. Las reacciones paradójicas más comunes son el aumento de la
ansiedad, irritabilidad y agitación. Sin embargo, también pueden ocurrir
efectos más severos, incluyendo:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l3 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Manía</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Hostilidad y rabia</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Comportamiento agresivo o impulsivo</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Alucinaciones</span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque es poco común, estos
efectos adversos son peligrosos. Las reacciones paradójicas a estos ansiolíticos
son más comunes en los niños, ancianos y personas con discapacidades de
desarrollo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -35.4pt;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -35.4pt;">
<b><i>Preocupaciones de seguridad de los medicamentos anti-ansiedad y
factores de riesgo<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Más allá de los efectos
secundarios comunes, los ansiolíticos tienen riesgos adicionales. Mientras que
los medicamentos tranquilizantes ansiolíticos son relativamente seguros cuando
se toman sólo ocasionalmente y en pequeñas dosis, al combinarse con otras
sustancias o tomados durante largos períodos de tiempo, puede conducir a
problemas graves. Además, algunas personas tienen reacciones adversas a
cualquier cantidad de ansiolíticos. No son seguros para todas las personas,
incluso cuando se utilizan responsablemente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Interacción con otros medicamentos y sobredosis<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Utilizados solos, los ansiolíticos
como Xanax o Valium rara vez causan sobredosis fatales, incluso cuando se toman
en grandes dosis. Pero cuando se combinan con otros depresores del sistema
nervioso central, los efectos tóxicos de estos ansiolíticos aumentan.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Tomar ansiolíticos junto con alcohol, analgésicos recetados, o
pastillas para dormir, puede ser mortal.</b> También pueden ocurrir peligrosas
interacciones cuando los ansiolíticos se toman con antihistamínicos, que se
encuentran en muchos medicamentos de venta sin receta para el resfriado, alergias
y pastillas para dormir. Los antidepresivos como Prozac y Zoloft también pueden
aumentar su toxicidad. Hable siempre con su médico o farmaceuta antes de
combinar medicamentos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Los factores de riesgo de las drogas anti-ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cualquiera que tome ansiolíticos
puede experimentar efectos secundarios desagradables o peligrosos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero algunas
personas tienen un riesgo más alto:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Personas mayores de 65</b> <b>años</b>.
Los adultos mayores son más sensibles a los efectos sedantes de los ansiolíticos.
Incluso pequeñas dosis pueden causarles confusión, amnesia, pérdida del
equilibrio, y un deterioro cognitivo que se parece a la demencia. El uso de
drogas anti-ansiedad en los ancianos se asocia con un mayor riesgo de caídas, fractura
de cadera y de piernas, y accidentes de tráfico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Mujeres embarazadas</b>. Las mujeres embarazadas deben evitar los ansiolíticos.
Dado que estos medicamentos atraviesan la placenta, su uso durante el embarazo
puede conducir en el bebé a la dependencia. Después del nacimiento, el bebé sufrirá
luego de abstinencia, con síntomas tales como debilidad muscular,
irritabilidad, temblor y problemas de sueño y de respiración. Estos
medicamentos contra la ansiedad son excretados a través de la leche materna,
por lo que deben evitarse también durante la lactancia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Personas con historial de abuso de sustancias.</b> Cualquier persona
con un problema actual o anterior con el alcohol o las drogas, debe evitar los ansiolíticos
o utilizarlos sólo con extrema precaución. El mayor beneficio de las
benzodiazepinas es que trabajan de forma rápida, pero esto también las hace
adictiva. Esto puede conducir rápidamente a su abuso, a menudo en combinación
peligrosa con el alcohol u otras drogas ilícitas.</div>
<br />
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 448.9pt;" valign="top" width="599"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Conexión
entre la medicación ansiedad y accidentes<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
Los ansiolíticos provocan somnolencia y falta de
coordinación, lo que contribuye a los accidentes en el hogar, en el trabajo,
y en la carretera. Los estudios demuestran que tomar ansiolíticos aumenta el
riesgo de sufrir un accidente de tráfico grave.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>Dependencia de las drogas contra
la ansiedad y la abstinencia<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los ansiolíticos, incluyendo las benzodiazepinas
populares, tales como Xanax, Klonopin, Valium, y Ativan, son para uso a corto
plazo. Sin embargo, muchas personas toman ansiolíticos durante largos períodos
de tiempo. Esto es arriesgado porque, cuando se toma con regularidad, las benzodiazepinas
conducen rápidamente a la dependencia física. La tolerancia a las drogas es
también común, ya que se necesitan dosis cada vez más altas para obtener el
mismo alivio de ansiedad que antes. De acuerdo con la <i>Academia Americana de Médicos de Familia</i>, las benzodiazepinas
pierden su efecto terapéutico anti-ansiedad después de 4 a 6 meses de uso
regular.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mayoría de las personas se
vuelven adictas a su medicamento contra la ansiedad en un par de meses, pero
los problemas pueden surgir antes. Para algunos, la dependencia de las drogas
se desarrolla después de unas pocas semanas. Una vez que alguien está físicamente
dependiente de una medicación de ansiedad, es difícil dejar de tomarlo. El
cuerpo se acostumbra al medicamento, por lo que se producen síntomas de
abstinencia, si la dosis se reduce o se suspende.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La dependencia psicológica puede
ser también un problema. Si usted ha estado confiando en un ansiolítico para
mantener la ansiedad bajo control, es posible que pierda la confianza en sus
propias capacidades para hacer frente a las dificultades de la vida y empezar a
pensar que "necesita" el medicamento para sobrevivir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 448.9pt;" valign="top" width="599"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Usted
puede ser dependiente de las benzodiazepinas si:<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
- Ha tomado benzodiacepinas durante cuatro
meses o más.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Confía en sus pastillas para salir adelante.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Alguna vez que ha reducido o dejado de tomar sus pastillas, se ha sentido
enfermo, ansioso o ha experimentado síntomas inusuales.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Siente que sus píldoras no están teniendo el mismo efecto que cuando empezó a
tomarlas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Toma una pastilla extra durante los momentos de tensión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Ha intentado reducir o dejar de tomar sus pastillas y no ha podido pegar el
ojo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Ha aumentado su dosis.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Ha incrementado su consumo de alcohol.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Las benzodiazepinas están interfiriendo con su vida de alguna manera
(sentirse enfermo frente a los problemas de trabajo, familiares o de pareja,
dificultades para salir adelante, dificultad para recordar cosas).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Siempre se asegura de nunca quedarse sin pastillas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 18pt; text-align: justify;">
-
Lleva sus píldoras con usted "por si acaso".<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si usted está físicamente
dependiente de los ansiolíticos y quisiera dejarlos, es importante hacerlo bajo
la guía de un profesional de salud médica. La clave está en ir reduciendo la
dosis durante un período de tiempo. Si deja de tomar su medicamento de repente,
puede experimentar síntomas de abstinencia graves, tales como:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo3; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Aumento de la ansiedad</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Insomnio</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Confusión</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Taquicardia</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Transpiración</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Temblor</span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Disminuir paulatinamente la droga
le ayudará a minimizar la reacción de abstinencia. Sin embargo, si usted ha
tomado ansiolíticos durante meses, puede todavía experimentar algunos de los
síntomas de abstinencia. La ansiedad, el insomnio y la depresión pueden permanecer
meses después de que usted haya dejado de tomar el ansiolítico. Desafortunadamente,
estos síntomas persistentes de abstinencia son frecuentemente tomados
equívocamente como un retorno del problema original, haciendo que algunas
personas reinicien la medicación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><br /></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>Otros tipos de ansiolíticos<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Debido a las muchas preocupaciones
de seguridad vinculadas a las drogas contra la ansiedad, han ganado popularidad
otros medicamentos para tratar la ansiedad. Las alternativas a los ansiolíticos
incluyen antidepresivos, buspirona y bloqueadores beta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Los medicamentos antidepresivos para la ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Muchos medicamentos originalmente
aprobados para el tratamiento de la depresión se han utilizado para aliviar los
síntomas de la ansiedad. Estos incluyen ciertos inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS), los antidepresivos tricíclicos (ATC), ls inhibidores
de la monoaminooxidasa (IMAO) y los antidepresivos atípicos más nuevos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los antidepresivos suelen ser
preferibles a los ansiolíticos tradicionales debido a que el riesgo de la
dependencia y el abuso es menor. Sin embargo, los antidepresivos tardan de 4 a
6 semanas para comenzar a aliviar los síntomas de ansiedad, por lo que no se
pueden tomar "según sea necesario". Por ejemplo, los antidepresivos
no ayudarán en absoluto si usted esperó hasta tener un ataque de pánico para tomarlos.
Su uso se limita a problemas de ansiedad crónicos que requieren tratamiento
continuo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los antidepresivos más recetados
para la ansiedad son los ISRS como Prozac, Zoloft, Paxil, Lexapro y Celexa.
Estos funcionan mediante la regulación de los niveles de serotonina en el cerebro
para elevar el estado de ánimo y se han utilizado para tratar el trastorno de
pánico, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de ansiedad
generalizada (TAG).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los efectos secundarios comunes
incluyen:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l1 level1 lfo4; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Náuseas</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Nerviosismo</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Dolores de cabeza</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Somnolencia</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Disfunción sexual</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mareo</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Malestar estomacal</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Aumento de peso</span></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque la dependencia física no se
desarrolla en forma tan rápida con los antidepresivos, la suspensión puede ser
un problema. Si es descontinuado en forma demasiado rápida, la abstinencia de estos
medicamentos puede provocar síntomas como depresión extrema y fatiga,
irritabilidad, ansiedad, síntomas parecidos a la gripe, e insomnio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 448.9pt;" valign="top" width="599"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>El riesgo
de suicidio con los antidepresivos<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
La FDA exige que todos los antidepresivos llevar
una advertencia sobre el riesgo de pensamientos suicidas, hostilidad, y
agitación. También existe el riesgo de que causen un aumento de la depresión
y la ansiedad, en lugar de su disminución.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Buspirona (BuSpar)<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Buspirona, también conocido
por el nombre de marca BuSpar, es un medicamento contra la ansiedad más nuevo,
que actúa como un tranquilizante suave. La buspirona alivia la ansiedad
mediante el aumento de serotonina en el cerebro como lo hacen los ISRS y la
disminución de la dopamina. En comparación con ansiolíticos tradicionales como el
Xanax, La Buspirona es de acción lenta. Se tarda unas dos semanas para empezar
a trabajar con la ansiedad. Sin embargo, tiene varias ventajas sobre los ansiolíticos
mayores: no es tan sedante, no afecta la memoria ni la coordinación, no es muy
adictivo, y los efectos de la abstinencia son mínimos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los efectos secundarios comunes
de la buspirona incluyen:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l6 level1 lfo5; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Náuseas</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Dolores de cabeza</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mareo</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Somnolencia</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Dolor de estómago</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Estreñimiento</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Diarrea</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Boca reseca</span></li>
</ul>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dado que el riesgo de dependencia
es bajo y no tiene interacciones graves con otras drogas, La Buspirona es una
buena opción para las personas mayores y personas con historial de abuso de
sustancias. Sin embargo, su eficacia es limitada. Funciona para el trastorno de
ansiedad generalizada (TAG), pero no parece ayudar en los otros tipos de
trastornos de ansiedad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Medicamentos bloqueadores Beta para la ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los bloqueadores Beta son un tipo
de medicamento utilizados para tratar la presión arterial alta y problemas cardiacos.
Sin embargo, estos medicamentos también se prescriben fuera de lo indicado,
para la ansiedad. Los bloqueadores Beta funcionan al bloquear los efectos de la
noradrenalina, hormona del estrés, que participan en la respuesta de lucha o
huida. Esto ayuda a controlar los síntomas físicos de la ansiedad tales como
frecuencia cardíaca alta, voz temblorosa, sudoración, mareos, y manos
temblorosas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Debido a que los betabloqueantes
no afectan los síntomas emocionales de ansiedad, como la preocupación, son de
gran ayuda para las fobias, la fobia social, y en particular la ansiedad de
rendimiento. Si usted está anticipando una situación específica que le produce
ansiedad (como dar un discurso), tomar un bloqueador Beta de antemano puede
ayudarle a reducir sus "nervios".<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los bloqueadores Beta incluyen
fármacos como el propranolol (Inderal) y atenolol (Tenormin). Los efectos
secundarios comunes incluyen:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l7 level1 lfo6; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mareo</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Somnolencia</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Náuseas</span></li>
<li><span style="font-family: "symbol"; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Pulso inusualmente lento</span></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>Decidir si la medicación para la
ansiedad es la adecuada para usted<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si usted está tratando de decidir
si debe o no tratar su ansiedad con medicamentos, es importante sopesar los
pros y los contras conjuntamente con su médico. También es importante aprender
acerca de los efectos secundarios comunes del ansiolítico que está considerando.
Los efectos secundarios de la medicación contra la ansiedad tienen una gama que
va desde molestias leves como la resequedad de la boca hasta problemas más
graves, como náuseas agudas o aumento de peso pronunciado. Para cualquier
medicamento anti-ansiedad, tendrá que equilibrar los efectos secundarios frente
a los beneficios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Preguntas que debe hacerse junto con un profesional de salud mental<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Es la medicación la mejor opción para mi
problema de ansiedad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Estoy dispuesto a soportar los efectos secundarios
desagradables a cambio del alivio de la ansiedad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Qué tratamientos no farmacológicos para la
ansiedad podrían ayudar?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Tengo el tiempo y estoy dispuesto a seguir los
tratamientos no farmacológicos como la terapia cognitivo-conductual?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Qué estrategias de autoayuda podrían ayudarme a
conseguir tener mi ansiedad bajo control?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l5 level1 lfo7; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->Si decido tomar la medicación contra la ansiedad,
¿debería acompañarla también de alguna terapia?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Preguntas para su médico<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Cómo va a ayudar el medicamento con mi
ansiedad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de
la droga?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Hay alguna comida y bebidas que necesitaré
evitar?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Cómo va a interactuar este medicamento con mis
otras drogas?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Por cuánto tiempo tendré que tomar la
medicación anti-ansiedad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Dejar luego la medicación será difícil?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span></span><!--[endif]-->¿Volverá mi ansiedad cuando deje de tomar el
medicamento?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l4 level1 lfo8; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i>La medicación por sí sola no es
suficiente<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recuerde que los ansiolíticos no
son una cura. Los medicamentos pueden tratar algunos síntomas de ansiedad, pero
no pueden cambiar los temas y situaciones que subyacen en su vida y que lo están
volviendo ansioso. Los medicamentos contra la ansiedad no van a resolver sus
problemas si está ansioso debido a las cuentas crecientes por pagar, o a una
tendencia a pensar el "los peor que le puede pasar", o una relación afectiva
poco saludable. Ahí es donde la terapia y otros cambios de estilo de vida son
necesarios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay muchas alternativas de
tratamiento diferentes a la medicación, incluyendo la psicoterapia, que es
ampliamente aceptada por ser más eficaz contra la ansiedad que las drogas. Para
superar la ansiedad, es posible que tenga que hacer grandes cambios en su vida.
Modificaciones en el estilo de vida que pueden producir cambios en los niveles
de ansiedad, incluyen el ejercicio regular, dormir lo suficiente, y una dieta
saludable. Otros tratamientos eficaces para la ansiedad incluyen terapia de
conversación, meditación, el biofeedback, la hipnosis y la acupuntura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La ventaja de los tratamientos no
farmacológicos en casos de ansiedad es que producen cambios duraderos y alivio
a largo plazo. Si su ansiedad es tan severa que interfiere con la terapia, la
medicación puede ser útil en el corto plazo para tener sus síntomas bajo
control. Una vez que su ansiedad está en un nivel manejable, se puede seguir con
éxito otras formas de comportamiento y terapia de conversación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Directrices para la toma de medicamentos para la ansiedad<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si usted decide tomar
medicamentos para su trastorno de ansiedad, es importante aprender todo lo que
pueda acerca de su medicamento y administrarlo como está indicado. Cuanto más
se sabe acerca de su medicación, mejor equipado estará para identificar y hacer
frente a los efectos secundarios, evitar peligrosas interacciones con otros medicamentos,
y minimizar otros riesgos de la medicación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Algunas sugerencias si decide
tomar la medicación para la ansiedad:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Sea paciente</b>. Se necesita tiempo para que la mayoría de los ansiolíticos
llegar a su efecto terapéutico completo. Si bien es posible que desee un alivio
inmediato, es importante tener expectativas realistas. Usted tendrá que
trabajar estrechamente con su médico para encontrar la dosis correcta y evaluar
la eficacia del medicamento.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Evite el alcohol</b>. El alcohol y los ansiolíticos no se deben mezclar.
La combinación puede incluso ser letal. Pero incluso en dosis menos tóxicas, el
alcohol y estos medicamentos pueden causar mala coordinación y el pensamiento
deteriorado, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito y otras
lesiones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Controle su respuesta a la medicación</b>. Mantenga una estrecha
vigilancia sobre su reacción a la medicación, incluyendo cualquier cambio
físico y emocional que esté experimentando. Todo el mundo reacciona de manera
diferente a las drogas, por lo que es imposible predecir qué efectos
secundarios tendrá usted o qué tan bien funcionará su medicación. Si usted está
tomando benzodiacepinas (Valium, Xanax, etc.), no conduzca ni maneje maquinaria
pesada hasta que sepa cómo le afecta el medicamento.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Hable con su médico</b>. Sea abierto y honesto acerca de los efectos secundarios
que su medicamento está causando. No tenga miedo de hablar de sus problemas o
preocupaciones. Y si bien nunca debe dejar su medicamento sin consultar primero
con su médico, en última instancia, la decisión depende de usted. Si no está
satisfecho con la forma en que las pastillas le hacen sentir, pida a su médico que
le ayude a disminuirla.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Continuar la terapia</b>. Los medicamentos pueden controlar los
síntomas de la ansiedad, pero no tratar el problema subyacente. Por lo tanto,
es crucial seguir una terapia o alguna otra forma de tratamiento contra la
ansiedad. La terapia puede ayudarle a llegar a la raíz de su problema de
ansiedad y desarrollar mejores habilidades para afrontarla.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 448.9pt;" valign="top" width="599"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Si usted
está tomando alguna benzodiacepina:<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
- Tenga citas regulares con un psiquiatra
especializado en el tratamiento de trastornos de ansiedad y que esté al tanto
de las últimas investigaciones sobre las benzodiazepinas y otros ansiolíticos
y terapias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
- No suspenda su medicación sin consultar antes a
su psiquiatra. Si usted ha estado tomando benzodiazepinas durante más de un
mes, debe reducir gradualmente la dosis bajo supervisión de su médico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
- Encontrar la dosis correcta es un proceso de
ensayo y error, pero usted debe preocuparse si la está aumentando. Si
necesita dosis cada vez mayores para lograr el mismo efecto, eso es un signo
de una dependencia de la droga en desarrollo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-23154442528665429672015-04-23T11:26:00.000-07:002017-12-27T11:12:48.807-08:00Enfoque junguiano de la depresiónPor <b>Juan Carlos Alonso</b> - 23 de abril de 2015 - Tomado de <a href="http://www.adepac.org/enfoque-junguiano-de-la-depresion-j-c-alonso/" target="_blank">ADEPAC</a><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
_________________________________________________</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
RESUMEN</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Si bien en ocasiones se ha planteado que la psicoterapia no puede utilizarse para tratar los trastornos depresivos graves, en el enfoque junguiano no se comparte esta afirmación, pero se considera que su tratamiento terapéutico requiere un procedimiento diferente del método analítico y psicoterapéutico habitual. La literatura teórica que existe dentro de la psicología junguiana sobre este desorden es relativamente reducida, tanto sobre su etiología como sobre su terapéutica. Teniendo en cuenta lo anterior, este artículo recoge las principales propuestas sobre el abordaje energético y aplicación terapéutica de la depresión desde este enfoque, así como su simbolismo y motivos arquetípicos relacionados con este trastorno.</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
Palabras claves: psicología analítica, depresión, psicoterapia, motivos arquetípicos.</div>
<br />
<a name='more'></a><br /><br />
<div style="text-align: center;">
________________________________________________________</div>
<br />
La relativamente escasa literatura que existe en la psicología analítica sobre la depresión se debe, en buena parte, al rechazo de Jung a rotular a los pacientes con diagnósticos, pues consideraba que con ello se dificultaba encontrar la verdadera etiología de las enfermedades. En Recuerdos, Sueños, Pensamientos, relata que cuando hizo sus prácticas clínicas en el hospital psiquiátrico Burghölzli, descubrió al poco tiempo de estar allí que ningún psiquiatra se preocupaba por tratar de entender lo que les sucedía a los enfermos, y que el énfasis estaba sólo en tratar de diagnosticarlos según los síntomas, sin importarles la dinámica psicológica de los pacientes (Jung, 1994: par. 143).<br />
<br />
Por tal motivo, mostró en adelante una gran resistencia a esa tendencia en la psiquiatría de su época a gastar tanto esfuerzo en la clasificación correcta de los trastornos. Sólo encontramos en sus escritos, además de la diferencia entre psicosis y depresión, otra discriminación entre lo que son los trastornos de las funciones fisiológicas y los de las enfermedades agrupadas en la categoría de la psicastenia, una de cuyas manifestaciones era la depresión. Decía Jung que en la base de todas las psicastenias, se encontraban contenidos que se habían vuelto inconscientes al ser reprimidos (Jung, O. C. 10: par. 5).<br />
<br />
La actitud general de Jung ante los trastornos psicológicos, era la de centrar la atención en el paciente más que en la enfermedad misma. Es decir, que los trastornos no deberían nunca verse aislados del contexto general de la personalidad de los pacientes. Aun hoy en día, los analistas junguianos consideran que los diagnósticos actuales empleados por el modelo médico para entender la enfermedad impone categorías predefinidas que crean el riesgo de que el médico se distancie de la experiencia fenomenológica del paciente durante el tratamiento (Kiehl, 2013).<br />
<br />
Puesto que se han encontrado enfermedades físicas que pueden comenzar con síntomas depresivos, es siempre necesario realizar el diagnóstico médico diferencial, para tratar los trastornos tóxicos o enfermedades incipientes cerebro-orgánicas que la generen. Sin embargo, aún en los casos en que estemos ante una depresión asociada a un desorden físico, ésta tendrá componentes psicológicos que requieren una adecuada actitud psicoterapéutica, semejante a la del tratamiento de depresiones no vinculadas con aspectos orgánicos.<br />
<br />
Una caracterización general de los síntomas depresivos es la siguiente: (1) alteración del estado de ánimo hacia la tristeza, apatía y soledad; (2) imagen negativa de sí mismo, con auto ataques, reproches y culpabilidad; (3) deseos regresivos de escapar, negarse, ocultarse, o morir; (4) llanto, irritabilidad, insomnio, pérdida de apetito sexual; (5) bajo nivel de actividad general, pérdida de firmeza y de otras capacidades del yo, en ocasiones acompañados de un nivel intensificado de ansiedad, miedo o agitación (Hubback, 1989: p. 25).<br />
<br />
Ante las dificultades de diagnóstico en depresiones graves, el analista junguiano Heinrich Fierz proponía partir de comprobar si la depresión se acompaña por el cuadro clínico clásico de la “melancolía”, con inhibición y retraso de los procesos de pensamiento, marcada tendencia suicida, ausencia de causas puramente externas de enfermedad, tendencia ocasional a los delirios y repetidas fases depresivas (Fierz, 1991: p. 313).<br />
<br />
Actualmente, el DSM-IV propone el concepto de episodio para determinar los diagnósticos, teniendo como eje de referencia las características del episodio depresivo mayor, en términos de número de síntomas y duración de estos. No vamos a enumerar acá los criterios del manual, pues lo que se desea resaltar es que estamos ante un trastorno que puede, en los casos graves, afectar la personalidad en su conjunto. Algunos autores de acercamiento puramente médico, hablan de síntomas que se agrupan en síntomas afectivos, cognitivos, conductuales y físicos. Otros, con una perspectiva antropológica y sistémica, mencionan que la depresión puede afectar las dimensiones biológica, psicológica, simbólica y existencial, produciendo un descentramiento y una alteración en varios niveles axiales que corresponden a cada dimensión vital: en el eje bio-neuro-endocrino, el eje ego-Self, el eje tristeza-alegría y el eje axiológico, respectivamente (Saiz et al, 2006: 131). Lo claro en ambas perspectivas, es que se trata de un desorden que representa una alteración de la existencia en todos sus planos.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>TRATAMIENTOS</b></div>
<br />
La depresión se suele tratar de diferentes maneras, dependiendo del enfoque que la aborde. Mencionamos a continuación solamente cuatro alternativas: los tratamientos psicofarmacológicos, la terapia electroconvulsiva (o de electrochoque), el tratamiento psicoterapéutico junguiano, y el tratamiento combinado de fármacos y psicoterapia.<br />
<br />
Acerca de los tratamientos farmacológicos, algunos analistas junguianos opinan que no debería administrarse ningún medicamento durante el análisis por considerar que interfiere con el proceso terapéutico. No obstante, en casos de depresión grave, el paciente puede estar tan ansioso o confundido que impida la comunicación adecuada con el terapeuta, por lo que una medicación cuidadosa puede devolver su capacidad para seguir un trabajo psicológico productivo (Hall, 1896: p. 82). Aunque es innegable que los fármacos han sido de gran utilidad para el tratamiento de la depresión, no se puede tampoco tomar la posición extrema de tratarla sólo con medicamentos. El problema psicológico principal vinculado con el estado depresivo no se resuelve con drogas sino con psicoterapia. El tratamiento con sólo medicamentos hace que el paciente se sienta degradado como persona y tenga la impresión de que no está siendo tratado por médicos sino que ha caído "en manos de veterinarios" (Bleuler, citado por Fierz, 1991: 315).<br />
<br />
Por eso, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que lo más conveniente en caso de un desorden depresivo es la combinación de éstos con la psicoterapia. No obstante, es necesario un gran cuidado y atención especial cuando intervienen medicamentos ya que, aunque pueden servir como facilitadores para la interacción terapéutica, pueden igualmente acelerar el proceso depresivo, lo cual como veremos más adelante no es positivo en ningún caso. Es necesario recordar el refrán “A camino largo, paso corto”.<br />
<br />
Otro tratamiento aplicado en casos severos de depresión es la terapia electroconvulsiva. En contraste con la farmacoterapia, se considera muy peligrosa en estos casos. El motivo por el que este tipo de tratamiento puede ser tan sorprendente y aparentemente exitoso es porque acorta la duración de la depresión en los pacientes. Pero una investigación (Fierz, 1991: p. 316) demostró que la terapia electroconvulsiva no curó ni acortó la fase de la enfermedad, sino que sólo la interrumpió. Mostró también que si la terapia era administrada en la mitad de la fase completa de la depresión, después de un cierto período (de unos pocos meses a un año), el trastorno podía volver a atacar a la persona que se creía curada. El gran riesgo es que esta recaída se desarrolla en cuestión de minutos. La persona se siente de repente totalmente perdida, y existe un gran riesgo de suicidio. En síntesis, se trata de otra estrategia que proviene de la impaciencia, la cual, como veremos, es completamente inadecuada para la depresión.<br />
<br />
El resto del artículo se centrará en algunos aspectos de la psicoterapia y el análisis junguianos de la depresión. Comenzamos describiendo el descenso del nivel mental, fenómeno característico de la depresión, luego se habla de sus causas y finalidad; el abordaje explicativo de este trastorno basado en los movimientos progresivo y regresivo de la psique; el apoyo y actitud del terapeuta junguiano; y finalmente los motivos arquetípicos con los que se asocia la depresión.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>DESCENSO DEL NIVEL MENTAL</b></div>
<br />
Un síntoma muy característico de la depresión es el descenso del nivel mental (abaissement du niveau mental), término que se refiere a una disminución del nivel de la consciencia y del estado mental y emocional, que se experimenta como una “pérdida del alma”. En palabras de Jung, es un “aflojamiento de la tensión de la consciencia” (Jung, O. C. 9/1: par. 213). Se produce en este estado una desinhibición de las usuales restricciones psíquicas y una reducción de la intensidad de la consciencia, que causa ausencias de concentración y atención, condición que desdibuja el límite entre consciente e inconsciente, y en el que se hace inminente la aparición de inesperados contenidos inconscientes (Samuels, 1997: p. 7).<br />
<br />
Esta desinhibición puede ser negativa o positiva, según como se la mire. Subjetivamente es negativa porque el abaissement puede hacer que la persona sienta temores inusuales y exagerados, no presenciados antes por quienes la rodean; temores irracionales como los que se pueden tener cuando despertamos por un ruido a mitad de la noche, invadidos por la angustia, debido a que el umbral de la consciencia está en su nivel más bajo. La diferencia es que el deprimido siente estos temores todo el tiempo.<br />
<br />
Pero objetivamente es posible entender este descenso del nivel mental como algo positivo porque durante esta difícil fase que el individuo vive conscientemente como ansiedad, confusión y desánimo, existe una actividad inconsciente intensa, que no se ve desde el exterior. Una metáfora que puede representar bien este proceso es la de la crisálida, dentro de la cual la oruga sufre una poderosa transformación a pesar de la aparente inactividad exterior, de la que saldrá, luego de un período larvario, la mariposa, símbolo del alma en el ser humano.<br />
<br />
Este proceso apunta a un potencial pronóstico optimista de la depresión, ya que hace viable que se produzca un encuentro de la consciencia con el material inconsciente que emerge, con la consecuente posibilidad de llevar a cabo una integración con el simbolismo arquetípico. Sin embargo, esto último sólo será posible si existe la suficiente fuerza del ego para resistir ese exigente reto. Si esto no sucede, el individuo puede quedar incapaz de reorientarse conscientemente (Progoff, 1967: p. 167; Samuels, 1997: p. 7).<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>CAUSA Y FINALIDAD DE LA DEPRESIÓN</b></div>
<br />
Para Jung era fundamental indagar en la depresión tanto por las razones causales como por su finalidad. Estas dos actitudes no son necesariamente incompatibles sino más bien complementarias; el enfoque causal busca en el pasado la causa de la depresión, mientras que la finalista se concentra más en el presente con miras a las posibilidades futuras.<br />
<br />
Desde el punto de vista causal, se ha determinado que la depresión con frecuencia se origina en persistentes situaciones de estrés, frustraciones, sufrimientos y dependencias que la persona ha enfrentado sin integrarlas simbólicamente en su proceso de individuación (Saiz et al, 2006: 131). En ocasiones se relaciona con un conflicto central no resuelto del pasado, del cual el paciente no es consciente. Este conflicto puede ser aparentemente insignificante pero, aun así, significativo para el paciente de manera inconsciente. Si han existido fases depresivas anteriores en la historia del individuo, estas pueden corresponder a intentos infructuosos de resolver los problemas asociados con tal conflicto psíquico (Fierz, 1991: p. 313).<br />
<br />
De otra parte, una perspectiva finalista permite a los junguianos preguntar para qué se produce una depresión en un individuo, y a responder que el trastorno es esencialmente un intento que hace la psique para sanarse a sí misma. Se trata de un enfoque que no niega el punto de vista causal del estado depresivo, pero que no se detiene en él, sino que busca complementar la comprensión de la depresión teniendo en cuenta la finalidad. Jung usaba deliberadamente la palabra finalidad, para diferenciarla claramente del concepto de teleología, que implica la anticipación de un objetivo o meta. La finalidad, por el contrario, “supone un propósito, pero una meta esencialmente desconocida. Finalidad es meramente el esfuerzo psicológico inmanente por una meta” (Jung, O. C. 8: par. 456).<br />
<br />
Desde esta perspectiva, la depresión puede verse como:<br />
<blockquote class="tr_bq">
una iniciación, un rito de pasaje. Si pensamos que la depresión, tan vacía y opaca, está despojada de imaginación, es probable que pasemos por alto sus aspectos iniciáticos (Moore, 1998: 197).</blockquote>
Una manera de analizar desde un modelo arquetípico el deseo de muerte en las personas deprimidas, permite trascender las motivaciones conscientes que se les suelen atribuir a ellas. Podríamos plantearnos la hipótesis de que todo parte de la necesidad de realizar un rito de iniciación, el cual es universal y contiene la simbología de la muerte y el renacimiento. Muchos deprimidos sueñan con una transformación que les haga vivir aspectos ocultos que no han podido desarrollar. Sin embargo, la muerte sería una tentativa fallida de rito de iniciación, ya que en lugar de seguir la secuencia iniciática simbólica de muerte-renacimiento, el individuo desemboca en una muerte real como experiencia final.<br />
<br />
Rosen hace una propuesta terapéutica en este sentido, afirmando que la persona deprimida debe entender que el deseo de muerte no es algo concreto sino simbólico, y que lo que tiene que morir no es el individuo sino sólo una parte de su psique, el aspecto negativo de su yo que añora la vida pasada, su viejo yo. Debe sacrificar esa parte de su psique para posibilitar la transformación. El autor formula una serie de interesantes etapas para lograr el cambio (Rosen, 2003).<br />
<br />
Podemos también comprender la depresión en un contexto adaptativo. La individuación busca la adaptación del ser humano tanto al ámbito externo como al interno. El movimiento regresivo de la energía psíquica desempeñaría una función de adaptación, no ya al mundo externo, sino al mundo interior de la psique (Progoff, 1967: p. 155). Ese movimiento de retirada tiene por finalidad restaurar el equilibrio interior que se ha perdido. Viene al caso una frase en francés que Jung menciona varias veces, reculer pour mieux sauter, y que traduce, retroceder para saltar mejor.<br />
<br />
Según Jung,<br />
<blockquote class="tr_bq">
en la vida de los seres humanos hay momentos en que se comienza una nueva página. Aparecen nuevos intereses y tendencias que hasta ahora no habían recibido atención, o bien se produce un cambio repentino de la personalidad (la llamada mutación del carácter). Durante el período de incubación de tal cambio, a menudo podemos observar una pérdida de energía consciente: el nuevo desarrollo ha extraído de la consciencia la energía que necesita (Jung, O. C. 16: par. 373).</blockquote>
Esa pérdida de energía se experimenta desagradablemente, pues la vida exterior actual pierde su brillo y alegría, mientras que se sobrevalora el pasado:<br />
<blockquote class="tr_bq">
Este volver la vista hacia atrás conduce hacia la represión y señala su comienzo… La regresión es un deslizarse hacia el pasado causado por una depresión que tiene lugar en el presente. (Jung, O. C. 5: par. 457).</blockquote>
Esta afirmación nos lleva a la relación entre depresión y regresión de la energía psíquica.<br />
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>APROXIMACIÓN ENERGÉTICA A LA DEPRESIÓN</b></div>
<br />
La psicología analítica aborda la depresión desde un enfoque energético de la psique (Sharp, 1994: p. 59). Se considera que el episodio depresivo es un estado psicológico que se caracteriza por la falta de disponibilidad de energía psíquica que tiene la consciencia en un momento dado de la vida. Esta energía psíquica tiene una formulación diferente del concepto freudiano de “libido”, ya que para Jung tal energía no tiene una naturaleza meramente sexual sino que constituye una energía vital neutra en continuo movimiento y surgida de la tensión entre opuestos psíquicos; la energía psíquica puede tener manifestaciones sexuales, dentro de muchas otras tantas posibilidades. Así, al igual que todos los fenómenos psicológicos, las depresiones pueden ser consideradas manifestaciones de la energía psíquica.<br />
<br />
Jung estaba convencido de que la psique es un sistema autorregulado que se esfuerza constantemente por mantener el equilibrio entre tendencias opuestas. Esto significa que cuando se produce una polaridad o unilateralidad en el reino consciente de un individuo, su inconsciente responde intentando corregir el desequilibrio que se está produciendo. En la depresión, esa auto-regulación puede llevar a asociar la energía psíquica con la intencionalidad del trastorno. Es como si en forma auto-curadora, la energía “supiera” hacia dónde debiera dirigirse para recobrar la salud general de la psique (Sharp, 1994: p. 125).<br />
<br />
Para representar la orientación de la energía psíquica, Jung gustaba de utilizar la imagen del fluir del agua, pues la energía actúa de manera semejante, siguiendo la dirección que le imprime un declive o una inclinación natural (Jung, O.C. 5: par. 337). Siguiendo nosotros con esta imagen de Jung, vemos que la energía puede, como sucede con el agua, encontrar en ocasiones un obstáculo que detenga el fluir de la energía y hacer que quede represada por un tiempo. Este obstáculo puede responder a un conflicto neurótico o psicótico. Es más, al igual que el agua, es posible que encuentre un surco que la lleve a retroceder a una hondonada. Esto podría dar una idea de la depresión.<br />
<br />
La persona deprimida siente que le falta la energía vital. ¿A dónde ha ido la energía? No es que desaparezca, sino que retrocede hacia las profundidades del inconsciente. En psicología analítica se dice que ha comenzado un movimiento regresivo de la energía psíquica, contrario al movimiento progresivo que suele tener en otros momentos. Y la poca energía que queda en la consciencia, se resiste a ser usada hacia una dirección voluntariamente elegida.<br />
<br />
Para Jung la energía psíquica opera de conformidad con estos movimientos de progresión y de regresión. ¿Qué sucede con este par de movimientos durante la depresión? Demos el ejemplo de un caso de depresión neurótica que surja en el terreno de la neurosis de angustia. Antes de que aparezca el trastorno hay un movimiento progresivo de la psique porque hay un equilibrio entre fuerzas opuestas del conflicto psicológico, y entonces todo es normal en la psique y la energía puede avanzar en ascenso, del inconsciente hacia la consciencia, y de allí hacia el mundo exterior. En esa fase el individuo tiene una sensación de creatividad y de bienestar. Pero ante ciertos conflictos, la energía cambia su rumbo y se vuelve regresiva. Como eso sucede en la depresión, nos centraremos en este movimiento regresivo, ya que el movimiento progresivo retorna una vez que la depresión cesa.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>MOVIMIENTO REGRESIVO EN LA DEPRESIÓN</b></div>
<br />
La posición de Jung con relación a la regresión difería completamente de la de Freud, para quien el movimiento regresivo de la energía era la mayoría de las veces un fenómeno negativo. Por el contrario, Jung descubrió los aspectos terapéuticos y enriquecedores de la personalidad que podrían darse durante los períodos en los que ocurría una regresión, dejando así de ser un suceso necesariamente patológico, ya que a menudo anuncia, como ya mencionamos, una renovación de la personalidad.<br />
<br />
Veamos cómo sucede esto. Cuando se presenta el conflicto, o acumulación de conflictos internos, la progresión de la energía se ve obstaculizada, se rompe el equilibrio entre fuerzas psíquicas opuestas, y se detiene el movimiento progresivo. En este momento, los opuestos se separan y se enfrentan de manera antagónica. Al no tener salida, la energía se acumula, hasta que finalmente comienza a moverse en dirección opuesta, hacia las zonas profundas de la psique. Es decir, la energía desarrolla ahora un movimiento regresivo, que se acompaña por sensaciones de malestar. Se pierde el deseo o el valor para enfrentar las tareas diarias. Jung describe este estado de la siguiente manera:<br />
<blockquote class="tr_bq">
La persona se siente como si fuera de plomo, pues ninguna parte del cuerpo parece estar dispuesta a moverse, y esto se debe a que ya no hay energía disponible… El desgano y la parálisis de la voluntad pueden llegar tan lejos que toda la personalidad se cae a pedazos, por así decirlo, y la consciencia pierde su unidad (Jung, O. C. 9/1: par. 213).</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
…el paciente vive asediado por toda clase de ideas y obsesiones depresivas, tales como que su vida no sirve para nada… Estos sentimientos negativos son otras autosugestiones que él acata sin discutir (Jung, O. C. 7: par. 344).</blockquote>
En este tipo de depresión de ansiedad suele prevalecer en el paciente la vivencia amenazadora de locura o muerte, acompañada de un amplio espectro de molestias somáticas diversas y de una actitud hipocondríaca que lleva al paciente a estar continuamente pendiente del funcionamiento de su organismo, con sensaciones de inestabilidad, vértigo, o fobias a los espacios abiertos. Hay una situación paradójica en los casos que son tratados de manera combinada de psicofármacos con psicoterapia, pues aunque algunos de los síntomas desaparecen con los medicamentos, suelen aparecer otros derivados de los efectos secundarios de las drogas.<br />
<br />
Durante la regresión se activan contenidos inconscientes (fantasías, recuerdos, deseos, etc.) que necesitan ser descubiertos y examinados en pro de la salud psicológica. Lograr esta tarea define el buen o mal desarrollo de una depresión, así como su duración. El movimiento regresivo durante la depresión puede considerarse como un período de regeneración o de toma de energía, el cual ocurre antes de que se produzca un posterior avance (Samuels, 1997: p. 129).<br />
<br />
De acuerdo con lo anterior, la depresión puede entenderse:<br />
<blockquote class="tr_bq">
como un fenómeno compensatorio inconsciente, cuyo contenido, para surtir todo su efecto, tendría que hacerse consciente. Y esto puede llevarse a cabo yendo en la dirección señalada por la tendencia represiva e integrándose en la consciencia los recuerdos de este modo activados, lo cual equivale, en efecto, a hacer realidad la verdadera finalidad de la depresión. (Jung, O. C. 5: par. 625).</blockquote>
Esta afirmación nos orienta hacia la terapéutica de la depresión.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>APOYO TERAPÉUTICO SIMBÓLICO</b></div>
<br />
Dice Jung que si no hay una producción espontánea de fantasías, es necesario acudir a un artificio que consiste en que el paciente se sumerja por completo en su estado de ánimo y escriba todas las fantasías y asociaciones que vayan surgiendo, para lograr una representación de su estado de ánimo en forma de imágenes de los contenidos y tendencias inconscientes involucrados en su trastorno (Jung, O. C. 8: par. 166).<br />
<br />
Aunque es posible la interpretación de tal material, lo verdaderamente importante es que la persona experimente sus fantasías a fondo. Es decir, lo fundamental no es que el individuo comprenda las imágenes sino que las viva. Hay que recordar que aunque el mundo consciente del paciente se vuelve vacío y gris durante los episodios depresivos, lo inconsciente está lleno de vida y de poder. Dice Jung que la energía psíquica se puede captar a través de estas fantasías, y que es posible volver a liberarla, haciendo que emerja a la superficie consciente todo este material inconsciente (Jung, O. C. 7: par. 345).<br />
<br />
Lo anterior significa que la racionalidad debe ceder, en cierta forma, el control de los acontecimientos a lo inconsciente. Esto evita seguir siendo arrastrado por el estado de ánimo deprimido, y convertir a este en su objeto de interacción. El paciente deberá intentar que su estado de ánimo hable con él:<br />
<blockquote class="tr_bq">
tiene que decirle cuál es su aspecto y en qué clase de analogía fantástica puede expresarlo… al haberle brindado a su estado de ánimo la oportunidad de expresarse en una imagen, el paciente ha conseguido al menos transformar en un contenido de consciencia un pequeño monto de libido (energía psíquica)… en forma de imagen, sustrayéndoselo así al inconsciente (Jung, O. C. 7: par. 348-349).</blockquote>
No obstante, este intento no es suficiente, pues hasta este momento sólo ha existido una participación pasiva del paciente. Es necesario que haya también una interacción activa. Esto se consigue cuando el individuo se comporta con la fantasía de la misma manera en que lo haría si la situación fuera real, es decir demostrando que la fantasía ha sido tomada en serio, “que concede a lo inconsciente un valor incondicional de realidad” (Ibid: par. 350). Así habrá logrado vivir la fantasía en toda su integridad.<br />
<br />
Esta última estrategia constituye la técnica de la imaginación activa, propuesta por Jung para “persuadir” al material del inconsciente a ser transferido hacia el umbral de la consciencia y poder catalizar la función trascendente. Esta última puede actuar, a su vez, como un mediador para que las imágenes inconscientes dialoguen con la consciencia (Miller, 2004: 23). En esta etapa, el yo vuelve a tomar la iniciativa contraponiéndose al inconsciente, generando una tensión cargada de energía que crea un terreno intermedio en el que se pueden unir los opuestos (Jung, O.C. 6: par.825).<br />
<br />
Jung trata de explicar lo anterior con el ejemplo de la fantasía que tuvo un paciente suyo, en la que veía a su prometida caminando sobre la delgada capa de un río congelado hasta que acababa ella hundiéndose en el hielo, mientras él la miraba con tristeza (Ibid: par. 343). Reflexiona que su paciente no vivió la escena del suicidio como algo concreto real sino que vivió algo real que tenía la apariencia de un suicidio. La experiencia fantástica es la expresión de algo desconocido pero igualmente real, y comenta que la fantasía coincidía con una ola de depresión. El paciente tenía en la realidad una prometida, la cual representaba para él el único lazo que lo vinculaba con el mundo, y añade Jung que esta prometida era también un símbolo de su relación con el inconsciente, de ahí que la fantasía expresara también que su ánima se estaba desvaneciendo en lo inconsciente sin que él hiciera nada para impedirlo.<br />
<br />
Pero activamente el paciente debía intervenir e impedir que su ánima se desvaneciera en la grieta: al tomar consciencia de esta fantasía, el paciente podría evitar que todo siguiera sucediendo de forma inconsciente, y lograra apoderarse de la energía, teniendo un mayor control sobre el inconsciente (Ibid: par. 343).<br />
<br />
En este momento se habrá resuelto el conflicto interior y eliminado el obstáculo que impedía el movimiento progresivo. El individuo podrá ahora salir fortalecido de la experiencia transformadora de la depresión. El renacimiento es un símbolo particularmente fuerte cuyo significado es que uno puede empezar una nueva vida, puede nacer de nuevo (Progoff, 1967: p.161).<br />
<br />
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<b>EL PEZ RÉMORA Y LA ACTITUD DEL TERAPEUTA</b></div>
<br />
Una imagen simbólica asociada con la depresión es la de la rémora, pez que aparece en un breve tratado alquímico que fue estudiado por Jung. En la antigüedad se creía que este pez era capaz de inmovilizar grandes barcos, y en el texto se dice que era capaz de “detener al orgulloso buque del gran mar Océano”. En la realidad, la rémora es un pez que posee un disco oval sobre la cabeza que actúa como una ventosa, con el que se adhiere a la parte inferior de las naves.<br />
<br />
Esta creencia tiene obviamente un sentido simbólico, y puede representar a la depresión, la cual siendo aparentemente muy pequeña, puede ser un factor tan inhibidor que es capaz de bloquear la consciencia. En el tratado alquímico se afirma que la rémora podía ser capturada por un pescador, de forma natural y rápida, con ayuda del “imán de los filósofos” (Fierz, 1991: p. 313).<br />
<br />
Como veremos enseguida, se trata de una imagen muy sugerente para ilustrar el papel del terapeuta al trabajar con cuadros depresivos mayores. De acuerdo con las anteriores imágenes alquímicas, el psicoterapeuta que enfrente este tipo de casos, debe tener un cúmulo de actitudes que corresponda con el “imán de los filósofos”. La conducta de un pescador que está dispuesto a esperar pacientemente y en silencio, es una imagen idónea para la actitud que se requiere en el tratamiento de la depresión. Es esa actitud la que hace posible que el terapeuta se conecte con el paciente; en términos junguianos, posibilita que se produzca la “constelación” del proceso. Además, el pez debe ser capturado “de forma natural”, lo que indica que se debe observar sin prejuicios, pensar de una manera sencilla y, sobre todo, escuchar con mucha atención, para lograr eliminar el bloqueo de la consciencia (Fierz, 1991: p. 315).<br />
<br />
Al inicio de este escrito se mencionó que es posible utilizar la psicoterapia para tratar los trastornos depresivos graves, pero es necesario que el analista desarrolle unas actitudes especiales. A continuación se mencionan algunas características que suelen aparecer en los pacientes, asociadas con las correspondientes actitudes que debe tener el psicoterapeuta.<br />
<br />
Primero, el paciente está asustado porque se siente amenazado por algo extraño e incomprensible, así que debe ser calmado. No es suficiente con que el analista junguiano confíe en la autonomía que tiene la psique para auto-regularse, sino que es necesario que transmita al individuo esa confianza en el resurgimiento de fuerzas de auto-curación de la psique.<br />
<br />
Segundo, en el estado depresivo, el paciente ha perdido la esperanza y los pensamientos negativos invaden su mente. Por eso, el tratamiento de la depresión exige del analista, no sólo tener la paciencia de un pescador, sino también ofrecer constantemente esperanzas al paciente. Será necesaria una labor artesanal de neutralizar y desmontar sus pensamientos negativos y pesimistas, así como hacerle saber que le espera una mejoría al final del proceso.<br />
<br />
Tercero, en la depresión no estructurada, el paciente tiene una percepción totalmente alterada del tiempo, quedando en un mundo eterno e indivisible, en el que las horas corren con exasperante lentitud y en el que el tiempo es inmanejable. Lo terrible es que con tanto tiempo disponible para realizar actividades, la persona no dispone de la energía para hacer nada. En consecuencia, durante el tratamiento es aconsejable establecer un programa diario con rutinas de actividades (bañarse, leer, ver televisión, caminar, etc.) que permita que se hagan visibles de nuevo las horas que dividen el día. Por este motivo, muchos recomiendan aplicar el tratamiento en una institución hospitalaria, precisamente porque allí pueden ayudar al deprimido a organizar este tipo de rutinas que incorporan también la administración de medicamentos.<br />
<br />
Cuarto, los pacientes deprimidos se sienten absolutamente débiles, física y psíquicamente, por lo cual el terapeuta debe hacerle saber que conoce la intensidad de su fatiga. Se recomienda entonces que en las sesiones de terapia se permita que la persona describa y explique sus síntomas, reportando retrocesos y progresos. De esta manera, el paciente se siente comprendido cuando sabe que el terapeuta conoce al detalle sus síntomas.<br />
<br />
Quinto, el movimiento psíquico inconsciente durante la depresión se toma su tiempo para recargar la energía antes de que ésta emerja de nuevo en la consciencia. Por eso, es necesario que haya una gran paciencia durante el proceso de recuperación. No es posible apurar el tratamiento y son riesgosos todos los esfuerzos externos por acelerar el camino. Ya se mencionó anteriormente los riesgos de la terapia electroconvulsiva (Fierz, 1991: 316).<br />
<br />
Sexto, el paciente deprimido es pesimista y terriblemente convincente, por lo cual el terapeuta debe cuidarse mucho de esa abrumadora influencia que la depresión puede tener sobre él. La persona deprimida suele agotar al analista con su intensa auto-preocupación y necesidad de escapar de la pesada sensación de opresión y desesperanza. Además, es muy experto en sufrir recaídas ante cualquier signo de debilidad, agotamiento emocional o físico, enfermedad, o preocupación por parte del analista (Machtiger, 1995: 231). El pesimismo y el deseo de muerte del paciente pueden ser tan intensos que llegan a cegar al terapeuta y llevarlo a actuar descuidadamente, de manera que permita o provoque desenlaces inesperados (Fierz, 1991: p. 316).<br />
<br />
Séptimo, es muy generalizada la convicción que tienen los pacientes deprimidos de que nadie ha sufrido nunca lo que ellos están sufriendo. Conviene que el psicoterapeuta pueda ver y hacer ver al paciente tanto la perspectiva individual como la colectiva de este sentimiento. Es comprensible que quien sufre una enfermedad tan difícil, evalúe personalmente la terrible manera en que está sufriendo. Pero es también de utilidad que el paciente sepa que ese sufrimiento que él cree que es único, tiene características comunes que todo especialista conoce, por lo que no existe una particularidad en la enfermedad (Fierz, 1991: p. 317). Es una experiencia humana tan universal que existen varios motivos arquetípicos que la representan, y es de gran ayuda para terapeuta y paciente, conocerlos.<br />
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<b>MOTIVOS ARQUETÍPICOS</b></div>
<br />
En psicología analítica, la psique se expresa a través de los símbolos, por lo cual se considera que la depresión debe ser comprendida y elaborada simbólicamente. En consecuencia, los psicoterapeutas junguianos centran buena parte de su intervención en el trabajo simbólico de las imágenes. Esta labor devela el sentido hacia el cual se dirige la transformación del individuo (Saiz et al, 2006: 152).<br />
<br />
Si el analista se acerca a la depresión con una actitud simbólica, tratará de encontrar una metáfora para expresar la esencia del estado de ánimo de la persona deprimida. Por ejemplo, es posible que sienta que el paciente está bajo la influencia de alguna figura siniestra de senex (arquetipo del viejo), una personificación del planeta Saturno, que como en el simbolismo astrológico trae consigo una sensación de limitación repetitiva y una sensación de derrota. Esta imagen simboliza una actitud sana de introversión para aliviar y sanar el sufrimiento del paciente. Tal uso del simbolismo es siempre beneficioso, siempre y cuando el analista se base en el estado de ánimo real del paciente, su afecto, y sus imágenes oníricas, y evite imponer sus propias fantasías (Henderson, 1995: 18).<br />
<br />
Un motivo arquetípico psicológicamente asociado con la depresión y con la pérdida de energía características del trastorno es el viaje nocturno por el mar. Ese viaje por lo general consiste en que un personaje importante del relato es devorado por un dragón, ballena o monstruo marino, y tradicionalmente, quienes deben sufrir estas experiencias suelen ser héroes. Otra variante del motivo es que el protagonista sea aprisionado, crucificado, desmembrado o raptado. En el lenguaje religioso, se habla a menudo de la noche oscura del alma. Ejemplos de este tipo de viajes son las historias de Jonás, Cristo, Ulises u Osiris.<br />
<br />
Para Jung, este viaje por el mar:<br />
<blockquote class="tr_bq">
es una especie de descenso al Hades y un viaje a la tierra de los fantasmas en algún lugar más allá de este mundo, más allá de la consciencia, es decir, una inmersión en el inconsciente (Jung, O. C. 16: par. 455).</blockquote>
Desde la psicología junguiana, estas leyendas se interpretan simbólicamente como representaciones del movimiento regresivo de la energía psíquica en un caso de depresión.<br />
<br />
Dice Jung:<br />
<blockquote class="tr_bq">
El héroe es el exponente simbólico del movimiento de la libido. La entrada dentro del dragón representa la dirección regresiva, y el viaje al Oriente (el “viaje nocturno por el mar”) con sus eventos concomitantes, simboliza el esfuerzo por adaptarse a las condiciones del mundo psíquico interno. La completa ingestión y desaparición del héroe en el estómago del dragón, representa un absoluto desinterés por el mundo externo. La derrota del monstruo desde adentro constituye el logro de la adaptación a las condiciones del mundo interno, y la salida (“escape”) del héroe del estómago del monstruo con la ayuda de un pájaro, cosa que ocurre al salir el sol, simboliza el reinicio de la progresión (Jung, O. C. 8: par. 68 ).</blockquote>
Los mitos sobre el viaje nocturno por el mar parecen derivarse del movimiento del sol, el cual, en el ocaso del día, deja de iluminar hacia afuera para hacerlo hacia su propio interior, y termina sumergiéndose en el mar, símbolo maternal, para llevar a cabo un viaje nocturno por las profundidades del mar hasta emerger renovado y brillante en la mañana del día siguiente.<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
La puesta del sol, análoga a la pérdida de energía en una depresión, es el preludio necesario para renacer. Purificado en las aguas sanadoras (el inconsciente), el sol (consciencia del ego) vive nuevamente” (Sharp, 1994: p. 209).</blockquote>
<br />
En todos esos temas simbólicos de la mitología que representan la depresión, hay un momento de encierro, bien sea en una prisión o en la barriga de un monstruo, que es una especie de viaje a algún lugar más allá de este mundo y por supuesto más allá de la consciencia. Se trata de una inmersión en el inconsciente que se acompaña con la pérdida de energía característica de la neurosis. Sin embargo aparece siempre una liberación y un “renacimiento”, el cual constituye un símbolo particularmente fuerte. Su significado consiste en que el ser humano puede empezar luego una nueva vida. En otras palabras, a través del símbolo, estos temas representan un renacimiento psíquico. Cuando el héroe renace, por ejemplo cuando es arrojado de nuevo a la playa como en el caso de Jonás, significa que se ha resuelto el conflicto interno y que el obstáculo que impedía el movimiento progresivo de la energía ha sido eliminado y que las energías vitales han sido liberadas y pueden continuar su camino de progreso.<br />
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<b>REFLEXIONES FINALES</b></div>
<br />
En conclusión, se puede afirmar que en todos estos mitos se representan los dos momentos fundamentales de la depresión: en el primero, las energías vitales del individuo se retraen de la superficie de la vida hacia el inconsciente; segundo, se pueden recoger allí nuevas fuerzas que lo hacen regresar a la vida con una renovada vitalidad. Estas mismas etapas son las que atraviesan las personas deprimidas, alcanzando al final un renacimiento, siempre y cuando logren, al igual que el héroe, cumplir con todas las difíciles ordalías.<br />
<br />
Recogiendo los principales aportes de la psicología junguiana mencionados en este documento, diríamos en primer lugar que la depresión es un trastorno que abarca en sus manifestaciones más graves una alteración total de la personalidad en sus diversas dimensiones. Por eso, aunque están implicados conflictos psicológicos y por eso es indispensable la psicoterapia, no se descarta el auxilio de la terapia farmacológica y la terapia ocupacional. Además, será siempre un apoyo fundamental la contención de familiares y amigos que ayuden además a neutralizar los pensamientos negativos inherentes al estado depresivo.<br />
<br />
Pero, concretamente, los mayores aportes que ofrece la psicología analítica están en el marco referencial energético que permite la comprensión de las causas y finalidades de la depresión, y en especial su abordaje simbólico que posibilita una ampliación de la consciencia en el paciente. Sólo si el paciente puede elaborar simbólicamente sus vivencias, evitará que estas se organicen como estructuras depresivas, y por el contrario, logrará el restablecimiento de la dimensión integral de su existencia.<br />
<br />
Uno de los principales síntomas de la depresión es el descenso del nivel mental que se vive de manera terriblemente desagradable en la vida consciente del paciente, perdiendo día a día el contacto con su medio ambiente. Sin embargo, ese sumergirse en el abismo interior a través del movimiento regresivo de la psique puede considerarse un período de recuperación que permite el encuentro con material inconsciente necesario, y la consecuente posibilidad de integración de esos contenidos.<br />
<br />
La labor del terapeuta será acompañar al paciente en ese encuentro entre consciente e inconsciente, y una vez que se produce la conciliación con este último, el conflicto psíquico estará resuelto, y el movimiento progresivo podrá devolver al paciente a la superficie con nueva vitalidad, en una especie de renacimiento psíquico. La depresión habrá restablecido el equilibrio de la psique.<br />
<br />
Se resalta la actitud de paciencia que debe tener el terapeuta en todo momento ante el proceso interno que se está desarrollando en el plano inconsciente del individuo, mientras que fomenta un trabajo activo en la interacción con el inconsciente. Se espera también que contagie al paciente de la certeza en el buen pronóstico de la depresión, teniendo en cuenta que constituye un proceso de transformación y de auto-curación de la psique. Este optimismo es característico del enfoque junguiano, el cual se basa en su convencimiento sobre la naturaleza positiva y creativa del inconsciente, tan diferente de otros enfoques que lo conciben como negativo.<br />
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<b>REFERENCIAS</b></div>
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Jung, C. G. (2013), Obra Completa, Volumen 5. Símbolos de transformación. Madrid: Editorial Trotta.<br />
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Jung, C. G. (2001), Obra Completa, Volumen 10. Civilización en transición. Madrid: Editorial Trotta.<br />
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Sharp, Daryl (1994). Lexicón Junguiano. Santiago de Chile: Cuatro Vientos Editorial.Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-64580044830157890682015-04-14T12:33:00.001-07:002017-12-27T11:13:01.446-08:00La moda negra: Duelo, melancolía y depresión, de LeaderApartes de la obra de Darian Leader <i>La moda negra: Duelo, melancolía y depresión</i> (2011) . Madrid: Editorial Sexto Piso, S. A.<br />
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<br />
"¿Pudiera ser que esta forma de entender la depresión sea parte del problema mismo? Al tiempo que tantos aspectos diferentes de la condición humana son explicados hoy en día en términos de déficits biológicos, las personas son despojadas de la complejidad de su vida mental inconsciente. La depresión se considera el resultado de una falta de serotonina, más que la respuesta a experiencias de pérdida y separación. La medicación tiene como objetivo restaurar al paciente los niveles óptimos de adaptación social y utilidad, con poca consideración sobre las causas a largo plazo y en los posibles efectos de los problemas psicológicos.<br />
Sin embargo, cuanto más ve la sociedad la vida humana en estos términos mecanicistas, más probable es que los estados depresivos se ramifiquen. Tratar una depresión de la misma forma que, digamos, una infección que requiere antibióticos, siempre es una decisión peligrosa. La medicina no curará lo que ha deprimido a la persona en primera instancia…<br />
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<a name='more'></a><br /><br />
…debemos ver lo que llamamos depresión como un conjunto de síntomas que derivan de historias humanas complejas y siempre distintas. Estas historias involucrarán las experiencias de separación y pérdida, incluso si a veces no somos conscientes de ellas. A menudo somos afectados por sucesos en nuestras vidas sin darnos cuenta de su importancia o de cómo nos han cambiado. Con el propósito de dar sentido a la forma en que hemos respondido a tales experiencias, necesitamos tener las herramientas conceptuales correctas; y éstas, creo, pueden ser encontradas en las viejas nociones de duelo y melancolía. La depresión es un término vago para una variedad de estados. El duelo y la melancolía, no obstante, son conceptos más precisos que pueden ayudar a arrojar luz sobre cómo lidiamos (o fracasamos en lidiar) con las pérdidas que son parte de la vida humana.<br />
En la psicología popular, el duelo es a menudo equiparado con la idea de superar una pérdida. ¿Pero alguna vez superamos nuestras pérdidas? ¿No es más bien que las hacemos parte de nuestras vidas en diferentes formas, a veces de manera fructífera, a veces catastrófica, pero nunca sin dolor? Una perspectiva más cuidadosa y detallada del duelo exploraría sus mecanismos y vicisitudes. Respecto a la melancolía, ésta es por lo general considerada una categoría anticuada, un tema de curiosidad histórica o un término poético para un humor de tristeza ensimismada. Como veremos, detrás de ella hay mucho más que eso, y puede ayudarnos a entender algunos de los casos más serios de depresión en los cuales una persona está convencida de que su vida no vale nada y es imposible vivir.<br />
<br />
Donde una vez el duelo y la melancolía habían sido términos aceptados, actualmente se habla de depresión. La desaparición de los viejos términos podía ser entendida en relación con la ubicuidad del concepto más nuevo.<br />
<br />
Por ningún lado encontré en las estadísticas y las gráficas el testimonio real de los pacientes mismos, como si escuchar ya no importara. La riqueza de la investigación anterior se había perdido. Estaba ausente la intrincación e inquietud por la subjetividad humana que había caracterizado los estudios de los primeros analistas. Simplemente no se trataba del mismo con- junto de problemas. ¿Era esto un progreso?<br />
<br />
Cuanto más se utiliza de manera acrítica el concepto de depresión y más se reducen las respuestas humanas a problemas bioquímicos, menos espacio hay para explorar las intrincadas estructuras del duelo y la melancolía que tanto fascinaron a Freud. Mi argumento es que estos conceptos necesitan ser revividos y que la idea de la depresión debería ser usada meramente como un término descriptivo para referirse a rasgos superficiales de conducta.<br />
<br />
El dolor tal vez sea nuestra primera reacción a la pérdida, pero el dolor y el duelo no son exactamente lo mismo. Si perdemos a alguien que amamos, ya sea por muerte o separación, el duelo no es nunca un proceso automático. Para mucha gente, de hecho, nunca tiene lugar. Describiremos cuatro aspectos del proceso de duelo que señalan que el trabajo de pensar profundamente sobre el dolor está llevándose a cabo. Sin esto, permanecemos atrapados en un duelo estancado, no resuelto, o en una melancolía. En el duelo, lloramos a los muertos; en la melancolía, morimos con ellos.<br />
<br />
…la depresión fue creada como una categoría clínica por una variedad de factores durante la segunda mitad del siglo veinte…<br />
<br />
...el mercado para los tranquilizantes menores se colapsó en los setenta, después de que sus propiedades adictivas fueran divulgadas, y así había que popularizar una nueva categoría diagnóstica (y un remedio para ella) para justificar y atender el malestar de las poblaciones urbanas; y nuevas leyes sobre pruebas de drogas favorecieron una concepción simplista, discreta de qué enfermedad se trataba. Como resultado, las compañías de drogas manufacturaron la idea de enfermedad y de cura al mismo tiempo. La mayor parte de la investigación publicada había sido financiada por ellos; y la depresión vino a ser menos un complejo de síntomas con diversas causas inconscientes y más simplemente aquello sobre lo que actuaban los antidepresivos. Si las drogas afectaban al humor, al apetito y a los patrones de sueño, entonces la depresión consistía en un problema con el humor, el apetito y los patrones de sueño. La depresión, en otras palabras, fue creada tanto como fue descubierta.<br />
<br />
…Cuando los artículos de periódico señalan los peligros de una droga en particular como el Seroxat, sugiriendo que aumentan el riesgo de suicidio, las razones para esto son explicadas entonces en términos bioquímicos: la droga causa los pensamientos suicidas. Estos críticos de la droga comparten así la creencia de los responsables: que nuestros pensamientos y acciones pueden ser determinados bioquímicamente.<br />
La implicación de tales críticas es simplemente que las drogas no son lo suficientemente buenas: necesitan ser más específicas, promover pensamientos positivos en vez de negativos. Esta perspectiva ignora por completo la idea de que los suicidas puedan ser a veces consecuencia de un diagnóstico inicial erróneo… y de igual relevancia es el hecho de no considerar que la depresión puede ser en sí misma un mecanismo de defensa y, si se la anula, hace que las acciones desesperadas sean más probables. Algunos estudios, de hecho, han afirmado que las depresiones ligeras tal vez incluso protegen contra el suicidio. En otros casos, la forma en que una droga embrutece los estados mentales de una persona puede causar un corto circuito en la producción de defensas genuinas contra los sentimientos suicidas.<br />
<br />
Aunque existen bastantes estudios que muestran que los antidepresivos, de hecho, no hacen lo que se supone que deben hacer, nuestra sociedad parece solo tener oídos para los comunicados de prensa positivos. Sabemos que la mayor parte de la investigación está patrocinada por la industria, que las drogas no son tan específicas como se afirma que son, que sí tienen serios efectos secundarios y producen significativos problemas de abstinencia y que, con el tiempo, la psicoterapia provee un tratamiento mejor y más sólido.<br />
<br />
En Gran Bretaña, la industria farmacéutica es la tercera actividad económica más lucrativa, después del turismo y las finanzas... hoy en día 27 de 35 miembros del comité gubernamental encargados de seleccionar y aprobar drogas para el Sistema Nacional de Salud reciben salarios privados de la industria farmacéutica.<br />
<br />
Estudiar un antidepresivo en particular tal vez no sea tan difícil, pero un proyecto que está encaminado a cuestionar la validez misma de los antidepresivos no encontrará patrocinio con facilidad. Dirigir tales estudios y divulgar sus resultados requiere un poderoso apoyo, el cual significa la clase de dinero que en realidad sólo tiene la industria.<br />
<br />
Pero no debemos responsabilizar solamente a las farmacéuticas en esto. La sociedad contemporánea (es decir, nosotros) también juega su parte en configurar cómo deseamos vernos a nosotros mismos y a nuestros malestares. Cuando las cosas salen mal, queremos nombrar rápidamente al problema, lo cual nos hace a todos más receptivos a las etiquetas que los doctores y las farmacéuticas nos ofrecen. La mayoría de nosotros también quiere evitar la labor de explorar nuestras vidas interiores, lo cual quiere decir que preferimos ver síntomas como signos de una alteración local, antes que como dificultades que conciernen a la totalidad de nuestra existencia. Ser capaces de agrupar nuestros sentimientos de malestar, ansiedad o tristeza bajo el término general de «depresión», y después tomar una píldora para eso, será visto naturalmente como algo más atractivo que poner toda nuestra vida bajo un microscopio psicológico.<br />
<br />
Descubrir estas causas jamás podrá conseguirse en un espacio de diez (o veinte) minutos de consulta general, sino que requiere de una escucha y diálogos largos y detallados. ¿Qué pasa aquí con las terapias psicológicas?... ¿No proveen precisamente el espacio para la escucha que el paciente deprimido necesita? Desafortunadamente, esto está lejos de ser así. Las terapias psicológicas están a menudo disponibles, pero el término mismo puede ser engañoso: casi siempre significa terapia cognitivo-conductual a corto plazo y rara vez se referirá a psicoterapia psicoanalítica a largo plazo. La terapia cognitivo-conductual ve los síntomas de la gente como el resultado de defectos de aprendizaje. Con apropiada reeducación, pueden corregir su comportamiento y llevarlo más cerca de la norma deseada… los síntomas no son vistos como los portadores de la verdad sino más bien como errores que deben ser evitados…<br />
<br />
La terapia cognitivo-conductual, no obstante, es casi la única terapia psicológica ofrecida a través de sistemas de salud pública. Esto se debe a una razón muy simple: funciona. Pero quizá no en el sentido que deseamos. Como un tratamiento superficial, no puede acceder a complejos e impulsos inconscientes... En el papel, puede ayudar a deshacerse de síntomas y hacer más feliz a la gente. Pero… no toma en cuenta los futuros o alternativos síntomas que la gente puede desarrollar más adelante. Cuando éstos aparecen, el paciente termina anotado al final en una lista de espera, y ya que los síntomas superficiales pueden bien ser diferentes ahora, no parecerá que el primer tratamiento fracasó.<br />
<br />
Las aproximaciones psicoanalíticas a la depresión son muy diferentes de aquéllas de la terapia cognitivo-conductual. Si un paciente dice «estoy deprimido», el analista no afirmará saber lo que esto significa o lo que será mejor para él. Por el contrario, será una cuestión de desenvolver las palabras para saber qué significan para ese individuo en particular y explorar cómo sus presentes problemas han sido moldeados por su vida mental inconsciente. El analista no sabe más que el paciente y su principal meta no es deshacerse de los síntomas, incluso si esto llega a ser un resultado. Más bien lo que importa es permitir que lo que se está expresando en los síntomas se articule, sin importar en qué medida está esto en desacuerdo con las normas sociales.<br />
El paciente en verdad sabe más que el analista sobre los orígenes de sus problemas, pero este conocimiento es más bien peculiar. No es conocimiento consciente sino inconsciente... El análisis estará enfocado a traer material inconsciente a la luz, y esto siempre será un proceso difícil e impredecible. Estas características del análisis significan que difícilmente puede encajar con lo que nuestra sociedad contemporánea anti-riesgos considera deseable: resultados rápidos y predecibles, absoluta transparencia y la eliminación del comportamiento no deseable.<br />
<br />
Pensar sobre el duelo y la melancolía nos permite movernos más allá de estas características superficiales a lo que yace debajo de ellas; a diferencia de publicitar la nueva droga antidepresiva, no significa ningún gran negocio para nadie. Sin embargo, mientras leemos artículo tras artículo sobre cómo la depresión es considerada una enfermedad cerebral, perdemos por completo cualquier sentido de que en el núcleo de la experiencia de inercia y de falta de interés en la vida de mucha gente está la pérdida de una relación humana muy querida o una crisis de significado personal. Si estos factores no son reconocidos en absoluto, se transforman en una vaga charla…<br />
<br />
Aunque no todas las apariciones de estados depresivos indican un duelo o melancolía subyacentes, estos conceptos nos pueden no obstante permitir aproximarnos al problema de la pérdida con mucho mayor claridad. Pueden decirnos algo sobre por qué una reacción depresiva puede desarrollarse hasta convertirse en un serio abatimiento sostenido o, por momentos, una terrible, interminable pesadilla de autoflagelación y culpa.<br />
<br />
Subidas y bajadas son por supuesto parte de la vida humana, sería un error tornar patológico cada episodio de tristeza. Pero cuando las bajadas comienzan a volverse una bola de nieve, acumulando su propio impulso depresivo, debemos preguntarnos qué otros problemas han revivido o absorbido. En la mayoría de los casos, esto no estará disponible a la introspección consciente y requerirá un diálogo y un análisis más cuidadoso.<br />
<br />
…estudios recientes del concepto de melancolía han destacado sus formas cambiantes y la inestabilidad de sus síntomas característicos. Si hoy en día la asociamos con la tristeza o con una nostalgia dolorosa, en el pasado era a menudo relacionada con estados maníacos o con períodos de creatividad. Al mirar entre las diferentes descripciones, los síntomas más comunes serían un sentimiento de miedo y tristeza sin causa evidente... Y el panorama clínico de la melancolía que podemos destilar de tales recuentos pone un mayor énfasis en la ansiedad que en los sentimientos de depresión.<br />
Esto puede parecer sorprendente, especialmente dada la tendencia de cierto pensamiento psiquiátrico a separar la ansiedad de la depresión. Aunque la mayoría de los psiquiatras practicantes son conscientes de que los dos estados no pueden ser tan rápidamente diferenciados, todavía es común en la literatura encontrar que estos dos son tratados de forma separada... De hecho, la forma más pura de la ansiedad se encuentra en la melancolía…<br />
<br />
Freud vio tanto al duelo como a la melancolía como formas en que los seres humanos respondemos a la experiencia de una pérdida, ¿pero cómo las diferencia? El duelo involucra la larga y dolorosa labor de separarnos del ser amado que hemos perdido. «Su función», escribe Freud, «es separar los recuerdos y esperanzas de los sobrevivientes de la persona muerta.» El duelo, entonces, es diferente del dolor. El dolor es nuestra reacción a la pérdida, pero el duelo es cómo procesamos este dolor. Cada recuerdo y expectativa ligada a esta persona que hemos perdido debe ser revivida y confrontada con el juicio de que se ha ido para siempre. Éste es el difícil y terrible período en el que nuestros pensamientos regresan perpetuamente a la persona que hemos perdido".<br />
<br />
<br />Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-37760193969238044142015-03-26T12:00:00.004-07:002017-12-27T11:13:26.129-08:00Styron describe lo indescriptible de su depresión<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
Por: Juan Carlos Alonso - 26 de marzo de 2015</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
_______________________________________________</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">RESUMEN<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La depresión es una enfermedad que
afecta desde hace mucho tiempo a gran cantidad de personas en el mundo, por lo
que debería estar muy bien comprendida. Sin embargo, esto no es así. Es un
trastorno célebre por la dificultad que tienen los afectados para dar a conocer
su estado a los demás, sean médicos, terapeutas o familiares. Teniendo en
cuenta lo anterior, este artículo ofrece el testimonio existencial del escritor
William Styron, quien la padeció, con la finalidad de acercarnos más a este
trastorno, de la mano de un profesional de la descripción.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">____________________________________________<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cuando leemos uno de los tantos artículos generales sobre la
depresión, es común que se divida el tema en descripción del paciente,
enfermedad, síntomas, causas, tratamiento y pronóstico. La propuesta en este
artículo resumen es que veamos esos aspectos en el caso de Styron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El paciente <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">William Styron fue un escritor estadounidense, nacido en Virginia
en 1925 y fallecido en Massachusetts en 2006. La infancia de Styron fue
difícil: su padre, ingeniero naval, sufría de depresión, y su madre murió de
cáncer antes de cumplir los cuarenta años. Ingresó en la Universidad de Duke,
donde en 1947 se graduó en Literatura inglesa. Fue también en esta época cuando
publicó su primera obra, una antología de relatos de estudiantes. Pasó una
larga temporada en Europa. En París hizo amistad varios afamados escritores,
entre ellos Romain Gary. En Italia contrajo matrimonio con la escritora Rose
Burgunder en la primavera del mismo año. Styron es conocido sobre todo por tres
novelas: <i>Tendidos en la oscuridad</i>
(1951) escrita a los veinticinco años; la ganadora del Premio Pulitzer <i>Las confesiones de Nat Turner</i> (1967); y <i>La decisión de Sophie</i> (1979), que trata
el tema del Holocausto. La versión cinematográfica realizada en 1982 fue
nominada a cinco Premios Óscar, entre ellos el de mejor actriz, que ganó Meryl
Streep por su papel de Sophie. En 1985 obtuvo el Prix mondial Cino Del Duca.
Ese mismo año, cayó en una profunda depresión, que recrearía luego en su obra <i>Esa oscuridad visible</i> (1990). Murió de
neumonía, a los 81 años de edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La enfermedad<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como se mencionó antes, una característica de la depresión es
la dificultad que tienen los enfermos para describir lo que el trastorno les
hace sentir, o lo que es lo mismo, la dificultad que tienen quienes rodean al
sufriente para entenderlo. Lo único que saben los pacientes es que es una
enfermedad grave, aunque no parezca, y son muy pesimistas acerca del futuro, ya
que no parece tener remedio, por lo menos a corto ni mediano plazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Dice el escritor sobre su trastorno: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La depresión es un desorden psíquico
tan misteriosamente penoso y esquivo en la forma de presentarse que llega a
bordear lo indescriptible… No es fortuito el obligado recurso al término
«indescriptible», pues conviene recalcar que si el dolor fuera fácilmente
descriptible la mayoría de los incontables pacientes de este antiguo padecimiento
habrían sido capaces de especificar fidedignamente para sus amigos y seres
queridos (y aun sus médicos) algunas de las auténticas dimensiones de su
tormento, y tal vez atraerse una comprensión que generalmente no ha existido;
tal incomprensión ha obedecido por lo común no a falta de compasión humana,
sino a la incapacidad básica de las personas sanas para representarse una forma
de tormento tan ajena a la experiencia de cada día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Para dar un ejemplo de la imposibilidad que tienen las
personas sanas de comprender a los deprimidos, cuenta su propia reacción (antes
de ser presa de la enfermedad) cuando vio deprimidos a algunos de sus más
cercanos amigos: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Eran para mí achaques abstractos,
pese a la compasión que me inspiraran, y no tenía ni un atisbo de sus
auténticas dimensiones ni de la índole del sufrimiento que tantas víctimas
experimentan mientras la mente continúa en su insidiosa disgregación… La
tortura de la depresión grave es totalmente inimaginable para quienes no la
hayan sufrido, y en muchos casos mata porque la angustia que produce no puede
soportarse un momento más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, añade luego que no es posible generalizar ningún
caso particular de depresión: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Al exponer estas reflexiones no es mi
intención que la dura prueba por la que he pasado valga como representación de
lo que sucede o pueda suceder a otros. La depresión es demasiado compleja en su
causa, sus síntomas y su tratamiento para que puedan sacarse conclusiones
indiscriminadas de la experiencia de un solo individuo. Aunque, como enfermedad
que es, la depresión presenta ciertas características invariables, también da
pie para muchas idiosincrasias; yo me he quedado atónito ante algunos de los
caprichosos fenómenos… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De lo único que el autor está seguro es sobre la gravedad del
mal y la pobre expectativa de sanar, que acompaña la enfermedad: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La depresión, como bien pocos
ignoran, solía conocerse por el término «melancholia»… (que es) una palabra
muchísimo más apta y sugerente para las formas más funestas del trastorno; pero
fue suplantada por un sustantivo de tonalidad blanda y carente de toda
prestancia y gravedad (depresión)… Yo propugnaría una designación que fuese de
verdad impresionante. «Brainstorm» [tormenta en el cerebro, en sentido
literal]…, se necesita algo en esa línea. Al oír que la perturbación psíquica
de alguien se ha convertido en tormenta... hasta el profano desconocedor del
mal mostraría compasión, en vez de la reacción típica que la depresión suscita,
cosas como «Bueno, ¿y qué?» o «Ya saldrás de ella» o «Todos tenemos días malos».
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y añade: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La imposibilidad de hallar alivio es
uno de los factores más angustiosos de dicho desorden, tal como se le
manifiesta a la víctima y contribuye a situarlo sin reservas en la categoría de
las afecciones graves… En la depresión, esta fe en el rescate, en el final
restablecimiento, falta por completo. El sufrimiento es inconmovible, y lo que
hace intolerable la situación es saber de antemano que no llegará ningún
remedio: ni en un día, una hora, un mes o un minuto. Si se da una ligera mitigación,
sabe uno que es sólo temporal; le seguirá más tormento. Aún más que dolor, es
desesperación lo que apabulla el alma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Los síntomas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Respecto a los síntomas, los presentamos en el orden en que
los menciona en su libro, que parecen ir desde los más leves al comienzo, hasta
los más graves posteriormente. Habla el escritor de la ansiedad, el sentimiento
de fragilidad, cambios en el apetito, insomnio, alteraciones de la voz y de la
libido, ausencia de autoestima, dependencia y miedo al abandono, hipocondría,
sensación de locura, extrañeza con los lugares conocidos, dificultades para las
relaciones interpersonales, y el principal, el sentimiento general de pérdida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sobre la ansiedad, afirma: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">empecé a experimentar un malestar
vagamente aflictivo, la sensación de algo que se hubiera torcido en el universo
doméstico en el que había vivido tanto tiempo, tan confortablemente. No fue
realmente alarmante al principio, puesto que el cambio fue sutil, pero sí
advertí que mi entorno adquiría un tono distinto en determinados momentos: las
sombras del anochecer parecían más lóbregas, mis mañanas eran menos vivaces,
los paseos por el bosque perdieron aliciente, y había un rato durante mis horas
de trabajo a la caída de la tarde en que se apoderaba de mí una especie de
pánico y ansiedad, sólo por unos minutos, acompañado de un amago visceral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Acerca del sentimiento de fragilidad dice que aunque sucedió
durante un verano excepcionalmente hermoso: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">sentía una especie de entumecimiento,
una enervación, pero de forma más concreta una extraña sensación de fragilidad,
como si mi cuerpo realmente se hubiera vuelto deleznable, hipersensible y de
alguna manera desarticulado y torpe, falto de la normal coordinación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Algo que no suelen mencionar los manuales clínicos pero que se
descubre en la experiencia clínica, es algo que relata Styron acerca de
alteraciones respecto a su voz. Asevera: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Recuerdo especialmente la lamentable
semi-desaparición de mi voz. Sufrió una extraña transformación, tornándose a
veces muy apagada, jadeante y espasmódica; un amigo observó posteriormente que
era la voz de un nonagenario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Otro síntoma que también describe es la desaparición del
deseo sexual: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La libido también hizo un mutis
precoz, como suele en la mayor parte de las enfermedades importantes… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y dice luego sobre el mismo tema, no sin cierto humor: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Dijo el Dr. Gold con una cara muy
seria, que el fármaco (que le había prescrito), a dosis óptimas podía tener
como efecto secundario la impotencia. Hasta ese momento, aunque abrigaba algún
recelo respecto a su personalidad, no le había creído totalmente falto de
perspicacia; ahora no estaba ya seguro en modo alguno. Poniéndome en el lugar
del Dr. Gold, me pregunté si pensaría en serio que aquel exhausto y maltrecho
semi-inválido con su cascada voz de viejo y su arrastrar de pies se despertaba
cada mañana de su sueño inducido por (el medicamento), ávido de retozo carnal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">También notó el escritor cambios en su apetito: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Muchos (pacientes) pierden por
completo el apetito; el mío era relativamente normal, pero vi que comía tan
sólo por la subsistencia: los alimentos, como todo lo demás en el ámbito de la
sensación, estaban para mí enteramente desprovistos de sabor, la más angustiosa
de todas las perturbaciones de la vida vegetativa…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Otro aspecto que se suele alterar es el dormir: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mis escasas horas de sueño concluían
por lo común a las tres o las cuatro de la mañana, hora en que abría los ojos
al inmenso bostezo de la oscuridad, considerando con estupor y angustia la
devastación que arrasaba mi mente y esperando el alba, que por lo general me
permitía un breve duermevela febril y sin ensueños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un síntoma más era la baja o ninguna autoestima y la
dependencia de los demás: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De las muchas manifestaciones
temibles de la enfermedad, tanto físicas como psicológicas, el sentimiento de
odio de sí mismo —o para decirlo de forma menos categórica, la ausencia total
de autoestima— es uno de los síntomas más universalmente experimentados... La
pérdida de la estimación propia es un síntoma famoso, y mi sentimiento del yo había
punto menos que desaparecido, junto con toda confianza en mí mismo. Esta
pérdida puede degenerar en seguida en dependencia, y la dependencia en un miedo
infantil… De las imágenes recordadas de aquellos días, la más grotesca y
desconcertante sigue siendo la de mi persona, como un crío de menos de cinco
años, arrastrándome por un mercado tras los talones de mi sufridísima esposa;
ni por un instante podía permitirme perder de vista aquel alma de paciencia
inagotable que se había convertido en niñera, mamá, consoladora, sacerdotisa y,
lo más importante de todo, en confidente: consejera erguida en el centro de mi
existencia como una roca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Todos estos sentimientos y alteraciones se acompañaban, según
Styron, de una sensación de locura; de ahí que su libro se subtitule <i>Memorias de una locura</i>. Él manifiesta: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No se dude jamás que la depresión, en
su forma extrema, es locura… Con todo este desbarajuste en los tejidos del
cerebro, la privación y la saturación alternas, nada tiene de extraño que la
mente empiece a sentirse afligida, maltrecha, y el encenagado proceso del
pensamiento registre la zozobra de un órgano en convulsión… Pronto se
manifiestan síntomas como la lentitud cada vez mayor en las respuestas, una
semi-parálisis, el corte de la energía psíquica hasta casi cero. Por último es
afectado el cuerpo, y se siente socavado, exangüe…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Todos estos síntomas corporales conducen muy frecuentemente a
los miedos a las enfermedades corporales, lo cual ha llevado a que desde hace
mucho tiempo se relacione la depresión con la hipocondría: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Me vi sumido en las angustias de una
profunda hipocondría. En mi físico nada marchaba del todo bien; había
contracciones nerviosas y dolores, a veces intermitentes, a menudo con viso de
constantes, que parecían presagiar todo género de horrendos achaques... Es
fácil apreciar cómo dicho estado es parte del aparato de defensa de la psique:
negándose a aceptar su propio deterioro progresivo, anuncia a su conciencia
interior (en el cuerpo).</span><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto a la extrañeza con los espacios conocidos, relata Styron:<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
uno de los rasgos inolvidables de esta fase de mi trastorno fue el modo en que mi propia casa de campo, mi hogar querido durante treinta años, adquiría para mí, en aquel punto en que mi ánimo se hundía de ordinario en su nadir, un cariz siniestro casi palpable… Me preguntaba cómo era posible que aquel lugar amigable, rebosante de evocaciones pudiera parecer, de un modo casi tangible, tan hostil y repulsivo. Físicamente no estaba solo. Como siempre, hallábase presente Rose, y escuchaba mis quejas con paciencia infatigable.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aunque no es un síntoma presente en todo tipo de depresión, algunos están acompañados de ansiedad, y ese fue el caso del autor:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
Sobrevenían también terribles, repentinos ataques de ansiedad. Cierto día radiante, en un paseo por el bosque con mi perro, oí una bandada de gansos del Canadá graznando allá arriba sobre los árboles de frondas resplandecientes; una vista y un son que normalmente me habrían alborozado, el vuelo de aves me hizo detenerme, clavado de temor, y permanecí allí encallado, desvalido, temblando…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
También se suele presentar una gran dificultad en las
relaciones con otras personas, como bien lo manifiesta Styron:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
(El que padece depresión), al
igual que un herido de guerra obligado a caminar por su pie, se ve empujado a
las más intolerables situaciones familiares y sociales… Uno tiene que procurar
dar conversación a la gente, y contestar preguntas, y asentir con la cabeza o
fruncir el ceño en los momentos pertinentes, y, Dios le valga, hasta sonreír. Pero
ya es un suplicio intentar pronunciar unas pocas y simples palabras.<o:p></o:p></div>
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, Styron resalta que el principal síntoma de la
depresión es el sentimiento generalizado de pérdida: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Uno teme la pérdida de todas las
cosas, de todas las personas allegadas y queridas. Hay un miedo intenso al
abandono. Estar solo en casa, siquiera un momento, me producía un pánico y una
alarma extraordinarios… El intenso sentimiento de pérdida se relaciona con una
clara noción de que la vida se escapa de las manos a paso acelerado. Se
adquieren unos apegos vehementes. Cosas absurdas —mis gafas de lectura, un
pañuelo, determinado útil de escribir— se convertían en objetos de mi demencial
sentido de la posesión. Cualquier extravío momentáneo de dichos objetos me
llenaba de una consternación frenética, por ser cada uno de ellos el
recordatorio tangible de un mundo que pronto iba a extinguírseme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Más adelanta profundiza en este sentimiento generalizado de
pérdida: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La pérdida en todas sus
manifestaciones constituye la piedra de toque de la depresión: en el desarrollo
de la enfermedad y, con toda probabilidad, en su origen. En una fecha posterior
iría convenciéndome poco a poco de que la pérdida abrumadora sufrida en la
infancia hubo de figurar como probable génesis de mi trastorno”. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Las causas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Se ha descubierto
que la depresión tiene muchos factores que la pueden causar. La herencia es uno
de ellos y es que hay familias completas en las que aparece. Pero también el
ambiente incide en su desarrollo, y es que hay hechos estresantes que la pueden
desencadenar. También influye el alcohol o el abuso de drogas, ciertas enfermedades,
y acontecimientos vitales estresantes, tales como rupturas afectivas, pérdidas
de empleo, duelos y aislamientos sociales. Esta última situación es una causa
común en los ancianos. A lo anterior se suman las hipótesis de alteraciones
químicas en el cerebro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En su caso, Styron
explora también varias posibles causas. Las principales que menciona son el
alcohol, la herencia, el duelo no elaborado, la edad y la insatisfacción
profesional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #222222; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sobre la
posibilidad de que fuera el alcohol el causante de su trastorno, el autor
reflexiona: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Después de mi recuperación… se me
ocurrió preguntarme —por vez primera con auténtico interés— cuáles podrían ser
las causas de haber sido visitado por semejante calamidad… Cuando pensaba en
esta curiosa alteración de mi conciencia daba por supuesto que todo tenía que ver
de un modo u otro con mi retirada forzosa del alcohol. (Era una) sustancia de
la que llevaba abusando cuarenta años... Desde luego, hasta un cierto punto
esto era verdad... Como todos deben saber, es un deprimente de primer orden; a
mí nunca me había deprimido realmente en mis largos años de adicto a la bebida,
obrando en cambio como escudo protector contra la ansiedad. Y de pronto se
desvaneció; el formidable aliado que durante tanto tiempo había tenido a raya a
mis demonios ya no estaba allí para impedir que esos demonios empezaran a
pulular por el subconsciente, y yo estaba emocionalmente en cueros vivos,
vulnerable como jamás me había visto hasta entonces. Sin duda, la depresión
llevaba años rondándome, aguardando el momento de abalanzarse sobre mí…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La otra causa posible en la que Styron piensa es la herencia:
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La predisposición al mal provenía, he
llegado a creer, de mis primeros años: de mi padre, que combatió a la gorgona
durante buena parte de su vida y fue hospitalizado en mi niñez tras una desesperada
caída en espiral que, en visión retrospectiva, he venido a estimar muy
semejante a la mía. Las raíces genéticas de la depresión parecen hoy algo
incontrovertible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero no descarta el duelo no elaborado. Al respecto declara:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">tengo el convencimiento de que un
factor aún más significativo fue el fallecimiento de mi madre cuando contaba yo
trece años; este trastorno —la muerte o desaparición de un progenitor,
especialmente la madre, antes de o durante la pubertad— aparece reiteradamente
en la literatura sobre la depresión… El peligro es especialmente manifiesto si
el adolescente es afectado por lo que ha recibido la denominación de «duelo
incompleto», es decir, si ha sido incapaz de alcanzar la catarsis del dolor y
de este modo lleva dentro de sí… Si esta teoría del duelo incompleto tiene
validez, y creo que la tiene, y si también es cierto que en los más hondos
entresijos del comportamiento suicida de una persona ésta todavía se debate
subconscientemente con una inmensa pérdida mientras trata de superar todos los
efectos de su devastación, entonces mi propia evitación de la muerte quizá
fuera un homenaje tardío a mi madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero Styron se plantea también otras posibles causas: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿La dura circunstancia, de que más o
menos por las fechas en que fui atacado doblaba los sesenta? ¿O pudo ser quizá
que una vaga insatisfacción con los derroteros que llevaba mi obra —ese ataque
de inercia que me ha acometido una y otra vez durante mi vida de escritor,
tornándome hosco y descontento?...” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Para terminar al final, planteando lo siguiente: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Jamás sabré lo que «causó» mi
depresión, como nadie sabrá nunca nada acerca de la suya. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El tratamiento</span></b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Luego de sentir todos los anteriores síntomas y de
reflexionar sobre las causas de su enfermedad, el escritor hace una reseña de
lo que fue su tratamiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Comenta antes que dos años antes de su depresión, fue tratado
por un psiquiatra con fármacos basados en la benzodiacepina, como ayuda para
conciliar de noche el sueño, con el comentario del médico de que podía tomarlo
tan despreocupadamente como la aspirina. Styron califica luego esta
recomendación como un acto irresponsable por parte del médico, por cuanto
descubre posteriormente que este tipo de medicamentos administrados en tan alta
dosis puede deprimir el ánimo e incluso precipitar una depresión mayor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Luego de ser diagnosticada su depresión, el escritor comienza
un tratamiento con un médico que actúa como su psiquiatra a la vez que como
terapeuta. Este último papel lo encuentra el autor benéfico en el sentido de
que proporciona al paciente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">un punto focal hacia el que puede uno
encaminar las agonizantes energías; ofrece consuelo si no mucha esperanza, y se
constituye en recipiente de un aluvión de penas durante cincuenta minutos, lo
que también sirve de alivio para la esposa de la víctima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El tratamiento inicia con una intensidad de dos sesiones
semanales, en las que el paciente se enfrentaba con la dificultad de describir
su enfermedad: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">era poco lo que podía yo decirle,
salvo intentar, en vano, describir mi desolación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como suele suceder a menudo, el medicamento le produjo efectos
secundarios molestos, y se enfrentó entonces al delicado proceso de cambio de
fármaco: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cuando le informé de este problema,
se me dijo que debían pasar diez días más para que el fármaco evacuara mi
organismo antes de comenzar con otro medicamento distinto. Para quien está
amarrado a semejante potro de tortura, diez días son como diez siglos… y esto
sin contar el hecho de que cuando se inicia el tratamiento con un nuevo fármaco
tienen que transcurrir varias semanas antes de que haga efecto, lo que, de
todos modos, dista mucho de estar garantizado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La evaluación de Styron sobre la psiquiatría es justa pero
reconociendo sus limitaciones, en especial para una depresión mayor, como era
su caso: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A la psiquiatría debe reconocérsele
el mérito de su persistente lucha para tratar farmacológicamente la depresión…
No cabe la menor duda que en ciertos casos moderados y algunas formas crónicas
de la enfermedad (las denominadas depresiones endógenas), las medicaciones han
resultado inestimables, alterando a menudo de forma espectacular el curso de
una perturbación grave. Por razones que todavía no están claras para mí, ni las
medicaciones ni la psicoterapia consiguieron detener mi zambullida hacia las
profundidades… Pero hasta el día en que se descubra un agente de acción rápida,
nuestra fe en la cura de la depresión grave por medios farmacológicos tendrá
que seguir siendo provisional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aun teniendo en cuenta que Styron escribió esto hace ya
bastantes décadas y que en este tiempo se han generado medicamentos más
efectivos y con menos efectos secundarios, es necesario aceptar que todavía
encontramos pacientes hoy en día que pueden llegar a las mismas afirmaciones
del autor.<b> <o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pronóstico</span></b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo el libro de Styron finaliza con dos aspectos
positivos del escritor en un libro tan doloroso y realista. El primero, es el pronóstico
optimista que, a pesar de todo lo anterior, tiene el final de la depresión,
siempre y cuando el paciente resista. El segundo es el efecto tan benéfico que
tiene el apoyo de familiares y amigos en el tratamiento de la enfermedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Las reflexiones finales del escritor representan en nuestro
concepto lo más importante de su libro. De la misma manera imprevista en que,
en ocasiones, hace su aparición el monstruo de la depresión, de la misma manera
repentina suele desaparecer. Hay un aspecto que interesa mucho a los analistas
junguianos y es que durante la depresión suelen disminuir o desaparecer los
sueños. Es lo que llamamos el “estreñimiento onírico”. Pues, bien en el caso de Styron, la
recuperación se manifestó con la reaparición de un sueño: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Había tenido mi primer sueño en
muchos meses, confuso pero imperecedero hasta la fecha, con una flauta en algún
punto impreciso, y un ganso silvestre, y una muchacha bailando… No me sentía ya
un cascarón vacío sino un cuerpo con algunos de los ricos jugos corporales de
nuevo en ebullición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y su evaluación general, amplia y optimista de la depresión,
la basa, como tantos sufrimientos en la vida en el paso del tiempo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Merced a la acción curativa del
tiempo —y gracias también a la intervención médica o a la hospitalización en
muchos casos— la mayor parte de los afectados sobrevive a la depresión, lo que
quizá constituya su único aspecto benigno… La inmensa mayoría de las personas
que pasan por depresiones, aun las más graves, sobreviven a ellas, y viven
después al menos tan felizmente como las no afectadas por este mal. Salvo por
lo terrible de algunos recuerdos que deja, la depresión aguda inflige pocas
lesiones permanentes… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero el realismo del escritor no deja de plantear los
riesgos, en su mirada optimista: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un número considerable —prácticamente
la mitad— de los que sufren el estrago una vez serán atacados de nuevo; la
depresión posee el hábito del retorno. Pero la mayor parte de las víctimas
salen incluso de estas recaídas, y bien a menudo defendiéndose mejor por haber
llegado a estar psicológicamente preparadas, merced a la pasada experiencia,
para lidiar con el monstruo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, reitera que la terrible enfermedad suele
terminar en la cura: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Es de enorme importancia que a
quienes sufren un asedio, acaso por vez primera, se les hable —se les convenza,
más bien— de que la enfermedad seguirá su curso y ellos saldrán del trance.
Ardua tarea, ésta: gritar «¡arriba esa barbilla!» desde la seguridad de la
orilla a una persona que está ahogándose es casi tanto como insultarla, pero se
ha demostrado una y otra vez que si el esfuerzo por dar ánimo es bastante tenaz
—y el auxilio prestado no menos decidido y afanoso— la persona en peligro suele
salvarse casi siempre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El peor enemigo de la depresión parece ser precisamente el
pesimismo y el cansancio, y el mensaje de Styron es precisamente que la
depresión no es invencible, que no es la aniquilación del alma, como puede
llegar a pensar el sufriente. Y su testimonio, al igual que el de otros hombres
y mujeres que la han padecido y se han repuesto, es la prueba de que se le
puede derrotar: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La mayoría de quienes son presa de la
depresión en su forma más nefasta se halla, por la razón que sea, en un estado
de quimérica desesperanza, atormentados por exagerados males y fatales amenazas
que no guardan la menor semejanza con la realidad. Es menester por parte de
amigos, amantes, familia, admiradores, una devoción casi religiosa para
persuadir a los pacientes del valor de la vida, lo que tantas veces está en
conflicto con el sentimiento de su propio demérito que tienen estas personas,
pero tal devoción ha evitado incontables suicidios… Todo el que ha recobrado la
salud, ha recobrado casi siempre el don de la serenidad y la alegría, y esto
quizá sea reparación suficiente por haber soportado la desesperación más allá
de la desesperación.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ya se mencionó anteriormente la dependencia que el escritor
desarrolló hacia su esposa. Ese es el lado negativo. El positivo es que fue el
soporte que necesitó para soportar la enfermedad. Refiriéndose a su esposa
dice: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">aventuraría la opinión de que muchas
de las desastrosas secuelas de la depresión podrían conjurarse si las víctimas
recibieran un apoyo como el que ella me dispensó a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Otra persona
que le ayudó mucho durante su depresión fue un amigo, que había pasado por una
crisis igual o peor que la suya: <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Durante el mismo verano de mi
declinación, un íntimo amigo mío —un famoso columnista de prensa— fue
hospitalizado a causa de una grave psicosis maniacodepresiva. Por las fechas en
que yo comenzaba mi derrumbamiento otoñal mi amigo se había recobrado, y nos
manteníamos en contacto por teléfono casi a diario. Su apoyo fue incansable e
inapreciable. Él fue quien me amonestó sin tregua insistiendo en que el
suicidio era «inaceptable».</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
Juan Carlos Alonso - Analista Junguianohttp://www.blogger.com/profile/18234512446855421968noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2945073218530667605.post-36656679190897349192015-02-23T09:20:00.000-08:002015-02-23T09:20:30.885-08:00Infograma Depresión<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje7HJkNRqLGHJWkf0Ww9OEyy6MyoZa779hsRqsRgWwvsbwT0F73kwNi6Fi7Ydj_cwb_7rKRwyi9Dtm_fbuYxRDiDUzB4YxUwOUeFDXqWhueQSg-OPYOs0sGSvMA07k6rosTGD9ZWsuYGs/s1600/e46415f0a1702c5ed4b2e69f102b8312.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje7HJkNRqLGHJWkf0Ww9OEyy6MyoZa779hsRqsRgWwvsbwT0F73kwNi6Fi7Ydj_cwb_7rKRwyi9Dtm_fbuYxRDiDUzB4YxUwOUeFDXqWhueQSg-OPYOs0sGSvMA07k6rosTGD9ZWsuYGs/s1600/e46415f0a1702c5ed4b2e69f102b8312.jpg" /></a></div>
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